Día Mundial de la Salud: los derechos de quienes cuidan nuestros derechos en una pandemia
El 7 de abril se conmemora el Día Mundial de la Salud y por este motivo, en un 2021 con eje en la temática, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pide terminar con las injusticias que se han marcado desde la aparición del COVID-19. Según indica en un fragmento de su texto alusivo a la fecha, “Pedimos a los líderes que garanticen que todas las personas tengan unas condiciones de vida y de trabajo que favorezcan la buena salud. Al mismo tiempo, instamos a los líderes a monitorear las desigualdades en materia de salud y a garantizar que todas las personas puedan acceder a servicios de salud de calidad cuando y donde los necesiten”.
Siguiendo esta línea marcada por la OMS y en medio de una trágica, extensa e inédita pandemia, esta injusticia que describe el organismo rector sanitario internacional lamentablemente también lo viven quienes tienen que brindar el servicio que protege nuestro derecho a la salud. El claro ejemplo en estos días se ve en Mar del Plata, donde trabajadores hospitalarios autoconvocatos del Hospital Interzonal General de Agudos “Dr. Oscar E. Alende” (HIGA) luchan por el reconocimiento de sus derechos.
El acampe organizado desde el pasado 5 de abril en las inmediaciones del hospital es uno de los medios que encontró el personal de salud para reclamar por condiciones básicas de trabajo. Sin bandera política ni sindicatos, se reúnen por primera vez de manera autoconvocada, “es la bandera del corazón, trabajar para el otro te llena el alma” explica Fernanda Tapia, jefa de enfermería de terapia intensiva del HIGA.
Foto: Ariel Adera
“Especialmente en el Día Mundial de la Salud nosotros estamos en la tercera jornada de acampe pero vemos que todavía no se ha tomado conciencia. Las autoridades pertinentes prefieren cansarnos tanto física como psíquicamente, por eso algunas de las medidas que pedimos para que tomen en consideración son el aumento del salario, la recategorización y que las vacaciones que están prorrogadas por la emergencia sanitaria se nos den en un pago de una sola cuota” declara.
A pesar de estar manteniéndose en la primera línea de batalla desde el comienzo de la pandemia, se encuentran cobrando sueldos por debajo de la canasta básica familiar, con vacaciones suspendidas desde el 2019, sin el reconocimiento profesional que se merecen y sin respuestas por parte del Estado.
“Esenciales para el pueblo, invisibles para el Estado”; “nos llaman esenciales, pero nos tratan como descartables” y “así no hay ambo que aguante” son algunas de las frases representativas que pintaron en carteles y banderas acerca de la situación que están viviendo.
“Hoy estamos invitando a la gente a que tome conciencia del desgaste que tenemos. Nos están diciendo que viene una segunda ola cuando ni siquiera pudimos recuperarnos de la primera” concluye Fernanda Tapia.
