¿Cómo prevenir una intoxicación por monóxido de carbono?

 

Con la llegada del frío se vuelven a prender los calefactores y el enemigo silencioso vuelve a acechar.  Ante esto, desde la Municipalidad de General Pueyrredon dieron una serie de recomendaciones para prevenir la intoxicación por monóxido de carbono.

Al respecto, comentaron que una de las medidas más importantes para evitar estas intoxicaciones es que los elementos de calefacción sean revisados por un gasista matriculado para comprobar su correcta combustión. También es necesario mantener una ventilación adecuada.

El monóxido de carbono es un gas altamente venenoso que se propaga rápidamente en el aire del ambiente. Se genera por combustiones deficientes y es imposible percibirlo porque no tiene color, no tiene olor ni sabor y no irrita las mucosas. Una vez inhalado, se combina con la hemoglobina de la sangre a través de los pulmones e impide que el oxígeno llegue a los órganos vitales.

Al respecto, el titular de Defensa Civil, Rodrigo Gonçalvez, explicó la manera de evitar este tipo de situaciones “se deben hacer revisar por un gasista matriculado todos los artefactos a gas para comprobar que la combustión sea la correcta” y además agregó que “se debe mantener los ambientes ventilados mediante corrientes de aire, no usar hornallas u hornos para calefaccionar ni colocar artefactos de gas en los baños”.

Ante cualquier situación detectada, se deben comunicar al teléfono 103 de Defensa Civil o al 100 de Bomberos.

Indicios que señalan la presencia de monóxido de carbono en el ambiente

Coloración amarilla o anaranjada de la llama, en lugar de color azul; – aparición de manchas o tiznado en las paredes;
-Decoloración de los artefactos, de sus conductos de evacuación de gases o alrededor de ellos;
Una de las principales causas de la aparición de monóxido de carbono está en el mal estado de los artefactos de gas o en sus instalaciones;
-Insuficiente ventilación del ambiente en donde hay una combustión;
-Instalación de artefactos en lugares inadecuados;
-Mal estado de los conductos de evacuación de los gases de la combustión desacoplados, deteriorados o mal instalados;
-Quemador de gas con la entrada de aire primario reducida;
-Acumulación de hollín u otro material en el quemador.

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