Feriantes de Plaza Rocha afirman que “se está detonando”

 

Por Lorena Volonté / Lucía Maldonado*

 

Los feriantes de Plaza Rocha continúan esperando una legislación que regule la actividad y establezca condiciones dignas de trabajo. En el contexto de pandemia, la situación socioeconómica en la ciudad empeoró y a raíz de la desocupación varios vecinos se volcaron a buscar otras alternativas.

En el 2017, durante la intendencia de Carlos Arroyo, el Concejo Deliberante sancionó la Ordenanza N°23.354 que establecía la creación de la “Feria Popular de Economía e Intercambio” en la zona de la estación ferroautomotora. La misma nunca se concretó, ya que el informe de Inspección General no fue positivo: “el lugar es estrecho, allí paran colectivos y no está en condiciones, por la cantidad de gente iba a colapsar” declaró en su momento el ex titular de la entidad, Emilio Sucar Grau.

Semanas atrás la plaza se vio colapsada: se constató la presencia de 1.100 feriantes, cuando el máximo permitido es de 300. Esto sucedió por la llegada de los “manteros”, quienes no están censados y no tienen permiso para trabajar. La situación se normalizó cuando comenzaron las inspecciones por parte del Municipio, quienes ahora asisten de manera regular. Sintonía MDQ conversó con algunos feriantes, quienes brindaron testimonio de la situación particular que atraviesan.

Andrea tiene 47 años y un puesto de venta de cafetería y servicio de agua caliente, que representa el único ingreso para sustentar a sus 3 hijos y nieta. Se remonta a los inicios de las primeras ferias en la ciudad, en el 2012, orientadas al trueque en un principio y de las que ellas formó parte. Sobre el traslado de los comerciantes a Plaza Rocha, Andrea explica que ocurrió “por decisión propia”, luego que el predio destinado en la ferroautomotora, en las intersecciones de Avenida Luro y Neuquén, resultara ser un sitio inviable para tantas personas.

“Los feriantes estamos peleando para conseguir que la ordenanza regule la actividad y nos permita quedarnos en Plaza Rocha. Pasan las gestiones y queda en la nada, la plaza se está detonando”.

Según afirmaciones de Andrea, se espera que la ordenanza contemple el uso del espacio por medio del armado de determinados tipos de stands, la presencia de baños químicos y que se permita la venta de ciertas bebidas y comidas, ya que ni siquiera pueden ofertar mercadería envasada.

Plaza Rocha.

Otra feriante que prestó testimonio al medio es Cynthia. Ella tiene 49 años, es madre de 3 adolescentes y vecina de Villa Primera. Es feriante hace casi 5 años en la plaza, donde tiene un puesto de ropa usada. En sus declaraciones hizo referencia a la Ordenanza aprobada durante la gestión de Carlos Arroyo: “En su momento fuimos a armar y nos levantaron. Entonces nos pusimos acá –en referencia a la Plaza Rocha- pero no hay una ordenanza, un permiso municipal que diga que se puede trabajar tantos días y en un horario determinado”. Además, afirmó que se encuentran a la espera de la creación de una Comisión de Ferias que permita tramitar una nueva ordenanza que incluya la actual ubicación.

“De Plaza Rocha no nos vamos a ir. Hace muchos años que estamos luchando, manifestando con muchos compañeros. Venimos acá para trabajar y así poder comer”

Asimismo, agregó que están dispuestos a trabajar bajo protocolo siempre y cuando los continuos operativos, que se intensificaron en las últimas semanas, no imposibiliten el desarrollo de la feria. “Resulta que se dejó de controlar, por eso vinieron cada vez más manteros y se desbordó la plaza. Ahora, al bajar de fase, vinieron otra vez y empezaron a restringir todo”, aseguró.

En relación a la falta de un espacio delimitado, con baños químicos y stands distintivos como los que cuentan otras ferias Cynthia resaltó: “Nos gustaría que el Municipio se haga finalmente cargo y hagan una feria digna, como la que tienen los artesanos en la diagonal. Estamos dispuestos a contribuir con alguna inversión, un compromiso de pago, en calidad de canon por parte de los feriantes, para la realización de nuestras actividades”.

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Aurora y José Luis en su puesto de la Plaza Rocha

Aurora y José Luis tienen 66 y 60 años. Ambos pertenecen a la zona del macrocentro marplatense y hace más de 5 años son feriantes en la plaza, en un stand que se dedica a la venta de todo tipo de juguetes que José mismo recicla. El trabajo en la feria constituye el principal ingreso monetario de la pareja, aunque Aurora también percibe una jubilación. “Siempre había trabajado de limpieza, pero ahora se me dio esto y me encanta hacerlo. Me quedo hasta tarde trabajando y lo más bien, porque me gusta” aseguró. También destacaron que el tránsito por la pandemia afectó mucho el trabajo: “Un día nos va bien, al otro mal, es una lotería. Pero vamos adelante, otra no queda”.

“Antes había demasiada gente, ahora hay menos, pero no podemos estar muy amontonados por los protocolos. Igualmente nos arreglamos, siempre alcohol y tapabocas. Hace dos semanas, antes de que retomaran las inspecciones, era terrible. Impresionante la cantidad de gente que venía”.

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Ivana tiene 25 años. Es marplatense y vive con sus otros 3 hermanos, también nacidos en la ciudad y sus padres procedentes de Bolivia. La suspensión de los actos públicos para obtener cargos docentes, significó un obstáculo para Ivana, quien se recibió de profesora de historia en 2019 y esperó todo 2020 para obtener su título. Se benefició con un programa destinado a docentes suplentes, pero destacó que no era suficiente para subsistir. Fue entonces que decidió emprender con su mamá y durante el confinamiento empezaron a confeccionar colitas para el pelo.

Si bien su padre es cuentapropista y se dedica a la tapicería, la decisión de concurrir a la feria fue para complementar el ingreso familiar. “Nos va bien dentro del contexto que está el país, el mundo y Mar Del Plata en particular, que la tasa de desocupación es muy alta. Venir acá es un alivio durante la semana para todos los feriantes”, concluyó Ivana.

“Llegamos con la idea de probar suerte, en agosto del 2020, cuando todavía el sector no estaba habilitado. Empezaron a venir todos, era insoportable ya la situación”.

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Rafael en su stand en la Plaza Rocha

Rafael tiene 51 años y es del Barrio El Progreso. Hace 5 años que trabaja en la feria en un puesto de artículos varios usados, que comprende su único ingreso: “al vivir solo puedo mantenerme con esto, teniendo un control sobre mis gastos”. Según sus declaraciones a Sintonía MDQ, considera que “la situación es extrema”. Hay una presión cada vez mayor por parte de los ‘manteros’. Si bien admitió que “es un poco difícil enfrentar la situación” reconoce que “está bien tener un protocolo porque se nos está cuidando”. Además, señaló que las inspecciones son necesarias para garantizar el buen funcionamiento del lugar, como por ejemplo en las ocasiones donde se producen “disputas por los lugares”.

 

Estos son algunos de los testimonios de los tantos feriantes que concurren a la Plaza Rocha en busca de una salida laboral. Detrás de cada uno de ellos hay miles de historias y familias, que dependen del ingreso que genera la feria. Hace años que los indices de desocupación en Mar del Plata van en aumento. Sin embargo, las ferias constituyen una oportunidad en un momento crítico laboralmente y mas aun en contexto de pandemia.

 

 

 

*Estudiantes del MediaLab, primer Laboratorio de Redacción para Medios Digitales. Se trata de un sistema experimental que consiste en el trabajo periodístico, de producción propia, que desarrollan alumnos del Taller de Redacción para Medios Digitales, correspondiente a la Tecnicatura de Periodismo Digital que se dicta en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

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