Se publicó el libro “En el nombre de la Patria”, compilado por las investigadoras Bettina Favero y Mónica Bartolucci

Foto: Departamento de Comunicación CONICET - Mar del Plata

 

El libro “En el nombre de la Patria” fue realizado por la investigadora adjunta del CONICET Bettina Favero, los becarios Cristian Di Renzo y Maylen Bolchinski y los docentes investigadores de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP) Mónica Bartolucci, Miguel Angel Taroncher, Karina Bianculli, Francisco Mosiewicki y Augusto Geraci; quienes llevan a cabo su trabajo de investigación en el Centro de Estudios Históricos (CEHis, Facultad de Humanidades, UNMdP) y son miembros del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (INHUS, CONICET- UNMDP). En esta obra, publicada por la editorial Teseo, los especialistas abordaron el nacionalismo como práctica cotidiana y las emociones patrióticas como un sentir íntimo y naturalizado de los sujetos.

La obra es una compilación de diferentes autores que utilizaron preguntas disparadoras que intentan responder cómo experimentan y aprenden los individuos la idea de identidad nacional ¿Cuáles son las prácticas que son capaces de realizar las personas para demostrar su compromiso patriótico? ¿En qué ámbitos se despliegan las narrativas que prefiguran el concepto de patria? ¿Cómo logran incorporarlas los sujetos? ¿Qué estrategias de difusión de los valores nacionalistas se dieron los diferentes actores? ¿Qué sesgos de resonancia emocional existió entre las militancias nacionalistas y la sociedad común?

El libro surge como el fruto de una larga tarea de distintos proyectos de investigación que se iniciaron en el 2015 cuando comenzaron a investigar la juventud de la década del 60 en sus aspectos más heterogéneos: tradicionales, modernos, radicalizados de izquierda, nacionalistas, peronistas, entre otros que se cristaliza en el proyecto de investigación “Emociones y nacionalismos. Subjetividades, experiencias y místicas patrióticas de la juventud entre 1955 y 1979”, éste se considera un período de la historia argentina caracterizado por la inestabilidad democrática, los golpes militares, la modernización cultural y la radicalización política, explican las compiladoras.

Las investigadoras explican que en la Argentina a lo largo del siglo XX y desde un punto de vista ideológico específicamente, el nacionalismo argentino apareció una y otra vez como una opción política que canalizó ideas de reconquistar un paraíso perdido, hispanista a veces, criollo y tradicionalista otras, católico casi siempre. Si algo caracterizó al imaginario nacionalista y a quienes filiaron con él, fueron las sucesivas advertencias respecto del peligro que significaron para el país los factores externos. Peligros que fueron cambiando- liberalismo, masonería, capitalismo, comunismo- en complicidad con un enemigo interno que colaboraba con estos agentes. Las especialistas advierten: “En ese sentido, la Argentina posperonista fue la percepción de un continuo sentimiento de refundación de la patria y la idea de que una revolución, en términos de inversión de la realidad, siempre estaba por concretarse”.

“El consabido “amor a la patria” que se manifestó de diversas maneras es un sentimiento bastante poco abordado en la historiografía; pero es un caso ideal para afrontar una nueva perspectiva, la del giro afectivo, esa postura que percibe que las emociones y los sentimientos son otro motor fundamental de las acciones sociales y políticas de los hombres y las mujeres. La experiencia personal de los sujetos enfrentados al sentir nacional con claras manifestaciones de segregacionismos, sectarismos o fanatismos, muestran que es necesario bucear ellas”, agregan Favero y Bartolucci.

Intentamos ser perspicaces para detectar que la relación personal con la nación generó un repertorio de emociones disímiles. Odio, amor, pasión, orgullo, resentimiento que cada uno tramitó a su modo, como estudiante, como participante de un colectivo católico, como soldado, como hombre de a pie amante del fútbol, como científico o como militante de alguna organización armada y nacionalista”, detallan las historiadoras. Al tiempo que añaden haber encontrado distintos grupos en múltiples dimensiones de su vida diaria, y a sus participaciones, definitivas o pasajeras, en un partido político, una organización armada, una institución militar, eclesial, universitaria, deportiva- o incluso a un festejo local o acontecimiento de impacto nacional.

Favero y Bartolucci consideran que es importante abordar la temática analizada en el libro por dos razones. “Por un lado el nacionalismo argentino es un tema de profusa tradición historiográfica en la Argentina y da cuenta de la ambigüedad de un concepto “ubicuo”, que nomina tanto a las ideas o movimientos intelectuales, como a los grupos que las defienden, los nacionalistas”, advierten. Y la otra razón viene de la mano del impacto que genera en los seres humanos las hambrunas o guerras, las aprobaciones o desaprobaciones masivas de los fascismos, los ideales románticos en relación a diferentes revoluciones y los cambios de humores sociales a través del tiempo incluyen temas sensibles como la violencia, el amor, la pasión, el honor, la rebelión, el resentimiento, el odio al enemigo, o incluso la abulia social, cuyo estudio aporta a una mejor comprensión de la sociedad.

El propio libro concluyó en medio de la campaña electoral plagada de banderas celestes y blancas desde todas las tribunas, fruto de un repentino sentimiento de mística patriótica donde cada quien la portaba en defensa de sus propios paisajes internos de nación, diferentes entre sí, acunados en los relatos de infancia, la escuela, el trabajo, los amigos, la universidad, las lecturas o las experiencias personales, según detallan las historiadoras.

La obra toma un nuevo sentido en medio de la situación pandémica que lleva a un péndulo de actitudes que oscilan desde un nacionalismo defensivo hasta una necesidad de colaboración internacionalista en las dirigencias y signos de pavor y miedo hacia el otro cercano, aún compatriota. “Ofrecemos entonces estas reflexiones para colaborar en la mirada sobre nuestros patriotismos escindidos y comprender el punto de vista desde los cuales cada uno de los protagonistas de esas manifestaciones está seguro de hablar por todos, está convencido de actuar en el nombre de la patria”, concluyen las compiladoras.

 

Fuente: Departamento de Comunicación CONICET – Mar del Plata

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