Nuevas urgencias para viejos problemas: “Se hace necesario replantear nuestras estrategias para enseñar”

 

Sin dudas, la pandemia del COVID-19 produjo una crisis educativa de características inéditas que requirió una transformación y adaptación acelerada de la gestión y de la administración institucional, apelando a los pocos recursos disponibles en un marco de absoluta excepcionalidad. Luego de más de un año de virtualidad, la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Mar del Plata propone replantear estrategias y redefinir las tareas de enseñanza y aprendizaje.

El encuentro del Programa de Fortalecimiento de Vínculo Educativo en la Virtualización de la Enseñanza será el próximo jueves 8 de julio a las 18hs y estará a cargo de la Mg. Miriam Kap que disertará sobre “enseñar y aprender en nuevas tramas educativas”.

La inscripción se realiza a través del mail: academicapsico@mdp.edu.ar

Portal Universidad dialogó con el Lic. Juan Pablo Issel, Secretario Académico de la Facultad de Psicología, quien explicó que, como es el caso de la mayoría de las unidades académicas, “tuvimos que hacer un viraje abrupto y una adaptación bastante vertiginosaEn este sentido, lanzamos el programa que consta de una serie de acciones puntuales para pensar en una nueva pedagogía“.

Desde fomentar mejoras en la comunicación, la creación de una sala de profesores virtual y de canales de chat para facilitar la resolución de cuestiones administrativas, hasta lo que tiene que ver con espacios de capacitación para pensar la evaluación y la producción de contenidos pedagógicos digitales, “estamos trabajando porque sabemos que los cambios que produjo la pandemia van a ser duraderos. Vamos hacia una educación que es diferente a la que teníamos y esto transforma un montón de cosas” aseguró.

Estuvimos abocados a sostener el funcionamiento de la unidad académica, a seguir estudiando, aprendiendo, haciendo extensión e investigación.

Sin dejar de lado la formación de calidad con inclusión y pertinencia local y regional, el secretario académico declaró: “Creemos que es momento de empezar a pensar cambios más estructurales porque, si bien la pandemia trajo nuevas urgencias, también reforzó viejos problemas. Ya el enseñar y aprender en el contexto actual, donde el acceso al conocimiento es diferente y cualquiera que posee un celular puede, potencialmente, acceder a casi todo, cambia la forma de gestionar y pensar el conocimiento”.

“Son debates que, tanto en el sistema universitario como en las distintas facultades, se tienen que empezar a dar” confirmó Issel. “Esto tiene que repercutir en cambios en los planes de estudio, en los proyectos de cada asignatura, en los estándares de acreditación de las carreras y en la legislación general que regula el trabajo en la educación superior. Adaptarse a las nuevas formas de aprender y educar es un tema del que se está ocupando todo el sistema universitario”.

Sin embargo, esta experiencia de más de un año ha destacado aspectos beneficiosos y otros perjudiciales. “Hay muchas cuestiones, como las prácticas pre-profesionales, que requieren determinados niveles de presencialidad que, al momento, parecen irremplazables. Pero, para muchas personas, la posibilidad de trabajar y acceder virtualmente a las clases de forma asincrónica ha resultado una ventaja. Lo que notamos es que tenemos más estudiantes cursando y rindiendo finales, es decir, de alguna forma se ha facilitado el acceso” dijo.

Lo que sí es cierto es que no hay vuelta atrás y la virtualidad ha llegado para quedarse. De alguna manera, la educación que viene ya no va a ser la educación que fue prepandemia.

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