A contrarreloj: ¿el principio del fin de los diarios en papel?

 

Por Angélica Torres y Federico Villaroel*

En los últimos años, los periódicos impresos fueron perdiendo la centralidad que ostentaban desde principios del siglo XVIII. La razón involucra múltiples motivos, pero su principal competidor a partir del año 2000, fue la revolución digital comunicacional y en última instancia, la pandemia por COVID-19. El diario en papel fue el primer medio de comunicación masivo en la historia de la humanidad, que en sus comienzos empezó siendo un panfleto con la función de informar, sin aunar en la objetividad de los hechos y  con un marcado carácter partidario. Numerosas historias del pasado se desprenden del diario, pero su objetivo final siempre perduró: informar. A distancias lejanas y en las grandes ciudades, ese suplemento que salía de las grandes compañías productoras se constituyó como el medio universal por el que se conocían las últimas noticias.

En Mar del Plata, el primer suplemento en formato periódico  fue lanzado al pequeño pueblo de ese entonces el 25 de mayo de 1905, de la mano de Victorio Tetamanti como principal gestor del diario que hasta hoy se conoce como La Capital. Con más de cien años de trayectoria, el medio insignia de la ciudad sigue en pie aún al día de hoy, con tiradas más reducidas, pero haciendo frente a todos los pronósticos. Marcelo Pasetti, actual subdirector de La Capital, se refirió al formato papel afirmando que “hoy por hoy, tanto este diario como otros diarios del interior, sus páginas web son solventadas por la versión papel”. La transformación digital no fue ajena y gracias a una reestructuración pronta, su formato digital hoy cuenta con más de 100.000 lectores diarios, según las cifras aportadas por Pasetti. Con un modelo de negocio en aparente sintonía, “el diario de la ciudad” no da luces a abandonar el formato papel a pesar de contar con su versión digital más activa que nunca.

En un recorrido con más tropiezos, se menciona el caso del emblemático diario El Atlántico, que nació en 1938, del impulso de Manuel Castagni y Amadeo Courel, con el fin de sumarle otra voz a la perla del atlántico. Durante las siguientes décadas cubrió los distintos acontecimientos locales, hasta que distintas circunstancias económicas, gerenciales y en parte los nuevos aires que corrían con la convergencia comunicacional-tecnológica, causaron que perdiera páginas, trabajadores y lectores. Pero el comienzo de la cuarentena en consecuencia de la pandemia por coronavirus, terminó de acabar con su suplemento en papel. Respecto a esto, el redactor Beto Miraglia, con 40 años de trayectoria en el matutino, expresó: “Toda prensa va hacia lo digital. Muchas editoriales periodísticas que han sido devastadas por la cuarentena debido a la pandemia, han iniciado un abrupto camino a lo digital, debido al crecimiento de noticias en plataformas tecnológicas”. En la actualidad, el medio volvió a resurgir con únicamente una página web y sus enlaces en redes sociales.

Es visible que la portabilidad y las nuevas formas de comunicarnos a través de internet cambiaron los esquemas ya preestablecidos, en particular en las redacciones de diarios, donde los roles antes asignados se fueron transformando y otros simplemente desaparecieron. La actividad periodística tuvo que ceder a la rapidez que el mundo de hoy exige, sumado a una competencia inminente: las redes sociales. La información que antes estaba únicamente en manos de un profesional especializado, está hoy democratizada a todos los individuos que cuenten con mínimos requisitos. Un celular con cámara de fotos y micrófono es hoy una potencial herramienta para comunicar desde la experiencia, desde los ojos de un ciudadano de a pie. Los medios que entendieron esta dinámica buscaron ganarse un espacio en las llamadas redes sociales, Facebook como la pionera en el amplio abanico de opciones y lenguajes que existen en la actualidad. Y quiénes se adaptaron a esta transformación a tiempo, lograron ganarse un lugar de legitimidad frente a la era de sobreinformación. Sin embargo, Mariano Suárez, director del medio digital 0223, dijo: “La revolución digital en primer término supone una oportunidad para los medios gráficos, no lo veo como un golpe”.

La caída de ventas debido a los abruptos cambios no solo afectó a la prensa escrita, un invisible perjudicado fueron los kioscos de diarios. Estas tiendas de metal con fachada naranja y estantes llenos de suplementos diarios y revistas, eran la conexión entre los diarios y los lectores a través de un singular personaje que todavía los atiende, los llamados “Canillitas”. Juan, que atiende su negocio en la esquina de las avenidas Arturo Alió y Pedro Luro, comentó: “la tecnología está matando al papel, sin embargo, la pandemia fue el nocaut final”. Con añoranza recuerda aquellos tiempos en los que se acercaban grandes cantidades de personas al kiosco, espacio que hoy en día se sostiene apenas con colecciones y alguna que otra revista. Además, concluyó que el sindicato que los agrupa y el municipio, no les da facilidades para poder reinventarse y poder afrontar esta crisis, autorizándolos a comercializar otros productos para no desvanecerse como otros oficios que pasaron a la historia.

En la actualidad, ya no son únicamente los jóvenes quienes se informan a través de estas nuevas plataformas sostenidas por la masividad de internet, el público se ha universalizado a todas las edades y la transición del diario en papel a lo digital resulta inminente. En este mismo sentido, distintas casas de altos estudios del mundo y el país, que forman a futuros periodistas, empezaron a poner en agenda urgente esta nueva demanda de saberes. Un caso local es el de la Tecnicatura en Periodismo Digital que se dicta en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata de forma gratuita, que como su nombre lo indica, está ligada al periodismo y a los periodistas en la era digital. Los profesionales graduados de dicha tecnicatura son instruidos con herramientas y conocimientos de una nueva era, que implica un ejercicio de la profesión de manera más íntegra, abandonando los viejos estándares del periodismo tradicional.

Estudiantes de la Tecnicatura en Periodismo Digital en la Universidad Nacional de Mar del Plata opinaron respecto de esta transformación digital, en consonancia con sus aspiraciones profesionales como futuros especialistas en la materia. Escuchá lo que comentaron en el siguiente podcast:

Pero el año 2020 terminó de consolidar la actividad periodística como necesaria y urgente, en medio de una pandemia mundial a la que se sumó el mayor de los peligros: la desinformación. El término infodemia nace para contextualizar la alarmante situación del mundo y el daño tangible que la información falsa y malintencionada comenzó a causar en la población. El descontento y la incertidumbre de toda una población que permaneció meses encerrada en sus hogares, gestó la desconfianza en los medios de comunicación más sonados y la consolidación de grupos impulsores de ideas que iban más allá de los informes oficiales. La alarma se encendió en todo el mundo y grandes figuras de la política comenzaron a problematizar la situación con las redes sociales como principal causante. Esto llevó a que responsables como Mark Zuckerberg, actual director de Facebook y aplicaciones populares como WhatsApp, comenzara a aplicar filtros en la información compartida. Además, se impulsó la visibilización de la información proveniente de sitios oficiales a fin de resguardar a sus usuarios de los informes fraudulentos.

Luego de tantas transformaciones, cambios y acusaciones cruzadas, un aire fresco parece llegar a los diarios en su formato digital. Nacen así nuevos portales de información autogestionados y una necesidad mucho mayor por informar con legitimidad. Sin embargo, el principal problema de estos pequeños espacios nacientes es hoy más importante que nunca. ¿Cómo se financia un medio digital? Las estructuras que mantenían al diario en papel permitían sostener un esquema de financiación rentable, gracias a sus clasificados y avisos publicitarios, algo de lo que carece el formato digital que nace en un principio con una propuesta de gratuidad absoluta. Pero los expertos proponen dos esquemas iniciales además del modelo gratuito financiado por ocasionales espacios publicitarios: el modelo pago a partir de una suscripción y la combinación entre el contenido gratuito y las notas exclusivas de pago.

En un escenario comparativo, el papel y lo digital se encuentran equilibrados en cuanto a sus ventajas y desventajas, pero debido a la presión del público, se hace necesario transformar los esquemas para lograr una rentabilidad en ambos formatos. En palabras de Pasetti: “Nadie puede aventurar qué va a pasar, yo vengo escuchando fechas de muertes del diario desde hace 10 años y los diarios siguen sobreviviendo”. Sin embargo, se avecina un cambio estructural en las formas de comunicar, con un aparente inclinación al papel como fuente de información en carácter de análisis. “Lo que se va a buscar en el diario papel es más análisis, más opiniones, más trabajos en profundidad que la noticia propiamente dicha que ya está no sólo en las webs, sino en las redes sociales”, afirmó Suárez, subdirector de 0223. Las opiniones son diversas y si bien grandes diarios del mundo como el New York Times siguen sosteniendo sus suplementos en papel, la tendencia apunta a que no será la norma para aquellos medios que quieran comenzar a incursionar en el mundo del periodismo.

Un medio nacido enteramente en lo digital es hoy la principal competencia del diario insignia de la ciudad, un ejemplo vivo de la transformación en las formas de comunicar y la necesidad de apostar a la reconversión. El diario digital 0223 goza en la actualidad de gran impacto entre los marplatenses, quienes interactúan con el contenido a través de las redes sociales. En suma, otro ejemplo de los impactos de la pandemia es el medio Bacap, conducido por Albertina Marquestau, que afirma que “Bacap nació en agosto del 2020 y desde el primer momento decidimos que tenía que ser un medio digital porque estábamos convencidos con quienes llevábamos adelante este proyecto de que es hora de dejar un poco de lado el papel”. Ambos son ejemplos que en distintas ciudades del país comenzaron a replicarse, muchos de ellos de la mano de periodistas que por años habían trabajado en las grandes redacciones en papel y que hoy apuestan a un nuevo lenguaje.

Mirá las entrevistas completas a Albertina Marquestau, directora de Bacap, Mariano Suárez, director de 0223 y Marcelo Pasetti, subdirector de La Capital:

Por lo tanto, se puede afirmar que si bien no hay luces visibles de la desaparición completa del diario en papel, es preciso apuntar a una transformación en su contenido para ajustarlo a un nuevo público objetivo. La primicia abandona a los viejos formatos para trasladarse a la rapidez del mundo digital, que vive el minuto a minuto y busca adaptarse rápidamente a los cambios en los hábitos de consumo de las audiencias de hoy.

 

*Estudiantes del MediaLab, primer Laboratorio de Redacción para Medios Digitales. Se trata de un sistema experimental que consiste en el trabajo periodístico, de producción propia, que desarrollan alumnos del Taller de Redacción para Medios Digitales, correspondiente a la Tecnicatura de Periodismo Digital que se dicta en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

También puede gustarle...

1 Respuesta

  1. Carolina dice:

    Tremendoooo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *