Mar Chiquita, el semillero de grandes deportistas

44° Campeonato Sudamericano de Atletismo U20-PER

 

Por Candela Laxalde*

 

En el trayecto hacia Mar del Plata por la Ruta 2, desde el kilómetro 323 en adelante, es cuestión de prestar un poco de atención al paisaje para comenzar a observar la pasión por el deporte que poseen los marchiquetenses. Polideportivos y estadios a los lados de la ruta, clásicos que se pelean hasta el último segundo, gigantografías y el monumento más grande del país a Diego Armando Maradona… Pero hoy no vamos a centrarnos en leyendas, o al menos no por ahora, sino que nos enfocaremos en los jóvenes talentos surgidos de los pueblos del pequeño partido, que tiene poco más de 20.000 habitantes.

General Pirán, Coronel Vidal, Vivoratá, Santa Clara del Mar, Mar de Cobo, son solo algunas de las localidades que conforman al partido en su mezcla de zona costera y mediterránea. En aquellos lugares, nacieron y/o vivieron deportistas de renombre que hemos visto en más de una ocasión “por la tele” con todo lo que eso -para nosotros, los de pueblo- significa. En esta oportunidad, hablaremos de quienes, cerca o lejos de casa, a una corta edad comenzaron a tachar algunas metas de sus listas.

 

Indiana Holgado: “La cuarentena me ayudó a fortalecerme, no sentí que me haya tirado abajo”

El primer caso es el de Indiana Holgado. Nacida en Mar del Plata, la joven de 19 años se mudó a una corta edad al partido de Mar Chiquita, donde transitó la mayor parte de su infancia y adolescencia, y donde vive hasta el día de hoy. “Nací en Mar del Plata pero a los 4 años me fui a vivir a Santa Clara del Mar, después me mudé a Atlántida y después a Mar de Cobo, que es donde estoy viviendo ahora”, comentó Indiana al iniciar su relato con una simpatía que la caracteriza. A los 9 años, un profesor de Educación Física de su colegio vio cualidades en ella para el Atletismo y sus padres comenzaron a llevarla a entrenar a Mar del Plata: “Así fue como arranqué y por suerte me gustó desde el principio”.

Desde pequeña, aún transitando sus años escolares, el deporte comenzó a abrirle nuevas oportunidades de competencias y viajes, que describió como “las mejores experiencias que le ha brindado el atletismo”. Luego de participar en los Juegos Bonaerenses y salir en primer lugar, clasificó a los Juegos Evita de nivel nacional. Posicionándose primera, tuvo la posibilidad de viajar a un Sudamericano de Menores y, sobre la experiencia, comentó: “Teníamos todos 11 o 12 años aproximadamente y yo creo que ese es el recuerdo más lindo. El viaje fue hermoso, fue conocer otros países, otras culturas, me encantó. Al ser tan chico ni te lo esperás, y conocer tantas cosas nuevas es una locura”.

Este año, con el regreso de los torneos luego de las pausas por la pandemia, su nombre comenzó a sonar en el partido ya que se conoció la noticia de que competiría en el Sudamericano Sub 20 de Atletismo, en Lima, Perú. Pero este torneo estaba lejos de ser su primera competencia internacional, y tampoco significaba su primera medalla: “El último torneo al que viajé fue este año, el Sudamericano de Perú, donde salí tercera en salto triple. Antes también estuve en Ecuador, Cuenca 2018, que también fue un Sudamericano, donde quedé segunda en salto en alto; y en 2017 estuve en el de Santiago de Chile, que también salí tercera, pero en salto en largo”.

¿Cómo dividís tus días para que te alcance el tiempo para entrenar?

Este año había empezado a estudiar Medicina y no me gustó, así que la dejé, y el año que viene empiezo Diseño Industrial. Hacer todo lo que me gusta y quiero es posible, en gran parte, gracias a mis papás. Ellos me llevan, me traen y hacen que las cosas sean más fáciles porque, si no fuera por ellos, los lunes, martes y jueves me tendría que tomar dos colectivos para ir a entrenar a Mar del Plata, son como dos horas de viaje, y sería mucho, así que la mitad de todo es gracias a ellos. Después, los días que no voy, entreno en casa, hago pesas, a veces cardio. También tengo una escuelita de mini atletismo acá en Mar de Cobo, y todo es en compañía de ellos que me van ayudando, yo tengo que entrenar nada más.

¿Te gustaría ser entrenadora en un futuro?

Yo al principio no sabía que me gustaba entrenar a otros hasta que Mar Chiquita me dio la posibilidad de entrenar a los nenes, y la verdad es que ahí encontré una parte de mí que me gusta. Es lindo estar interactuando con los más chicos, y en un futuro yo creo que eso me va a seguir gustando.

44° Campeonato Sudamericano de Atletismo U20-PER

¿Cómo es tu presente profesional?

En este momento estoy pasando por una lesión, por hacer tanto salto triple tengo un pie bastante mal y no sé si voy a poder seguir saltando. Entonces estoy buscando otra prueba, que sea por el lado de los lanzamientos. Estoy enfocándome en mejorar lo más posible en las partes que no soy tan fuerte porque lo mío era todo de piernas, de la cintura para abajo, y esto es más de brazos y eso.

De todas las disciplinas que probaste, ¿cuál fue la que más te gustó?

La disciplina que más me gustó es salto triple. Ahora estoy probando con jabalina que, si bien no es una prueba que implique la necesidad de fuerza, necesitas coordinar lo que es la velocidad porque no es un elemento muy pesado: la jabalina pesa 600gr. Entonces, eso a mí me da la posibilidad de hacer esa prueba.

Un momento difícil para todos los deportistas fue el que se vivió en 2020 donde, debido a las restricciones preventivas por la pandemia, muchos clubes, gimnasios y lugares de entrenamiento debieron permanecer un largo tiempo con sus puertas cerradas. Eso significó, en algunos casos, meses sin entrenar para quienes practican alguna disciplina. Sin embargo, Indiana se tomó la cuarentena con los mejores ánimos y decidió utilizar el tiempo para “fortalecer las partes donde era más débil”. Gracias al atletismo comentó que recibió una beca que le permitió alquilar una cama elástica para practicar las pruebas de saltos desde el patio de su casa: “Estaba como una hora y media o dos saltando y saltando, practicando en la cama elástica. Entonces, yo siento que por ese lado me benefició y no que me haya tirado abajo”.

Por último, en referencia a cómo vive el ser mujer en estos tiempos dentro del mundo del deporte, o más precisamente del atletismo, agregó: “No conozco en otros deportes pero, por el lado del atletismo, no sé si es porque los chicos están tan acostumbrados desde niños a verte así, en top, en calza corta, ¡que no te miran! Vos no te sentís mirada, no sentís que te están viendo raro. Podés estar ahí tranquila y no te sentís como acosada. Eso sí, salís de la pista y ya no salís así como estabas, te ponés incómoda pero al menos dentro del atletismo eso es super tranquilo. No te van a decir nada, es como que somos todos iguales”.

 

Agustín Espíndola: “Uno piensa tanto en su debut en primera que, cuando está ahí, no termina de asimilarlo”

El segundo caso nace en Coronel Vidal. ¿Desde qué edad jugás al fútbol? Fue la primera pregunta y Agustín Espíndola, hoy de 20 años, tuvo que tomarse unos segundos para acabar respondiendo: “Y, arranqué a jugar al fútbol no sé, juego desde que tengo memoria, siempre estuve con la pelota en los pies desde chiquito”. El típico sueño del pibe que, al encontrarse lejos de las oportunidades de las grandes ciudades, suele desvanecerse con el pasar de los años, aunque, en algunos casos, todo acaba saliendo bien.

Sus pasos en clubes locales fueron cortos, de pequeño jugó en Los Patos (Balcarce) y Sarmiento (Coronel Vidal). “Cuando me preguntaban de chiquito qué quería ser de grande, yo decía que quería jugar al fútbol. Igual que en el colegio, que cuando me preguntaban qué iba a estudiar, yo no me veía estudiando nada, porque sentía lo mío era el fútbol”, comentó quien, hace algunas semanas, hizo su debut profesional en la primera de Alvarado. Volviendo el tiempo atrás, su camino como futbolista tomó un giro rotundo cuando, en su adolescencia, tuvo la oportunidad de pasar del pueblo a la gran ciudad para comenzar su trayecto en las inferiores de River Plate: “De Los Patos me fui a River, ahí estuve casi dos años, jugué todo ese tiempo. Tuve la suerte de jugar un superclásico y fue una experiencia increíble, fue de lo mejor que me pasó”, exclamó con emoción en sus palabras.

Imagen oficial — Club Atlético River Plate

Finalizado su paso por “El Millonario”, probó suerte en Boedo y, pese a quedar en San Lorenzo, las cosas se complicaron cuando el club no le dio la pensión que necesitaba para permanecer lejos de casa. “Cuando estaba en Buenos Aires vivía con mi hermano pero, justo cuando me fui de River, mi hermano había recibido una oferta de otro país, que claramente aceptó, entonces yo dejé de vivir con él. Si bien mi hermano ya era jugador de primera, no tenía para bancarme un departamento y mi familia tampoco, entonces necesitaba que, si iba a un club, me dieran la pensión. Por eso no pude quedarme ahí en San Lorenzo”. Sin embargo, cuando todo parecía hacerse cuesta arriba, un llamado desde “La Feliz” volvió a activar las ilusiones: “Me llamaron de acá, de Aldosivi. Me dijeron que venga, que no hacía falta que me pruebe, que me querían. Lo pensé y dije bueno voy, además voy a estar cerca de Vidal y de mi familia, así que era una buena opción”.

¿Cómo fue esa experiencia en Aldosivi?

En Aldosivi estuve dos años y medio más o menos pero no llegué a debutar en primera. Encima hubo una época, un año más o menos, que casi ni jugué y eso me costó mucho. Primero me lesioné, tenía un esguince, pero lo más grave fue que cuando me hicieron el traspaso desde River. Me habían pasado mal los papeles y no pude estar fichado en AFA hasta el segundo mercado de pases, eso me hizo perder gran parte del torneo y me jugó bastante en contra.

Cuando culminó su paso por “El Tiburón” ocurrió lo inesperado: el clásico rival del equipo marplatense levantó el teléfono y se comunicó con Agustín para incorporarlo al equipo en la temporada de 2019. “Con el tema del pase a Alvarado salió todo bien, la verdad que desde que llegué fue todo mejor”, admitió. Aunque el folclore del fútbol dejaba expectante lo que podría suceder con un recién llegado “del otro lado de la vereda”, nada de lo que podría esperarse ocurrió: “me llevé muy bien con mis compañeros desde la entrada, la gente me trató muy bien y hoy en día estoy muy contento de haber venido. Es un ambiente muy lindo y muy sano. Ninguno de mis compañeros me dijo nada por el hecho de venir de Aldosivi, nunca estuve con personas del club que me dijeran algo negativo”.

Imagen oficial — Club Atlético Alvarado

Luego de algunos meses jugando el torneo de reserva, llegó el momento que cada chico que ha jugado a la pelota soñó algún día: el debut en primera. En formato podcast, se encuentra el relato imperdible sobre los acontecimientos previos a la salida a la cancha pero, además, recordó también aquel momento inolvidable como si lo estuviera viviendo en el mismo instante.

¿Cómo fueron los momentos previos al debut?

Fue una locura cuando llegamos al hotel en Buenos Aires, más que nada porque me tocó vivirlo con un compañero que nunca había estado en un hotel, pese que a toda su vida había jugado en el club. Yo, dentro de todo, por haber jugado AFA y por haber estado en River conocía más o menos los hoteles y no estaba tan sorprendido. Entonces, cuando entramos a la habitación, que estaba muy buena, ver la reacción de mi compañero fue re loco porque él estaba absolutamente encantado con todo. Ver eso fue re lindo también para mí porque toda esa situación hace que te des cuenta de todo lo que lograste. Quizás uno pasa por alto cosas que están muy buenas y ahí ves que otras personas lo valoran más. Cuando entramos a la habitación lo primero que hizo fue dejar el bolso ahí tirado, me abrazó y a mí me dieron ganas de llorar. Fue como un ‘lo logramos’. Me abrazó de una forma tan fuerte que fue algo súper lindo y me lo voy a acordar siempre.

Y el instante en que escuchaste tu nombre, ¿Cómo lo recordás?

Fue una locura, desde que me llamaron fue increíble. Si bien ya venía desde hace un tiempo entrenando con el primer equipo, me pasó que dos semanas antes habían llamado a un compañero y estaba la posibilidad de que lo citen. Entonces, estaba muy frustrado porque sentía que yo también me lo merecía y estuve esas dos semanas bastante decaído y, cuando menos lo esperé, me llamaron. Fue una locura, por la felicidad y por todo. No sabía qué hacer porque uno piensa tanto en ese momento que, cuando está ahí, no termina de asimilarlo. En la parte en la que te llaman a entrar te agarra una sensación de calor que es hermoso, por más que quizás no fue mi mejor desempeño, no me lo olvido más. Además ese día que debuté, la cantidad de gente que me habló fue increíble, gente que yo pensaba que le caía mal, gente que nunca esperé que me hable, me habló para felicitarme y para apoyarme. La noche previa al partido que estábamos en el hotel tuve que poner el celular en silencio porque no paraban de llegarme mensajes y tenía que dormir.

Si tuvieras que hacer un Top 3, ¿Cuáles fueron los mejores momentos que te regaló el fútbol?

Tengo muchos pero obviamente el principal fue el debut. Después también un partido cuando estaba en River, yo venía de tener un entrenamiento y una semana muy mala y me tocó ir al banco. Íbamos perdiendo con Gimnasia, entré, me pusieron muy poco tiempo, creo que fueron los últimos 5 y me tocó hacer dos goles. Creo que fueron los mejores que hice, fue una locura porque después tenía a todos mis compañeros felicitándome y aparte con ese triunfo quedábamos primeros en la tabla. Fue hermoso, ese fue un gran día y lo mismo con Alvarado. Este último torneo íbamos perdiendo y metí dos goles a lo último, clasificamos a la zona de campeonato y fue muy importante también.

Está de más decir que la vida del deportista no solo son momentos de disfrute pleno, sino que también existe esfuerzo y muchos sacrificios por detrás. Agustín afirmó, sin dudas, que le gusta la vida de futbolista, pero también admitió que, por la misma, debió y debe dejar muchas cosas en el camino. Lo que se extraña es no poder hacer cosas que podés hacer en una ‘vida normal’. No se puede salir mucho, no podés juntarte con amigos de noche, te perdés muchas cosas, te perdés cumpleaños y eventos familiares, pero es lo que me gusta. Siempre hay que hacer algún sacrificio y además nunca me imagine haciendo otra cosa”.

Pese a todos estos desafíos, ¿te gusta la vida de futbolista?

Me gusta la vida de futbolista, quizás a veces no podés comer algo que te da ganas, porque te tenés que cuidar o porque trabajas con tu cuerpo. Esos también son sacrificios, pero después también se vuelve un hábito el comer bien, el cuidarse, el descansar, son cosas fundamentales, la disciplina, el tener buenos hábitos y la verdad que lo disfruto mucho. Lo que más extraño es a mi familia, el poder hacer cosas con ellos más seguido, pero con lo demás estoy muy conforme.

 

Luján Moreno: “Es un montón salir de un pueblo chico y llegar a representar a la Provincia”

La tercera entrevistada fue la piranense María Luján Moreno. Ella practica gimnasia artística desde los 7 años y, hace poco más de un mes, representó a la Provincia de Buenos Aires en el Torneo Nacional Federativo en Resistencia, Chaco. Una historia de esfuerzo y superación en la que demuestra que, al final, todo llega.

Con nervios de por medio, Luján comenzó su historia comentando que en 2020, debido a la pandemia, había pensado en dejar la gimnasia artística luego de 12 años de entrenamientos y competencias. “El año pasado me había puesto en la cabeza que iba a dejar por el tema de la pandemia y demás… Y cuando las cosas mejoraron, surgió así como así, el tema de volver a entrenar pero normalmente no con el fin de volver a competir”. Con el regreso de sus compañeras, Enya y Florencia, se propusieron volver a entrenar en un nivel competitivo y, casi sin esperarlo, acabaron llegando al Torneo Nacional. “En el grupo somos ocho, Sofia, Yanella, Florencia, Enya, Delfina, Milena, Ameli y yo, pero las que terminamos clasificando al Nacional fuimos cinco”.

En cada relato, nunca dejó pasar desapercibida la importancia del compañerismo en equipo, el apoyo de compañeras y sus profesoras, Macarena y Yésica, quienes ocupan un importante lugar en cada uno de sus logros. “Los mejores torneos son donde te federan porque ahí competís con otras provincias pero igualmente todos los torneos son importantes, porque en todos aprendés, aprendés en lo personal, en lo gimnástico, y lo más importante es que siempre vamos en grupo, nos acompañamos… Es importante no dejar a ninguna chica sola si se siente mal, apoyarla si está nerviosa, creo que eso es lo más importante de los torneos. Ahí se ve el compañerismo que hay en el grupo”, expuso.

¿Cómo fue camino hasta la participación en el Torneo Nacional?

Primero tuvimos dos torneos en La Lucila del Mar que eran clasificatorios y, si te iba bien, clasificabas al Nacional. Cuando clasificamos las cinco tuvimos que empezar a trabajar para juntar el dinero porque teníamos que pagarnos los viáticos y la inscripción. Estuvimos un mes recaudando a full y preparándonos, teníamos que no solo pensar en recaudar, sino también ver en qué podíamos mejorar, teniendo como referencia los torneos anteriores.

Delegación de Gimnasia Artística en el Torneo Nacional Federativo.

¿Cómo lo viviste vos, personalmente?

Por mi parte nunca antes había podido clasificar, así que fue una re linda experiencia: el encontrarte con otras chicas y nuestro compañerismo. Enya y yo tuvimos la posibilidad de ingresar al Equipo Bonaerense donde están las seis mejores notas, entonces vos ahí competís por equipo, es aparte de lo individual, pero siempre representando a la Provincia de Buenos Aires. Y eso fue un boom. Yo pensaba ‘¿en serio clasifiqué?’, es un montón salir de un pueblo chico y llegar a representar a la Provincia. Fue una semana entera en Resistencia y todos los días habían diferentes competencias.

Finalizado el torneo, ¿Cuáles fueron tus logros?

En mi categoría, C2 Mayor, salí Subcampeona Nacional en Paralelas. Después, por la sumatoria de las notas que tuvimos por los diferentes aparatos, en el equipo de seis que se conformó nos consagramos Campeonas Nacionales por equipo.

Resultaba extraño oír que, en la categoría de mayores en General Pirán, las edades promedio rondaban entre los 19 y 23 años. A lo que respondió que, pese a que no hay una edad determinada para dejar esta disciplina, la mayoría de las practicantes deciden acabar su carrera deportiva a los 18 años, cuando deben dejar el pueblo para irse a estudiar. “A nosotras nos pasó eso pero justo con la pandemia, como ahora es casi todo virtual, tuvimos tiempo para seguir entrenando”. Además, lo ocurrido en 2020 lo tomó como algo positivo: “Desde mi punto de vista fue bastante bueno el dejar de entrenar en pandemia, porque lo tomé como un descanso. Por ahí, durante todos estos años entrenaba tres veces por semana, dos horas y media o tres, o cuando se acercaban los torneos eran cinco veces por semana. Entonces, es como que estaba muy metida en eso. Bajar un poco y enfocarme más en mi carrera estuvo bueno. Cuando volví a entrenar, volví más tranquila y lo disfruté más”.

¿Qué importancia tiene la parte mental en este deporte?

Lo mental juega un papel importante, depende cómo seas vos también, por ahí sos muy nerviosa y eso te juega en contra. Quizás en el entrenamiento te sentís re bien y cuando llegas al torneo empezás a fijarte en las notas y eso te poner nerviosa, eso es algo que no hay que hace pero es complicado igualmente no fijarte cómo les fue a las demás. Vos competís para vos pero a veces también querés superarte y superar a otras. En sí, lo mental tiene una parte muy importante pero tenés que saber controlarlo. Ahí tiene mucha importancia el equipo, el estar siempre acompañadas de compañeras y de profes, en mi caso también tengo el apoyo de mis papás, que siempre estuvieron y me siguen acompañando en cada momento y torneo.

Luján, actualmente, estudia el Profesorado de Educación Física en el ISFDyT N°63 de Coronel Vidal y, aunque es complicado, logró ordenar su vida para que las 24 horas del día le sean suficientes. “A la mañana trabajo en un gimnasio, salgo y capaz estoy media hora en casa, me voy a Vidal a cursar presencial hasta las 17hs, meriendo algo rápido y me voy a entrenar hasta tipo 21hs. No tengo un día para decir ‘hoy me relajo’, recién ahora que terminé un poco con las cursadas puedo hacerlo”. De todas maneras, admitió que siempre hay algo que sacrificar: “Hasta hace unas semanas no podía ni dormir la siesta, cosa que me encanta hacer. Obvio también se dejan más cosas de lado, pero porque lo querés hacer. También obvio me ha pasado, durante la semana, decir ‘basta, estoy cansada’, y me he tomado ese día para mí”.

Finalizando su relato, expuso cuáles son sus prioridades al día de hoy y cómo tiene pensado continuar a futuro: “Bueno, yo ya había pensado en dejar el año pasado, y este año sí creo que va a ser el último. No creo que siga, quiero disfrutar otras cosas también. Ya disfruté esto, me encanta, lo voy a extrañar obvio porque es algo que hacía todos los días, pero siento que llegó la hora de cerrar el ciclo”. Por último, agregó la importancia que tuvo su participación en el Torneo Nacional para tomar la decisión: “Con todo esto que me pasó en el último torneo pienso que todo lo tenía que vivir lo viví. Ahora quiero dedicarme un poquito más a mí, hacer otras cosas que quizás en otros momentos no las pude hacer, enfocarme más en mi carrera que ya estoy en tercer año y también quiero probar cosas nuevas. Me gustaría entrenar a otras chicas, es algo que tengo en mi lista. Estaría bueno aprender un poquito más desde el otro lado, no sé si se podrá, si surgirá el momento, pero me gustaría. Vamos a ver qué pasa en estos años”.

Las historias de tres deportistas marchiquitenses contadas con sus propias palabras. En Youtube, encontrás todo el material extra en formato podcast y video.

 

*Estudiantes del MediaLab, primer Laboratorio de Redacción para Medios Digitales. Se trata de un sistema experimental que consiste en el trabajo periodístico, de producción propia, que desarrollan alumnos del Taller de Contenidos en Redes Sociales, correspondiente a la Tecnicatura de Periodismo Digital que se dicta en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

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