Expansión de la consciencia en la cárcel, un camino a la reinserción social
Por Sol Rivetta*
Programa Gaia es un taller para la reinserción social que se desarrolla en la unidad penal XV de varones y Nº 50, femenina, en Batán. Se trabajan herramientas para el autoconocimiento y la expansión de la conciencia con mecanismos como las constelaciones estructurales y familiares, biodescodificación, coaching, lógica global convergente y programación neurolingüística.
“La consciencia es desde donde aprendemos para qué sirven las experiencias y se accede a ella a través de diferentes mecánicas”, explica Mariana Irianni, Jueza suplente del Cuerpo de Magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires y desarrolladora del Programa Gaia de reinserción social a través de mecanismos de expansión de la conciencia.
Cada viernes concurre al penal para desarrollar estas herramientas con las personas privadas de su libertad por diferentes delitos y que participan voluntariamente del taller dispuestos a trabajar el abordaje sistémico de la conciencia con el fin de ampliar la auto-observación y la percepción del tiempo y espacio que son determinantes de la sobre patrones repetitivos de conducta ilícita. Esta es una herramienta que ha dado excelentes resultados integrando y se complementa además técnicas de Coaching Ontológicos y Programadores Neurolingüísticos, para la instalación sostenida de nuevos modelos mentales a través de la biodescodificación.
El equipo está conformado por profesionales que son voluntarios en el marco del proyecto. Fabiana Asunción García, consteladora estructural explica que “la palabra constelar viene de configurar, ubicar, entonces las constelaciones son una herramienta mediante la cual se ubican elementos, que existían cuando queda una situación inconclusa o no comprendida. Se traen esos elementos internos al espacio para representar al grupo familiar y cómo afecta al comportamiento de la persona”. A pesar de no ser una terapia tradicional explica que ”el resultado del encuentro de una constelación es sentir como que estuviste en una terapia”. Es a través de la percepción representativa que una persona se comporta como otra en una situación de constelación familiar.
Asimismo, el proyecto de intervención resocializadora no da acceso a ningún tipo de beneficio extra en sus procesos judiciales, los voluntarios conocen que la participación en el proyecto tiene únicamente como finalidad el trabajo personal para rediseñarse a sí mismo con el fin de retornar al ámbito libre con mayor soltura, integridad, buena conducta dentro y fuera del penal.
Como tantos otros contextos sociales en Argentina, el sistema penitenciario se encuentra pobre, viciado y superpoblado. Además de ser obsoleto porque la idea de reinserción social no es puesta en práctica por carecer de herramientas, no hay recursos, tampoco voluntad excepto por dinámicas disruptivas como proyecto Gaia. La mayor parte de las personas que están en la cárcel han vivido y crecido en contextos muy complejos. Asimismo, lejos de justificarlos, estas prácticas focalizadas en la auto-observación pueden ser un oasis en el desierto de una dura realidad.
Cuando se comenzó a poner en práctica el programa en 2018, con la iniciativa de Irianni junto a Fabiana Asunción García y Angela Gutierrez, también se desarrolló un proyecto de investigación y protocolo de intervención que realizaron dos investigadores del CONICET, Martin Manuel Ledesma (Dr. En Ciencias Bioquímicas, UBA. Especialista en estadística. Becario posdoctoral del CONICET) y Alejandro Ferrari, (Dr. en Ciencias Bioquímicas en la UBA. Especialista en Educación Superior. Investigador adjunto del CONICET) que por medio de un análisis estadístico-cuantitativo fundamentó la práctica con dos objetivos, el primero fue definir el éxito de las constelaciones estructurales y el segundo fue analizar las características diferenciales que poseen las internas que participan de las constelaciones de las que no.
Las primeras experiencias se complementan con los datos estadísticos y la investigación correspondiente definiendo que a partir de la empatía de las participantes se constató un notable avance en su comportamiento. Además, con dicha investigación se lograron identificar dos variables que se asociaron significativamente con la participación en el programa de constelaciones. Tanto la reacción ante eventos positivos como el número de actividades nuevas empezadas son mayores en las personas que participan de las constelaciones.
En principio se desarrolló en el penal femenino donde la recepción de la propuesta fue excelente. “Cada semana se sumaban más personas” comentó García, y agregó “se notaron los cambios rápidamente, la mujeres comenzaron a tener una convivencia más pacífica, armoniosa”. Más tarde se formó un equipo para concurrir dos viernes por mes a la UP XV, masculina, donde: “Los resultados superaron todas las expectativas” según expresó Irianni.
Algunos testimonios de personas privadas de su libertad dan cuenta de ello:
“Hubo un cambio, siento alivio… Fue demasiado sensitivo”, Carlos
“Lo que pasa ahora no ha pasado nunca… La mentira se terminó”, Juan
“Comprendí que la ley te saca de un lugar de conflicto”, Fabian
Paulatinamente se fue observando una mejoría en las relaciones y vínculos generales, tanto dentro de la institución como en sus grupos familiares. También se generó una mejoría de la conducta interna con disminución en los índices de violencia intracarcelarios que a su vez generó una menor cantidad de sanciones disciplinarias.
“Se están plantando semillas de plantas que no existen”
Representa Iriani y agrega que “en principio fue un obstáculo combinar estas mecánicas con una ciencia tan concreta como es el derecho”.
Actualmente se formó un equipo integrado por más de 20 voluntarios, entre consteladores, coaches, PNL, biodanza, trabajo social y comunicadora. Algunos involucrados en el penal femenino y otros en el masculino. Se está trabajando de manera coordinada con egresados de programación neurolingüística (PNL), ya que la cárcel es una oportunidad de practicar y hacer una residencia. El PNL propicia la inclusión de personas en situación de vulnerabilidad a quienes se les brinda acompañamiento de Coaches que los ayudan en el cambio de mentalidad, la identificación de creencias y valores limitantes, la confianza y empatía.
Además los estudiantes de trabajo social, son parte fundamental para acompañar a las personas que circunstancialmente terminan su condena y quedan en libertad. Con el objetivo de que logren seguir aplicando lo adquirido en el taller y finalmente insertarse en la sociedad.
Por otra parte, también, se trabajan dinámicas como la biodanza que es un sistema de integración humana, renovación orgánica, reeducación afectiva y re-aprendizaje de las funciones originarias de la vida. Su metodología consiste en inducir vivencias integradoras y sensibilizadoras, por medio de la música, el canto, el movimiento (danza) y situaciones de encuentro en grupo.
Las constelaciones estructurales son una metodología de simulación grupal que en el siguiente podcast están explicadas por Fabiana Asuncion Garcia de manera clara y reflexiva.
Fundación Dar Salud
Antonella Galeano Tivani es facilitadora en biodanza y presidenta de la Fundación Dar Salud que trabaja con un alto nivel de compromiso en la Formación, Prevención y Concientización en las áreas de salud y educación. Galeano Tivani, explica que: “se integraron al programa Gaia aportando un marco legal a través de la fundación y además brindando talleres de Biodanza en el penal con otras facilitadoras de biodanza, Sofía y Veronica”. También se integraron al proyecto voluntarias de la tecnicatura en acompañante terapéutico y de trabajo social, que además de visitar y realizar talleres en la cárcel, comenzaron un programa de acompañamiento para brindar apoyo y contención en la reinserción social de las personas que eventualmente recuperan su libertad. Además, “se integró también gente maravillosa como Valeria Kuriger y Federico Malagutti que son consteladores familiares y muchos más”.
El papel de la fundación es relevante porque impulsó un Convenio de Cooperación con la Subsecretaría de Política Penitenciaria del Ministerio de Justicia de la Provincia de Buenos Aires. La fundación Dar Salud se creó en el año 2015 “para dar terapias complementarias que puedan mejorar la salud de las personas” explica Galeano Tivani. La fundación tiene como misión educar para una cultura humanizadora de la salud y brinda un espacio para charlas, talleres y cursos dirigidos a toda la comunidad. Su objetivo principal son tres grandes áreas, salud, educación y programas de impacto social a través de herramientas complementarias como la biodanza, constelaciones familiares, PNL. “Trajimos a dar charlas a personalidades muy importantes de estos campos, como Christophe Richart Carrozza que es discipulo de Alejandro Jodorowsky (creador de la psicomagia, mezcla de chamanismo, teatro y psicoanálisis)”.
Se impulsó la creación del Instituto de Educación Superior Juana Azurduy (dipregep 8556 / 8543) dedicado a formar profesionales de la salud con una marcada vocación humanística y además “desarrollamos programas con un alto impacto social donde convergen las áreas de salud y educación” agrega Galeano Tivani.
En cuanto a los programas de impacto social, es ahí donde se enmarca el programa GAIA y donde de la misma manera se desarrollan programas de capacitación e inserción laboral, de alfabetización digital y también la colaboración con el proyectos de extensión de la Universidad Nacional de Mar del Plata, “Manos que danzan”.
La Fundación Dar Salud ha ganado premios y reconocimientos, uno de ellos “a la transparencia y la solidaridad” otorgado por la Federación de Fundaciones Argentinas y son miembros de la red de cooperación internacional, (RACI) que es una federación compuesta por más de 150 Organizaciones de la Sociedad Civil. Galeano Tivani concluye: “Es muy importante el trabajo en red, fortalece el trabajo de la organizaciones, a través de ellas se pueden conseguir subsidios y además está el lema: cooperar para competir”.
La labor social dentro del penal
Iara Muriel Almada es estudiante avanzada de la licenciatura en trabajo social en la UNMdP, en el marco de las prácticas profesionales de último año de la carrera eligió hacerlas en el campo de la justicia, en la UP XV. Explica cómo se originó su participación en el proyecto Gaia “realice mis prácticas dentro del penal y generé un gran vínculo con las trabajadoras sociales Nancy Caballeros y Guadalupe Arvisa, ellas conocen el trabajo de Mariana Irianni y me recomendaron con ella”.
Las particularidades de las dinámicas llevadas a cabo a través de la la experiencia nutrió de forma muy notoria su formación académica, “tomé y visualice la unidad penal desde otro punto de vista, estaba acostumbrada a cuestiones relacionadas al contexto, a lo político, social y lo económico enfocado desde la demanda, lo problemático entonces la mirada que me propuso Gaia era totalmente diferente”.
Las intervenciones en la cárcel suelen ser abordadas desde la psicología, la terapia ocupacional, la enfermería y el trabajo social, en cambio sobre el acercamiento a otras disciplinas como la lógica, la física, la biodanza, Almada expresa que: “Conocer estas herramientas y vivenciarlas en cada taller me permitió ampliar mi mirada y darme cuenta de que las personas con las que trabajamos ya sean personas privadas de la libertad o no, es necesario que tengan una intervención integral, holística”.
“Las interacciones entre personas siempre generan movimientos y dentro de lo que son los talleres y en las constelaciones familiares al hablar de cuestiones relacionadas a la familia , los vínculos , enojos, culpas, son cuestiones que inevitablemente movilizan a las personas tanto que están constelando cómo la gente presente alrededor que visualiza la constelación”. Y agrega: “Poder poner en palabras, poder llorar genera transformaciones importantes, aunque considero que debe ser acompañado desde una mirada social”. Considera que los cambios logrados y los buenos resultados son visibles y notorios pero deben estar complementados con otras disciplinas y otras miradas, “las persona que resuelven conflictos internos y con gente externa también necesita del aspecto socio-económico, que debe estar dentro de los cambios necesarios, porque hay cuestiones sociales y derechos básicos que deben estar cubiertos” y explica: “algo que me quedo muy claro de participar de los talleres es que lo que se genera dentro de la dinámica se multiplica por fuera de la misma”.
Los últimos tres años de formación académica se dedicó íntegramente al estudio del sistema penitenciario, al sistema bonaerense en particular, “todos mis trabajos, evaluaciones e investigaciones y además participé en la escritura de un libro, haciendo un análisis en relación a las personas privadas de su libertad y los medios de comunicación en el contexto de las excarcelaciones por la pandemia de Covid -19“. Asimismo participa y co-coordina el espacio de los comité de pacificación, los grupos de comité de prevención y resolución de conflictos y el comité de rehabilitación de conductas tóxicas.
En medio de un contexto social tan complejo para abordar y comunicar sobre personas que por haber cometido un delito o estar en procesos judiciales hasta determinar su culpabilidad o inocencia, es importante destacar la labor que se desarrolla en la cárcel a través del proyecto Gaia y las implicancias de impacto social destacables que persigue.
*Estudiantes del MediaLab, primer Laboratorio de Redacción para Medios Digitales. Se trata de un sistema experimental que consiste en el trabajo periodístico, de producción propia, que desarrollan alumnos del Taller de Redacción para Medios Digitales, correspondiente a la Tecnicatura de Periodismo Digital que se dicta en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata.