Un libro recorre la historia de las marcas deportivas y reconstruye las vidas de sus creadores

 

Por Martín Kobse*

Los hermanos Dassler, Adolf y Rudolf, eran dos zapateros apasionados por diferentes deportes. Antes de la Segunda Guerra Mundial ya diseñaban y fabricaban botines de fútbol y calzado para la práctica del atletismo. Concluida la  contienda bélica, ambos se acusaron de colaboracionistas del nazismo –si bien eludieron investigaciones y causas que podrían haberlos condenado a prisión, nunca aventaron las sospechas que los sindicaban como miembros de las SS de Adolf Hitler-, dividieron la empresa que habían erigido y emprendieron sus propios caminos. Adolf, apodado Adi, creó la marca de las tres tiras; Rudolf, conocido como el puma, fundó la otra gran marca deportiva de Alemania. Ambas estaban en el mismo pueblo, de cada lado el río Aurach. La mitad de sus habitantes trabajaba en una empresa y vestía la indumentaria correspondiente; la otra, cumplía funciones en la rival, vestida con la ropa que los identificaba en el ahora célebre pueblo de Herzogenaurach.

La empresa Tiger es el origen de las otras dos marcas que desde la década del ´80 vienen disputando la supremacía mundial con Adidas: Asics y Nike. Tiger fue fundada por Kihachiro Onitsiuka, un pobre y abnegado japonés que después de la Segunda Guerra Mundial comenzó a fabricar calzado deportivo. Su distribuidor en Estados Unidos, desde comienzos de los ´70, fue Phil Knight, un joven contador que había incursionado en el atletismo y mantenía vínculos con entrenadores y deportistas de su país. Cuando la empresa japonesa comenzó a pisar fuerte en el mercado estadounidense, Knight decidió crear su propia marca.

Con una importante cantidad de zapatillas a punto de salir de la fábrica, el joven y audaz empresario debía elegir un nombre y un ícono para sus productos. El de la diosa griega de la victoria, Nike, y el swoosh que hoy todo el mundo identifica fueron los elegidos, más por urgencia que por convencimiento. A Knight, el logo y el nombre no terminaban de gustarle, pero como no tenía más tiempo se resignó y echó todo a suerte o verdad. Nike no tardaría en transformarse en la marca de zapatillas número uno de los Estados Unidos, primero, y en el mundo poco tiempo después.

Esa supremacía se la arrebató otra empresa estadounidense, pero de origen británico: Reebok. Surgida en el siglo XIX en Bolton, la empresa fue adquirida en los ´80 por un visionario llamado Stephen Rubin, que con 77 mil dólares compró las ruinas de lo que había sido una marca prestigiosa en los ´60, principalmente con la fabricación de unas botitas del estilo de las que usaban The Beatles. En poco tiempo y gracias a un calzado destinado exclusivamente a las mujeres –no tenidas en cuenta hasta entonces en el diseño y lanzamiento de los nuevos modelos de las marcas de vanguardia-, Reebok destronó a Nike e incluso desplazó a Adidas del primer lugar en facturación. Finalmente, la empresa surgida en Bolton y consolidada en Boston fue absorbida por Adidas.

Palopoli explica con claridad cómo Adidas y Puma hicieron punta con el auspicio de deportistas exitosos. Todo comenzó en los ´50 con la entrega de pares de calzado de regalo, pasando por la entrega de sobres con dinero  recordemos que la mayoría de los deportes eran amateurs y las federaciones eran muy severas al castigar a quienes lucraban con su actividad-, hasta llegar a los contratos de auspicios. Uno de los primeros en firmar uno fue Pelé, que tenía como cláusula ingresar a los campos de juego con los cordones desatados para que cuando se agachara a atarlos todas las cámaras mostrarán sus botines Puma.

Fue Adidas la primera en pasar del calzado a la indumentaria, aunque esa expansión recibió mucha resistencia de Adi Dassler y sus más conservadores allegados. En principio, para evitar conflictos con ellos, el hijo mayor de Adi fundó y compró otras marcas para expandir el negocio. Arena, para las mallas y gorras de natación, y Le Coq Sportif para otras prendas.

En el último capítulo del libro, el autor traza un mapa de la actualidad de las marcas deportivas, con la aparición de muchas dedicadas específicamente a un deporte, como el surf o el tenis, y analiza el efecto de las marcas y la publicidad en el consumo masivo.

*Martín Kobse es un reconocido periodista y escritor. Recientemente publicó su último trabajo “A un ladrido de la humanidad”. Además, conduce el ciclo televisivo “Los otros libros” en Canal Universidad.

Los Otros Libros

Canal Universidad lleva a cabo desde hace varias temporadas un ciclo televisivo que se ha convertido en un espacio de referencia del mundo editorial de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP).

Con la intención de generar un espacio de diálogo ameno, en el que se abordaron distintas temáticas vinculadas al perfil personal y profesional de cada invitado. Los Otros Libros de la mano del periodista Martin Kobse como conductor, invita a conocer a los autores y autoras que escriben e investigan en la UNMDP.

En un Especial Feria del Libro 2021, Kobse dialogó con Carlos Balmaceda, autor de Mi mamá y Stephen Hawking. El libro cuenta el modo en que el autor intenta reavivar la memoria de su madre mediante una experiencia de estimulación cognitiva inspirada en ideas del famoso científico inglés. Lo desvela una pregunta crucial: ¿Existe un hilo intangible que nos mantendrá ligados a los seres que amamos más allá del tiempo, la distancia y el olvido?

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