Bajo rendimiento y falta de motivación, las principales problemáticas pandémicas de estudiantes universitarios

Foto ilustrativa: TELAM

 

Luego de un 2020 con virtualidad plena en el ámbito universitario y un 2021 con una modalidad híbrida, que incluyó algunos encuentros presenciales para actividades especiales pero que mantuvo las clases teóricas, prácticas y exámenes a través de las pantallas, se realizaron estudios acerca de la motivación y el rendimiento de los estudiantes. Lejos de ser algo inesperado, la situación de adaptarse a una nueva normalidad también conlleva complicaciones para aquellos que se encuentran transitando sus estudios universitarios.

Portal Universidad dialogó con Eugenio Actis Di Pasquale, Docente y Director del Grupo de Estudios del Trabajo del Centro de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional de Mar del Plata, quien realizó un informe acerca de las actitudes motivacionales de los estudiantes a partir de una encuesta realizada a quienes cursaron la cátedra “Introducción a la Economía” durante el primer cuatrimestre del 2021.

El incentivo inicial para comenzar con este proyecto fue hace aproximadamente 10 años, cuando Actis Di Pasquale realizó la Especialización en Docencia Universitaria. “Como una parte de mi tesis fue estudiar este aspecto de los estudiantes, siempre tuve el interés de volver a analizar este tema y se me ocurrió hacerlo en este contexto de pandemia, de aislamiento y de clases en forma remota”, aseguró.

En este sentido, poner atención a este tópico en medio de un contexto con tanta incertidumbre estuvo relacionado a cómo el docente percibía las actitudes de sus estudiantes a través de las pantallas. “El 2020 tuvo un porcentaje de promocionados similar al de años anteriores, pero en el 2021 hubo un rendimiento mucho más bajo comparado al de los últimos años. Si bien hay muchos factores que pueden influir en eso, la actitud motivacional representa una gran parte de ello”.

El 2020 tuvo un porcentaje de promocionados similar al de años anteriores, pero en el 2021 hubo un rendimiento mucho más bajo comparado al de los últimos años.

La encuesta fue respondida por 210 estudiantes de manera virtual y se llevó a cabo a partir de la metodología “MSLQ”, que incluye el test de confiabilidad α de Cronbach, los test de medias U de Mann-Whitney y H de Kruskal Wallis y el coeficiente de correlación de Pearson. En este sentido, el especialista explicó que “la consistencia interna del cuestionario es elevada, por ende, resulta confiable“.

Entre los principales resultados obtenidos, “podemos afirmar que los valores más preocupantes se encuentran en el nivel de motivación extrínseca y de ansiedad, los cuales se encuentran asociados inversamente con el rendimiento académico”, planteó.

Con respecto al nivel de ansiedad, los datos confirman que “es muy alto frente a los exámenes y esto tiene una correlación inversa muy fuerte con el rendimiento académico. Es decir, a mayor nivel de ansiedad, peor rendimiento académico. Y lo vemos en que, la mayor parte de los que desaprobaron la materia, tenían un nivel de ansiedad muy alto”.

La mayor parte de los que desaprobaron la materia, tenían un nivel de ansiedad muy alto.

Si bien este parámetro no implica la totalidad donde uno encuentra la causa y el efecto que condicionaría el rendimiento, Actis Di Pasquale indicó que “es uno de los factores para seguir investigando junto con demás análisis para saber si es el que más peso tiene”.

En cuanto a la motivación, “hay metas de orientación intrínseca y extrínseca. La primera significa que estudian por lo que les reviste el propio estudio y porque les interesa lo que están haciendo. Por el contrario, una meta de orientación extrínseca implica que buscan demostrarle a alguien la nota que se sacan o que estudian esa carrera para probarse frente a la familia. En este caso descubrimos que, si bien no es que tiene que ser alta, la motivación extrínseca da muy baja a comparación de otros estudios, lo cual habría que seguir investigando“, resaltó.

Por último, aquellos casos de personas que tienen bajo su cuidado a menores o adultos mayores, “principalmente mujeres, tenían un menor control en las tareas de aprendizaje y menor cantidad de creencias de autosuficiencia. Eso también tiene que ver con los tiempos que le podían dedicar al estudio, sobre todo en un contexto de pandemia donde muchos colegios no se incorporaron totalmente a la presencialidad”, afirmó. 

Con estos resultados, el docente aseguró que la investigación fue necesaria para abordar el siguiente objetivo: lograr aprendizajes significativos. En este contexto, adquiere especial importancia que el material que den los docentes tenga significatividad lógica y psicológica. “El último eje del estudio sería la motivación pero, si esa motivación es baja, los docentes tenemos la responsabilidad de buscar estrategias de aprendizaje que la incrementen”, reveló.

Si esa motivación es baja, los docentes tenemos la responsabilidad de buscar estrategias de aprendizaje que la incrementen.

Tras un primer diagnóstico “para acercarnos a lo que le pasa a los estudiantes”, el desafío ahora es incorporar este proyecto de manera transversal a la cátedra, “porque todos los años tenemos nuevos estudiantes. Si bien hacemos muchas cosas dentro del cargo docente, podríamos hacer este seguimiento y buscar soluciones para mejorar las prácticas docentes y conseguir aprendizajes significativos“, detalló Actis Di Pasquale.

Por último, y luego de un agradecimiento especial a los estudiantes por responder la encuesta, destacó que “hubo mucho interés y algunos incluso nos mandaron mensajes por el Campus, porque sintieron que uno como docente está preocupándose por cómo se sienten y por ver qué les pasa. No lo tomaron como un requisito para cumplir con la cátedra, ven que realmente hay un interés para mejorar la práctica”.

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