“La tecnología es un medio muy útil pero están apareciendo patologías que antes no las teníamos”

 

La pandemia llevó a millones de personas a encerrarse en sus hogares con un fuerte aliado: la tecnología. Desde hace años, el uso de los dispositivos tecnológicos en los más chicos fue creciendo ampliamente y comenzaron a aparecer nuevos interrogantes ante los aspectos negativos que estas acciones conllevan.

Se puede observar la dependencia constante a las pantallas que tienen muchos niños y esto se ve reflejado en un aislamiento social que afecta a su crecimiento. Por otro lado, el uso excesivo de la tecnología puede generar modificaciones en el desarrollo de la columna vertebral.

Portal Universidad dialogó con Enrique Bovier, Médico especialista de columna, Coordinador de la Unidad Raquimedular del Hospital Oscar Alende y docente de la cátedra de Clínica Quirúrgica y Emergentología de la Escuela Superior de Medicina de la Universidad Nacional de Mar del Plata, sobre los problemas a corto y largo plazo que generan las malas posiciones en la columna.

El desarrollo de la columna en los más chicos “tiene un período de mayor crecimiento y rapidez en la pubertad y la preadolescencia. Y esta etapa coincide con varios factores sociales que la están aquejando hoy en día”, comentó.

El especialista explicó que el principal factor social es el sedentarismo, es decir, “la falta de actividad física en los más chicos. Están mucho tiempo encerrados en sus habitaciones, en malas posiciones con celulares, tablets o consolas y todo esto hace que se genere una atrofia muscular que a la larga va modificando la postura”.

En el caso de los síntomas que pueden aparecer, Bovier indicó que “son los dolores a nivel de la columna dorsal y cervical. Esto está de la mano con el sedentarismo, la falta de actividad física, la atrofia muscular y las posiciones viciosas”. A lo que agregó que “muchas veces lo que ocurre es que si uno mantiene estas posturas pueden generarse, después del crecimiento y en la etapa adulta, una estructuración de estas lesiones. Por eso uno tiene que hacer hincapié en sacarlos de la cama y hacer una actividad física para prevenirlas”.

“Hoy en día, lamentablemente, la tecnología es un medio muy útil pero están apareciendo patologías que antes no las teníamos”, destacó.

Por otro lado, en los adultos hay consecuencias a corto y largo plazo. “Las posturas viciosas de la cabeza hacia delante modifica las curvas fisiológicas de la columna cervical y eso termina generando contracturas o lesiones de los discos”, mencionó.

Una mala postura conlleva el dolor y la limitación en la vida diaria. El especialista explicó que “el paciente empieza con tratamientos paliativos, los más fácil es medicarse, y después recurren a la consulta cuando no tienen una respuesta. Yo los veo en mi actividad profesional que, habitualmente, el paciente pasa por un masajista, pero la clave es regular la cantidad del uso de la tecnología y hacer medidas higiénicas para la columna”.

Bovier brindó una serie de recomendaciones para obtener una buena postura. “Tanto desde lo profesional y como padre, creo que es una lucha día a día del uso de la tecnología y lo importante es estimular a que los chicos hagan una actividad física. La diferencia entre un niño y un adulto es que todavía es reversible”.

La diferencia entre un niño y un adulto es que todavía es reversible.

“Tenemos que incentivar a que los chicos y los adolescentes hagan actividad física. Que usen la tecnología, porque uno no los puede aislar de las redes sociales y su nexo con sus compañeros, pero la idea es que hagan una actividad que estimule la parte de fuerza muscular, elongación. Eso va a permitir que la columna siga creciendo con una relativa normalidad”, comentó.

Por último, planteó que “lo importante es concientizar a la gente, a la sociedad y a los padres de controlar el uso de la tecnología. Creo que ahí está la clave o la punta del iceberg para poder solucionar el problema”.

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