En Mar del Plata hay una tendencia a alquilar y no a comprar propiedades debido a que “la gente no tiene otra posibilidad”
La economía argentina y sus crisis cíclicas dejaron atrás nuevamente la posibilidad de comprar una propiedad, uno de los mayores objetivos culturales en los argentinos. Esto se debe, al bajo poder adquisitivo medio que hace imposible pensar una inversión en dólares, y a la escasez de créditos principalmente hipotecarios. Ante esto los alquileres se convirtieron en la opción por defecto para muchas familias, pero con la nueva Ley y el contexto del país, el panorama también se complicó.
Portal Universidad dialogó con Juan Pablo González Fortini, Presidente del Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires, quien afirmó que “el crédito hipotecario para la adquisición de viviendas es realmente muy escaso”.
“Según las estadísticas que corresponden a febrero del 2022, en General Pueyrredon se realizaron 43 escrituras de hipoteca, por un monto total global de $582 millones“, aseguró.
González Fortini explicó que “el año pasado se formalizó un convenio para el acceso a líneas de crédito del programa Procrear II, a través del Banco Hipotecario. Sin embargo, los créditos que hasta la fecha se otorgaron,
tuvieron como destino principalmente remodelaciones y ampliaciones, y muy pocos fueron orientados a la adquisición de viviendas”.
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En años anteriores, como el 2016 o el 2017, “hubo más crédito hipotecario y eso impactó en la cantidad de compraventas que se realizaron. Nuestro país padece desde hace muchos años situaciones económicas muy cambiantes, en la actualidad, la oferta de crédito hipotecario para la adquisición de viviendas es muy acotada”. De hecho en el año 2021, “el promedio mensual de hipotecas otorgadas en General Pueyrredón, fue entre 30/40 por mes”.
Haciendo hincapié en los alquileres, comentó que “están relacionados, ya que el crédito hipotecario sirve para nivelar el mercado. Cuando hay oferta de crédito hipotecario, existe la posibilidad de que alguien pueda acceder al mismo para adquirir su vivienda, y de esta forma pasar de ser inquilino a propietario, pero sin esa herramienta es muy difícil”.
Se podría comentar que hay una tendencia a alquilar y no a comprar, a lo que González Fortini expresó que “la gente no tiene otra posibilidad. La nueva Ley de Alquileres generó un problema adicional, ya que se redujo la oferta de viviendas en alquiler, y esto no ayudó ni a inquilinos ni a propietarios, y se incrementó mucho el costo de las locaciones”.
