25 de mayo: el mito de origen real de una nación movilizada

 

Cuando nos preguntamos qué recordamos de las fechas patrias, lo primero que aparece en la memoria de todos los argentinos son los actos del colegio, en el cual se realizaban distintas representaciones. Viajábamos en el tiempo con los niños y niñas que caracterizan los personajes de la época y se realizaban bailes típicos. Se destacaba la venta de pastelitos y empanadas, como también las escarapelas y cantar el himno.

De esta manera se comprende que lo que más recordamos de esta fecha son los actos de la escuela y no el sentido propio de la revolución. Desde Portal Universidad, dialogamos con Alejandro Morea, investigador del Conicet, doctor, profesor y licenciado en Historia, quien explicó que, “desde 1811 empieza a funcionar como mito de origen, empezando a condensar un montón de sentidos que a veces, con el correr de los años, se han ido desvirtuando”.

Alejandro comentó que “esa fecha funciona como momento constitutivo de personalidades, figuras, elementos que van a hacer parte importante de lo que después va a ser la Argentina”.

En aquel momento, no había ninguna manera de divulgación como las que tenemos hoy. Por lo tanto, mientras los miembros más importantes participaban de un cabildo abierto, los criollos reunidos en la Playa Mayor, esperaban bajo la lluvia las novedades comentando “el pueblo quiere saber”, un pueblo que todavía no era argentino. Ese día, se reconoció la autoridad de la Junta Revolucionaria y se formó el Primer Gobierno Patrio.

Sin embargo este origen de la movilización y la búsqueda de la independencia, es más real ya que, a lo largo de la historia argentina, han sucedido hechos que podrían ponerse en paralelo a la movilización popular. El profesor, nombra algunos ejemplos, como “el día de la vuelta de la democracia, el primer gobierno del presidente Alfonsín, el 24 de marzo y desde la lucha de los obreros a principio siglo XX ,hasta la aparición de los sindicatos y la movilización de los trabajadores”.

Morea, comenta que “son fechas que terminan siendo fundantes y constituyentes de nuestro presente, no solamente es una mirada sobre el pasado”.

El 25 de mayo se celebra el Día de la Patria y la Revolución de Mayo, siendo una de las fechas más importantes para el país. En 1810, a partir de la invasión francesa en el territorio español, Argentina empezó a vivir “un proceso de cambio, de transformación más grande”, donde se busca la independencia y la ruptura con la monarquía.

Por lo tanto, comienza un proceso de independencia que termina por concretarse el 9 de julio de 1816, a lo que el investigador comenta que “para pensar el 25 de mayo, se tiene que pensar el 9 de julio”.

Como fecha conmemorativa nos permite “reconstruir y discutir cómo fue el proceso de construcción de lo que hoy es la argentina”. Del mismo modo, es el primer paso que conduce a la independencia, aunque en ese momento no estaba claro lo que iba a suceder y no todos los sectores querían la independencia, “algunos querían que todo siga como estaba, pero estaban preocupados por la situación española y algunos ven la posibilidad en el marco de la crisis”, sostuvo.

“Pensando en términos de hechos históricos, es interesante como muchos conocemos el resultado final y condicionamos nuestra mirada en función de lo que sabemos que terminó ocurriendo”, señaló.

Morea define a la sociedad argentina como “muy politizada y movilizada desde el inicio de la revolución de mayo de 1810”. Explica que son muy pocos los momentos en donde “ha sido apática o no se involucra en la defensa de intereses, la obtención de derechos o reclamos”. Del mismo modo, plantea que “en algún punto es encontrar el orden, después de la revolución”

La movilización en sí misma, desde el 25 de mayo de 1810, comenzó a ser una “práctica incorporada desde todos los sectores que están en contienda política en Argentina”, comentó el investigador, a lo que añadió que, “está presente por parte de las cabezas de las dirigencias políticas, estudiantiles, las movilizaciones es parte de la disputa política, de la conciencia política, de cómo son las cosas en la argentina”.

La sociedad argentina es una sociedad que siempre está movilizada, siempre está en atención, como muy alerta. Parece que es la continuidad de un proceso que nunca freno. Hay picos donde uno puede ver mayor intensidad en la movilización, en la lucha callejera, pero lo cierto que esta cuestión de venir a la calle o de ir a la plaza o ir a la municipalidad, que está muy presente y no veo un horizonte donde sea factible que eso desaparezca”, reflexionó.

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