Abandonando el nido: ¿Cuánto cuesta independizarse en Mar del Plata?

 

*Por Luciana Hamade, Franco Marchelli, Mariano Pirruccio

El momento en el cuál una persona “abre las alas y vuela”, frase popular de padres a hijos, es quizás la primera experiencia adulta que tiene toda persona que se va a vivir, y a valer, por sus propios medios.

Claro que esta decisión no es sencilla de tomar, tanto por el desafío que sugiere el abandonar las comodidades que proporcionan los padres, como también por los requisitos para llevar a cabo esta “aventura”.

Garantías, requisitos legales, suerte y una abundante billetera, son algunos de los elementos esenciales para “abandonar el nido” en Mar del Plata.

El Mercado: ¿Una cuestión de suerte?

Tomando como hipótesis a un estudiante de la Universidad Nacional de Mar del Plata, que trabaja en blanco y por una remuneración básica de $80.000, teniendo en cuenta que la paritaria de mayo para los empleados de comercio rondaría los $85 mil en la categoría vendedor, se estableció encontrar un alquiler de 36 meses en tres zonas distintas de la ciudad: centro, complejo universitario (Barrio San José) y Barrio Estación Ferroautomotora. 

El centro de Mar del Plata cuenta con la mayor cantidad de ofertas inmobiliarias acordes a la hipótesis (de un ambiente pequeño para una persona), aunque también paradójicamente es la zona más complicada para encontrar un alquiler, ya que en un relevamiento sobre 14 inmobiliarias, solo 2 ofrecían alojamiento por esa cantidad de tiempo y con escasa, casi nula, variedad.

“Un ambiente lateral de 24 metros, está a partir de los $29.000. De ahí para arriba. Dos ambientes a la calle entre $40.000-45.000 y tres ambientes ya te vas arriba de $55.000. La cuenta que tenés que sacar, es que para ingresar necesitas 4 meses. Si es un ambiente lo que se busca, necesitas $120.000. Es un número independizarte, expresó Susana, empleada de una inmobiliaria ubicada en Corrientes al 1900. 

En relación a la disponibilidad de alquileres en el centro, Susana señaló que recibe a diario consultas de personas buscando alojamiento. “Hay mucha demanda y muy poca oferta, entonces cuando aparece algún departamento, se alquila en una semana o 10 días. Por lo general muchos separados”, expresó entre risas la trabajadora inmobiliaria

Con respecto a la falta de alquileres, Juan, propietario de una inmobiliaria ubicada en Bolívar al 2200, explicó el desinterés que tienen las empresas del sector, en ofrecer esta clase de servicios. 

“Recibo 10 personas por día buscando alquiler. Pero las inmobiliarias somos las responsables de los alquileres, si las personas se retrasan en el pago, hay que ir a buscarlos. Incomodidad, pérdida de tiempo. Por eso muchas no trabajan con alquileres, porque no mueve la aguja. Si vendes un departamento de 50.000 dólares, yo me quedo con $3000, son $650.000, y cuando vendes uno de USD 100.000 dólares, ganas $1.300.000. ¿Cuántos departamentos tenés que alquilar para ganar 1 palo? El dinero se genera con las ventas”, señaló Juan. 

“No hacemos alquileres”, expresa el cartel pegado en el vidrio de una inmobiliaria de la calle Corrientes.

Por otro lado, los barrios pertenecientes al denominado “macrocentro” poseen precios más asequibles que la zona céntrica de la ciudad. Por ejemplo: en barrio Chauvín o San José se pueden conseguir viviendas de dos ambientes a partir de los $35.000. 

De todas formas, el panorama para conseguir una propiedad en alquiler luego de la sanción de la “Ley de Alquileres” resulta desalentador, dado que no hay una oferta que pueda satisfacer a la demanda. Para los propietarios resulta mucho más conveniente vender su propiedad que alquilarla. 

Requisitos: Algo más que el dinero

En relación a los requisitos necesarios para acceder a un contrato de alquiler, las diferentes inmobiliarias consultadas coincidieron que se requiere: el precio de tres meses de alquiler por adelantado (mes adelanto, mes vigente y mes de comisión); un recibo de sueldo tres veces superior al valor del alquiler o dos recibos que lleguen a ese monto, y una garantía propietaria, aunque este último requisito puede no ser requerido en todos los casos. 

“Nosotros no pedimos garantía porque ningún juez te va a rematar una propiedad de $50.000 dólares, por una deuda de $100.000 pesos”, señaló Juan. 

Cargando motores: llenando el changuito

Suponiendo que el estudiante decide optar por un monoambiente en zona centro a $29.000, contaría con poco más de $50.000 para subsistir el resto del mes.

Tomando como referencia los alimentos que habitualmente consumen los adultos jóvenes y los parámetros sugeridos por el INDEC, se realizó un relevamiento de precios en algunos barrios de la ciudad para obtener información sobre cuánto dinero deben destinar a la compra de alimentos.

El análisis sobre almacenes de barrio y comercios arrojó un valor promedio de entre $18.000 y $25.000 aproximadamente en alimentos, para un adulto equivalente.

Los indispensables

Suponiendo que el consumo mensual de alimentos ronda los $21.000, el joven tendría disponibles $30.000 para su quehacer diario. 

Además de la compra de alimentos, se deben tener en cuenta los servicios básicos (internet, luz, gas, agua, telefonía), sumado a los requisitos adicionales del contrato de alquiler, como por ejemplo expensas, o el pago de un seguro de vivienda. Por este motivo se relevaron los siguientes valores en los servicios aproximados:

    • Luz: $1400
    • Gas: $700
    • Agua: $2100
    • Internet: $2100
    • Ocio/ esparcimiento: $4000 (A razón de $1000 por semana, en una salida austera)

Dentro de los indispensable, no deberíamos obviar el transporte. Siguiendo la hipótesis del estudiante que vive en el centro, mínimamente para ir a trabajar o a estudiar, deberá tomar un colectivo de ida y otro de vuelta por día hábil. El último aumento dejó al boleto plano en $74,32, por lo que a dos boletos por día serían $148,64. Entonces, a un promedio de 22 días hábiles la cuenta da $3.270.

  • Total: $13.570

Sacando cuentas

Luego de esta travesía junto a nuestro joven universitario, cuya remuneración básica es de $80.000, donde ha tenido que pagar por un monoambiente en el centro $29.000, $21.000 en alimentos y poco más de $13.000 en servicios mínimos, sólo le quedan disponibles $17.000, con los cuales amortiguar gastos adicionales como por ejemplo viáticos, productos de limpieza, entre otros.

Sin embargo, hay otra variable que no se ha mencionado hasta el momento, y es el aumento generalizado de precios en nuestro país, que ronda entre el 55% y el 60% interanual. Estas cifras además de dificultar cada vez más el llegar a fin de mes, le quitan previsibilidad a los precios, destruyen el ahorro y hacen incierta la planificación a corto y mediano plazo.

 

*Estudiantes del MediaLab, primer Laboratorio de Redacción para Medios Digitales. Se trata de un sistema experimental que consiste en el trabajo periodístico, de producción propia, que desarrollan alumnos del Taller de Redacción para Medios Digitales, correspondiente a la Tecnicatura de Periodismo Digital que se dicta en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

También puede gustarle...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *