Advierten sobre el crecimiento del tráfico de drogas en Mar del Plata
En los medios locales es habitual encontrarse de forma cotidiana con noticias e informaciones relacionadas con el narcomenudeo y el tráfico de drogas en sus diferentes escalas y magnitudes. Sin embargo, muchas veces es complejo saber si la divulgación de dichos hechos en los portales responden a un incremento de la actividad ilícita o a una propensión de los medios a favorecer dichas noticias por encima de otras.
Para poder conocer el estado de situación actual con respecto al tráfico de drogas en nuestra ciudad, desde el programa “Técnicos en Periodismo”, que se emite todas las mañanas de 7 a 9 por Radio Universidad (FM 95.7), se pusieron en contacto con el responsable de la Fiscalía Temática de Estupefacientes local, Leandro Favaro.
El fiscal fue contundente al destacar: “Mi hipótesis es que en los últimos 30 o 35 años, nunca ha parado de crecer el tráfico de drogas. No solamente en Mar del Plata, sino en todo el país. Hay una gran cantidad de estudios que se han hecho, Incluso desde la Corte Suprema, donde se hizo un exhaustivo análisis de datos concretos, respaldados por Naciones Unidas y organizaciones argentinas. Los estudios demostraron en 2009 que el crecimiento del tráfico había sido exponencial en los 20 años previos a esa fecha”.
“Ciertamente hoy no encuentro ninguna variante que me haga pensar que el crecimiento del narcotráfico ha disminuido o se ha estancado. Es decir, la situación en el país es muy compleja, no veo posibilidad de que pueda revertirse en el corto plazo y Mar del Plata no escapa a lo que pasa en gran parte del país”, agregó.
Mi hipótesis es que en los últimos 30 o 35 años, nunca ha parado de crecer el tráfico de drogas. No solamente en Mar del Plata, sino en todo el país.
Sin embargo, la situación de la ciudad no es la misma que en otras localidades de la Argentina, ya que tiene sus propias características y particularidades. “En principio los hechos en nuestra ciudad no denotan los grados de enorme violencia demencial que se observan en ciudades como Rosario. Si podemos ver que existen una gran cantidad de hechos que están estrictamente vinculados con el comercio de estupefacientes pero que no tienen que ver con disputas territoriales de bandas. Si se observan algunos hechos menores que a veces terminan en hechos de violencia o de sangre”, explicó.
En ese mismo sentido, el fiscal se refirió a la conformación de las organizaciones que llevan a cabo este tipo de delitos en la ciudad y dijo: “Lo que hemos percibido en los últimos diez años es que están compuestas por clanes familiares. Si bien tienen algún anclaje territorial, muchas veces la disputa no está relacionada estrictamente con el territorio. Insisto en decir que no hay disputas territoriales, lo cual es un dato lamentablemente alentador. Si hay lo que se conoce como “Mejicaneadas”, robos, o vueltos por algún asunto, pero no tenemos enfrentamientos entre bandas como en otras ciudades”.
Por otro lado, es habitual escuchar, desde distintos sectores de la sociedad, voces que reclaman el endurecimiento de las penas que plantea el Código Penal para estos delitos. En ese sentido, se le consultó al fiscal sobre su opinión respecto de dicho planteo y respondió: “En lo que es la esfera de la Provincia de Buenos Aires y lo que tiene que ver con la desfederalización, yo puedo decir que las penas que hay son ciertamente altas. Las penas establecidas para quien tiene droga para vender, van de 4 años a 15 años. Si a esto se le suma algún tipo de agravante, como podría ser que la venta sea entre 3 o más personas, esa pena va de 6 a 20. Y si esto lo comparamos con el fuero federal, donde deberían penarse con mayor severidad hechos que son por propia definición y por competencia del Fuero Federal, mucho más grandes, vemos que nuestras penas son muy severas. En el Fuero Federal por ejemplo, hablamos de delitos que implican tráfico de 100 kilos, 120 kilos y las penas son 6 años, 5 años y pico, ciertamente menores comparadas con las que nosotros tenemos que imponer a partir del mínimo que la ley nos dicta”.
El vínculo del narcomenudeo con la Zona Roja
Favaro se refirió también a la vinculación existente entre la Zona Roja de nuestra ciudad y el delito de narcomenudeo, situación que fue expuesta reiteradamente en el Concejo Deliberante, cuando se buscaba el consenso para aprobar la ordenanza que pretende regular el Trabajo Sexual en la vía pública de Mar del Plata.
Respecto de este tema, el fiscal explicó que “en el último tiempo, en los últimos 12 meses, 18 meses, han disminuido notoriamente los delitos relacionados con el narcomenudeo en la Zona Roja por dos motivos. Uno es por la actitud de control ejercida por los vecinos, que uno puede estar de acuerdo o no en su modo de ejercer su derecho, pero esto ha disminuido la oferta de narcomenudeo. La otra razón tiene que ver con las medidas de prevención, que en este caso son más bien policiales que judiciales”.
“Sin embargo, ha habido, no por ahí en los últimos 12 meses, pero si en los años anteriores, una enorme cantidad de causas formadas, de hecho el otro día constatamos que casi 190 personas fueron condenadas por vender estupefacientes en la zona. Su gran mayoría fueron personas pertenecientes al colectivo trans, generalmente extranjeras. En los fríos números de las estadísticas que nosotros tenemos, hay una incidencia muy fuerte vinculada con un aspecto social”, agregó.
Asimismo, el fiscal destacó que los datos que manejan desde la fiscalía no son representativos de la realidad, ya que, a diferencia de otro tipo de delitos donde hay una víctima directa, en el caso del comercio de estupefacientes en sí mismo, no hay un muerto donde la policía va, constata el crimen y comienza el proceso judicial. “Solo tenemos datos sobre aquellos episodios que se judicializan de una forma u otra, pero el universo del narcotráfico en Mar del Plata es quizás 30 o 40 veces mayor”, sentenció.
¿Son útiles las herramientas tecnológicas para la prevención del delito?
Por otro lado, se le consultó sobre la utilidad que tienen las herramientas tecnológicas, como el Sistema de Reconocimiento Facial, a la hora de prevenir y combatir los delitos relacionados con la venta de drogas. En ese sentido, Favaró explicó que “Argentina tiene un enorme desfasaje en materia de evidencia digital y tecnologías aplicadas a las investigaciones. Es muy difícil captar las comunicaciones que se realizan a través de las redes sociales mientras se desarrolla el delito. Hoy el Estado se encuentra en desventaja con cualquier persona que se dispone a cometer un delito, sin que se trate de una mega organización”.
En ese sentido, manifestó que el Estado se mueve a ciegas en ese mundo, ya que actualmente nos encontramos en el punto más alto de diferencia entre las herramientas que disponen los delincuentes o las organizaciones criminales con relación a las herramientas que tiene el Estado. “Esta carencia de herramientas tecnológicas complejiza la investigación de los eslabones más grandes de la cadena de tráfico”, aseguró.
Sin embargo, Favaro dijo que el Sistema de Reconocimiento Facial puede llegar a ser una herramienta “muy interesante en materia de prevención de delitos” pero es importante observar dos grandes aspectos negativos respecto de su uso.
“En primer lugar, puede existir una violacion de lo que podrían ser actividades privadas, aun cuando se desarrollen en espacios públicos. Es una discusión que con el tiempo se va a ir licuando, porque si lo pensamos desde el punto de vista de las cámaras de seguridad o videovigilancia en la calle, hace 20 años protestábamos y hoy nos acostumbramos a que la tecnología haya invadido los espacios públicos”, explicó.
“El otro aspecto tiene que ver estrictamente con la tecnología y cómo los algoritmos funcionan para seleccionar o no a las personas. El gran problema con el entrenamiento de estos algoritmos es que puede haber un sesgo en la conformación de las bases de datos y terminan muchas veces alertando sobre personas en función del color de su piel o de alguna característica que responda a cierto colectivo. Son cosas que hay que discutir, sobre las que hay que avanzar con mucho recaudo porque están en juego los derechos de la ciudadanía. Hay que ser muy cauteloso”, concluyó.