Especialista en geología asegura que “es una salvajada” la realización del enduro en las playas públicas
Esta semana los marplatenses observaron cómo bajaron a la arena las pesadas maquinarias del EMVIAL y comenzaron a transformar el espacio de las playas públicas de la zona norte de la ciudad. El objetivo de las topadoras es construir una pista, sobre la que se llevará a cabo una competencia de motos y cuatriciclos. La competencia, llamada “Enduro Pale” fue autorizada por el ejecutivo municipal y es organizada por la empresa privada “Enduro del Atlántico”.
La transformación del balneario de La Perla, que implicó el movimiento de toneladas de arena e impide el acceso de vecinos y turistas a la playa, generó preocupación en distintos sectores, organizaciones ambientalistas y el Colegio de Arquitectos del distrito, que reclamaron conocer si se llevó a cabo un estudio de impacto ambiental.
Ante los cuestionamientos, el titular del Ente Municipal de Turismo, Bernardo Martín, salió a aclarar que todo volverá a su estado habitual una vez concluido el Enduro y desestimó, sin proporcionar mayores detalles, que la actividad pueda provocar efectos negativos sobre ese sector.
Para profundizar sobre esta situación, desde el programa de Radio Universidad “Enlace Universitario” (lunes a viernes de 12 a 15 hs.-FM 95.7), se pusieron en contacto con el doctor Iñaki Isla, docente, investigador del Conicet y Director del Instituto de Geología de Costas y del Cuaternario de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
Consultado sobre su opinión respecto de la autorización que otorgó el ejecutivo municipal, Isla fue categórico: “Lo que están haciendo es una salvajada”. En ese mismo sentido expresó que “las playas son de dominio público y la jurisdicción es provincial. En La Perla, la provincia es la que hizo las obras necesarias para tener la poca arena que logramos tener. Después, esa administración la provincia se la cede a las municipalidades, que da concesiones balnearias, pero recuerden que esas concesiones son de dominio público. Todos somos dueños de la playa pública”.
“En este caso parece que la concesión se suspendió por una semana y hay una empresa, “Enduro del Atlántico”, que está disponiendo como es el movimiento de las arenas, están haciendo montañas de arena encima de los espigones y no sabemos cuantas motos o cuatriciclos van a participar, si son 100, si son 500. Tampoco sabemos cuáles son las medidas de mitigación, cual es el tema de efluentes, aceites, naftas. Lo que sí conocemos es quién es el responsable por los riesgos que pudieran tener todos los motonautas que entren en el circuito: es el municipio de General Pueyrredon”, agregó.
Respecto de la responsabilidad que tiene el municipio, el investigador manifestó que “el enduro de Villa Gesell, se hace en zona de médanos, y en Necochea se realiza en una playa amplia de más de 100 metros. En ambos casos no hay obstáculos de piedra o de cemento como hay acá entre los espigones. Los espigones que construyó la provincia son para lograr retener arena en el norte de Mar del Plata y representan un peligro para los competidores”.
Asimismo, consultado respecto de los estudios previos que debería haber llevado adelante el municipio antes de autorizar el evento, Isla explicó: “Preguntamos en abril al municipio si había una evaluación de impacto ambiental, pero no tuvimos respuesta. Tampoco conocemos cuáles serán las medidas de mitigación. Aseguran que las playas van a volver a estar como antes, pero no sabemos si está cuantificada cuánta arena hay, porque están moviendo la arena de un compartimento al otro y están creando unas lomas encima de los espigones”.
“Deberíamos tener una memoria descriptiva de cómo va a operar, de cómo se va a montar, como se va a modificar el relieve, el paisaje y cómo después se van a efectuar medidas de mitigación para minimizar los impactos. Es importante cuidar tanto el paisaje como la arena, porque la arena es también un bien común que está en el dominio público y que nos ha costado mucho conseguir. A través de nuestros impuestos se han efectuado estas construcciones que vienen de los años 40, 50. Estamos alterando la arena que tanto nos costó conseguir”, detalló.
En ese mismo sentido, isla recordó que “el Gobierno provincial se está rompiendo la cabeza para tratar de recomponer las playas que se perdieron el año pasado. Las toninas, Mar del Tuyú, Santa Teresita, están pensando en sacar arena de los campos, o buscar de la zona sumergida para tratar de darle al Partido de la Costa las playas que hubo en su momento y cuya ausencia hoy en día está condenando a algunas localidades balnearias. La provincia tiene graves problemas de erosión desde hace mucho tiempo y ahora se van a agravar con el tema del cambio climático, por eso es importante entender que la arena es un recurso valioso que tenemos que cuidar”.
¿Es legítima la autorización municipal?
Según explicó Isla, más allá de la ausencia de un estudio de impacto previo, la municipalidad permitió la realización del evento sin contar con el aval de Concejo Deliberante en una decisión unilateral. “En cuestiones de dominio público, no se le puede dar un cheque en blanco a una empresa. En definitiva es una empresa privada que hoy en día está tomando medidas sobre algo que los concesionarios de balneario pagaron, que es la playas. Cuando los balnearios concesionan las playas, somos muchos los que estamos supervisando que no alteren significativamente el paisaje. Esto sucede en La Perla, pero también sucede en Punta Mogotes y en las playas del sur. ¿Con qué autoridad va a exigir la municipalidad a los balnearios que minimicen el impacto, cuando la misma municipalidad, sin ningún plan, hizo lo que le pareció con la autorización de este evento?”.
¿Con el estudio correspondiente, se podría haber realizado en otra playa de la ciudad?
Con relación a la posibilidad de que la actividad se desarrolle en otra playa de la zona, el geólogo explicó que existen otros lugares donde el impacto negativo sería menor. En ese sentido dijo: “Hay una playa donde la arena se acumula naturalmente, que es la playa inmediata a la arenera del puerto. En esa playa no hay licitaciones de balnearios y toda esa arena movilizada podría haber servido para repoblar las playas inmediatamente al norte como La Perla, Perla Norte, Constitución, que es donde falta la arena. Se podría movilizar esa arena en camiones y es una actividad necesaria porque la arena que no se saque de ahí, es la que después hay que dragar, el otro gran problema que tiene Mar del Plata desde los orígenes del puerto, hace más de 100 años”.