La figuritas del mundial, un síntoma del “ritual secular” en el que se convirtió el fenómeno social del fútbol

Foto: Figuritas del álbum del mundial Qatar 2022 que se comercializa en Argentina. Fuente: Télam.

 

Si bien la Copa Mundial de la FIFA genera cada cuatro años un elevado nivel de expectativa entre los argentinos, todo parece indicar que la edición de este año acaparará, sin precedentes, la atención de un público cada vez más diverso. Uno de estos indicadores es el álbum de figuritas del mundial: desde que se puso a la venta hace tan sólo una semana, distintos medios periodísticos se dedicaron a cubrir la fuerte demanda del mismo y la escasez de figuritas.

Las plataformas digitales tampoco fueron indiferentes a esta situación y el tema se propagó a través de las redes en forma de memes, grupos de reventa e intercambio, viralización de estrategias para encontrar el modo más económico de completarlo e incluso publicaciones en Mercado Libre, donde la figurita que representa a Messi intentó comercializarse a valores exorbitantes.

Para indagar sobre la naturaleza de este fenómeno e intentar comprender la lógica detrás del efecto que produce el fútbol en nuestra sociedad, desde Portal Universidad nos pusimos en contacto con Gustavo Galera, ex futbolista, Director Técnico y Licenciado en Psicología de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP).

Foto: Las figuritas escasean en muchos kioscos del país. Fuente: Télam.

Con relación al boom de las figuritas, Galera explicó que para poder hacer un análisis es necesario no restringir la mirada y considerar el contexto, el escenario en el que se desenvuelve esta situación. “Es un error asociar las figuritas con la infancia porque de ese modo terminás pensando a las figuritas en ese marco, hacés un recorte que limita el análisis. Esto se trata del mundial, no las figuritas del mundial. El mundial ha cobrado una trascendencia y se ha convertido en un ritual secular. Es el ritual más importante para esta parte y gran parte del mundo, casi tan importante como las que plantean las religiones”.

Asimismo, Galera destacó que el objetivo de quienes participan de la colección de figuritas es participar, ser parte de la ceremonia y dijo: “La cuestión es que la identificación a la hora de ser parte de esta ceremonia ritual secular hace que todos queramos ser parte de alguna manera. Viajar a Qatar es excesivamente costoso y tal vez nos parece mucho hablar de los 28 mil pesos que puede costar llenar el álbum, pero con esa plata no se puede ir de vacaciones ni a Buenos Aires. Para ser parte de esta ceremonia, cada uno se identifica y recorta la parte en la que puede participar”.

Se trata de ser parte de algo, en este caso ser parte del mundial, aunque sólo sea llenando ese álbum”

El Lic. Gustavo Galera conduce, junto a Mario Gianotti, el programa “Doble Cinco” en la Radio de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Domingos 9.30 a 12 – 95.7 Mhz

“Analizar la venta de figuritas sin tener en cuenta al mundial es como analizar la venta de camisetas por fuera del mundial o la venta de televisores. En el recorte de pensar que las figuritas son una cuestión de niños, ahí es donde se queda atrapado el discurso en un análisis que no permite ver el contexto. Además coleccionar cosas no es privativo de los niños, lo hacen todos los sujetos. Alguien que colecciona estampillas o colecciona juguetes antiguos no es que está varado en una etapa infantil de su vida. Se trata de ser parte de algo, en este caso ser parte del mundial, aunque sólo sea llenando ese álbum”, agregó.

Finalmente, consultado sobre la razón por la cual ante la facilidad para conseguir imágenes de los jugadores en la era digital se sigue buscando la colección de la figurita en papel, galera explicó: “Tener en papel la imagen es tenerla físicamente. El tenerlo es tenerlo, una foto digital nunca la tenés en la mano, el placer del álbum es revisarlo, pegar, despegar, ver si la tengo, si no la tengo, qué me falta. Hay toda una construcción en el llenado, en cambiar la figurita con un otro que no la tiene. No se trata de la imagen, sino de lo concreto de la figurita. No son imágenes lo que se colecciona, ni te vas a acordar la cara de los jugadores de Camerún. Lo que se busca es tener el álbum y lograr llenarlo”.

Un fenómeno complejo más allá de las figuritas

Con relación al fenómeno del mundial más allá de la colección de figuritas, Galera destacó que la copa mundial va adquiriendo relevancia social ya que logra “aglutinar a la sociedad detrás de alguna situación específica. Muy pocas situaciones permiten a la sociedad pensarse en conjunto como lo hace un mundial, sin grieta,  sin diferencias políticas, culturales o religiosas. El mundial se trata de la pertenencia a un país y la identificación frente a otros países que participan, la cargadas a los vecinos. Esta ceremonia en que se ha constituido el mundial, que evidentemente está muy bien utilizado por los sectores de poder, nos hace aglutinarnos a todos y es en ese marco que se inscriben las figuritas, los kiosqueros, y todo el boom del mundial”.

Por otro lado, el mundial logra generar que muchas personas que cotidianamente no se interesan por el fútbol, hagan una excepción y una vez cada cuatro años se sienten a mirar con agrado la competencia, como si se tratara de los capítulos de una serie. Sobre esta situación, Galera señaló que “se trata de ser parte de una ceremonia a nivel mundial y muy pocas ceremonias la empardan, diría que casi ninguna. En un contexto, debe ser una de las pocas ceremonias de esta características donde los centros de poder mundiales económicos y militares no participan como protagonistas. Las potencias geopolíticas no tienen relevancia en esta competencia y es una forma de disputa frente al mundo. El mundial nos permite posicionarnos como una potencia: en esto somos una potencia y nadie lo discute”.

El mundial nos permite posicionarnos como una potencia: en esto somos una potencia y nadie lo discute.

Asimismo, se genera muchas veces un emparejamiento en el que sentimos que todos somos iguales y estamos unidos en nuestra identidad de argentinos. En ese sentido expresó: “Esto es una construcción, no es real porque está el que gastó 28 mil pesos en figuritas y está el que no puede llegar a fin de mes. En esa construcción, mientras estás abrazado con un desconocido, tenemos la ilusión de que todos somos uno. Como toda construcción nos hace hacer cosas que en lo habitual no haríamos: Todo el año la figurita de Pokémon nadie la compra, juega Aldosivi con Boca y ni lo miramos, pero cuando juega Camerún con República Checa en el mundial no nos lo queremos perder”.

“¿Por qué sucede con el fútbol y no con otros deportes? Hay cuestiones de análisis que escapan de lo racional, son construcciones. Por ejemplo, Maradona es un dios, ahora Ginobili nunca puede ser un dios a pesar de ser un genio o un crack. Hay toda una construcción histórica social que genera que en este deporte se hayan depositado expectativas, ideales, construcciones de esta sociedad occidental a la cual se ha sumado últimamente Asia y áfrica, ahí se ha logrado aglutinar la expectativa de gran parte de la humanidad”, agregó.

El mundial y el humor social

Foto: Festejos en el monumento al General San Martín, cuando Argentina llegó a la final con Alemania en el año 2014. Fuente: Archivo.

Respecto del impacto que puede tener el resultado del mundial en el humor social, Galera expresó que “todas las construcciones en masa generan estos cambios de humor. Vos vas a la cancha y en el momento en que tu equipo hace un gol y tu equipo gana, el paroxismo, la alegría, la felicidad que invade al grupo de personas, te hace sentir una sensación de felicidad, de haber conseguido algo. Después al otro día, cuando te levantas a trabajar ya pasó. Los momentos de felicidad tampoco es que hay que cuestionarlos, más allá de todo análisis, los sujetos tenemos lugares donde podemos desplegar nuestro goce sin tanto reparo ni limitación social”.

Por otro lado, también se dan situaciones en que personas sufren la mala performance de su equipo semana a semana, e incluso puede llegarse a situaciones extremas en las que genera efectos negativos en su salud. Sobre esta situación dijo: “Esta es la contracara de todo lo que se genera a partir de la expectativa. Si la expectativa se cumple la disfrutás pero si se trunca vas a sentir que estás en una situación de angustia. El mismo sujeto se puede ir a dedo a ver a La Quiaca a ver a su equipo, pero es el mismo que cuando pierde siente que su vida se derrumba. La misma expectativa que puso para un lado y después se va para el otro. Ninguna otra situación social y ningún otro deporte genera lo que genera el fútbol. Tratar de explicar el fútbol y tratar de atomizarlo lo reduce y con el recorte mirás un parte y te perdés de entender el fenómeno completo”.

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