“Si contaminamos el agua y no la cuidamos, las problemáticas en salud seguirán avanzando”
Los barrios periféricos de la ciudad son los principales perjudicados a la hora de acceder al agua potable, teniendo que recurrir al autoabastecimiento mediante perforaciones individuales o particulares. Desde el Grupo Aguas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNMDP, realizaron un relevamiento sobre el agua subterránea de las zonas que no están cubiertas por la red de agua corriente, en su momento confirmaron que el “75% de los pozos de agua no cumple con los criterios de potabilidad”.
El acceso a servicios inadecuados de agua tiene consecuencias importantes que pueden repercutir en la salud de los habitantes. Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades causadas por el uso del agua están relacionadas con la presencia de microorganismos y sustancias químicas, como puede ser la malnutrición, enfermedades desatendidas, diarrea, intoxicaciones, etc.
Urge proteger las fuentes de agua dulce 💧 por nuestra salud y la salud del planeta 🌎.
Podemos salvar vidas si evitamos que aguas residuales, desechos y productos químicos lleguen a nuestros ríos, lagos y aguas subterráneas.
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— OPS/OMS (@opsoms) April 6, 2022
Portal Universidad dialogó con Silvina Fabregas, Médica Generalista, Docente de la Escuela Superior de Medicina (ESM) de la Universidad Nacional de Mar del Plata e integrante del grupo de investigación Salud Socioambiental de la ESM, sobre la problemática que afecta a gran parte de los marplatenses.
La docente expresó que “el Grupo Aguas viene trabajando hace muchísimos años y desde el lugar que me toca, como médica en centros de salud ubicados en el cordón frutihortícola, nos veníamos haciendo las preguntas y mirando que desde hace tiempo que los nitratos venían elevados. Además, observamos el avance de todas las fumigaciones y las posibles consecuencias en la salud e incluso en el agua”.
La médica destacó el trabajo del grupo de investigación y mencionó que “hay que valorarlo profundamente desde la comunidad, porque las autoridades del agua a nivel local no cuentan con estas determinaciones”.
Haciendo hincapié en la contaminación del agua en sitios periféricos de la ciudad a causa de compuestos agroquímicos, comentó que “a veces es difícil como profesional de la salud e incluso en una institución plantear que es lo que va a pasar”.
A su vez, señaló que “si el agua estuviera contaminada, depende en qué valores, qué cantidades, qué sustancias tóxicas son, lo que puede generar problemas de salud”.
Además de la contaminación por compuestos químicos, Fabregas afirmó que existe por materia fecal. “Tampoco tenemos cloacas en la ciudad, por lo tanto los pozos ciegos están en las cercanías de los pozos de agua, se contamina el pozo de donde extraemos después el agua para comida y cocina. Esa es otra problemática que tenemos que mirarla de manera integral”.
Las consecuencias que puede traer beber esta agua son: “Gastroenterocolitis, pueden suceder aparición de forúnculos a repetición, conjuntivitis u otitis, entre otras. Es decir, todo tipo de infecciones en piel, gérmenes que no son los que deben estar”, dijo.
“Hace años se plantea que el agua no es potable si hay un microbiológico positivo, hay determinado número de partículas que puede haber y si está por arriba el agua no es apta para consumo”, aclaró.
Ante esto, señaló que “tenemos otra situación que ha denunciado la Asamblea de Luna Roja, en donde tenemos desagües de materia fecal de cabañas en playas del sur de la ciudad. También ahí vemos como si contaminamos el agua y no la cuidamos, las problemáticas en salud van a avanzar y están avanzando”.
Haciendo referencia a esta problemática, detalló que “hay que poner en valor los resultados desde la UNMDP, el proyecto de extensión y que la comunidad en su conjunto podamos pedir e ir solicitando cambios en las condiciones de la provisión del agua”.
Algo parecido sucedió en Playa Serena, donde “por estudios que pidió la misma comunidad, encontraron residuos de plaguicidas, agrotóxicos en el agua de la sociedad de fomento”, expresó Fabregas.
“Lo que veníamos planteando como hipótesis hace más de 10 años de la posibilidad de que se contaminaran las napas de agua, el agua de consumo, está empezando a ser una realidad, y es un momento de ponernos a reflexionar acerca del modelo productivo, porque el agua es lo más importante que tenemos para la vida”.
El trabajo de la Universidad Nacional de Mar del Plata frente a la problemática
La docente mencionó un proyectos de extensión de la Escuela Superior de Medicina que se encuentran investigando la temática. El grupo de “Salud Socioambiental”, donde “estamos investigando los efectos de los agrotóxicos en mujeres embarazadas, la vinculación con abortos espontáneos y malformaciones”, explicó.
A lo que agregó que “estamos comenzando a hacer el trabajo en el territorio, luego de varios años de trabajo y generación de encuestas”.
Por lo tanto, declaró que “no estoy en condiciones de aseverar cuáles son los efectos, son hipótesis que tenemos. Pero sabemos que estamos trabajando para generar datos y que la misma comunidad pueda analizarlo junto a nosotros”.
“Es un problema de altísima sensibilidad y no es una cuestión de generar miedo, sino de analizar y problematizar junto a la comunidad para tomar medidas colectivas”, finalizó Fabregas.
