La pandemia silenciosa de los antibióticos: “En 2050 será la primera causa de muerte en el mundo”

 

En las últimas semanas, el Senado dio la sanción definitiva a la ahora Ley de Prevención y Control de la Resistencia Antimicrobiana, que tiene como objetivo promover el uso responsable de antibióticos desde un enfoque integral y multidisciplinario.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que la resistencia a los antimicrobianos es una pandemia silenciosa y un gran problema para la salud pública. Portal Universidad se comunicó con Víctor Bazán, Médico y Profesor Adjunto de la cátedra Medicina Legal y Toxicología de la Escuela Superior de Medicina en la Universidad Nacional de Mar del Plata, para hablar sobre la nueva reglamentación.

El médico explicó que “la resistencia a los antibióticos tiene mucho que ver con la automedicación y la autoprescripción. Esta última, es muy frecuente y ha aumentado especialmente en la pandemia, donde se podían conseguir incluso por delivery. Fue un uso irracional de muchos medicamentos, especialmente de los antibióticos”.

Haciendo hincapié en lo mencionado por la Organización Mundial de la Salud, declaró que la OMS hace mucho tiempo que viene con esta preocupación, porque es un gran problema de salud pública y está en permanente aumento”.

“La resistencia de los antibióticos por parte de los microbios, fundamentalmente por las bacterias, causa unos 5 millones de muertes por año. Esta pandemia silenciosa, está en aumento y se calcula que para el 2050 va a llegar a ser la primera causa de muerte en el mundo”, destacó.

Esta pandemia silenciosa, está en aumento y se calcula que para el 2050 va a llegar a ser la primera causa de muerte en el mundo

Ante esto, expresó que “si bien el uso irracional de antibióticos es una causa importante de este fenómeno de resistencia, también lo que está sucediendo es que tanto los Estados como la industria farmacéutica no tiene un interés destacado en la producción de nuevos antibióticos”.

De esta forma, la industria farmacéutica “está más preocupada por el desarrollo de otros medicamentos para otras patologías, que no dejan de ser importantes, pero también suele ser más redituable económicamente para los laboratorios. Por lo tanto, la investigación va dirigida hacia otro tipo de fármacos y no tanto a la producción de nuevos antibióticos”. 

La resistencia microbiana es la adaptación que tienen las bacterias al uso de antibióticos, “la bacteria es cada vez menos sensible a un antibiótico, lo que hace que busque sobrevivir, son organismos vivos que tienen distintos mecanismos genéticos para desarrollar esta resistencia”.

Haciendo mención al mal uso de los antibióticos comentó que “además de generar resistencia en los microorganismos, como cualquier otro medicamento tiene efectos adversos. Los antibióticos lo que hacen es matar a estas bacterias que son nuestras, que viven con nosotros y que nos ayudan a estar saludablemente. Es decir, el uso inadecuado de antibióticos tiene múltiples aristas que son perjudiciales para la salud”.

Cada vez es más frecuente que haya bacterias resistentes a los antibióticos. El docente comentó lo que sucede con las bacterias panresistente y mencionó que “ya existen en el mundo y directamente no son sensibles a ningún antibiótico. Alguien que contrajo una de estas bacterias se muere, por lo tanto una vez que empezó a producir su enfermedad, sigue su evolución hasta dañar a la persona y matarla, estamos hablando de un gran problema de salud pública”.

Puntos clave de la Ley

Bazán señaló algunos puntos clave que tiene la nueva Ley y detalló que “tiene como objetivos generales lograr el uso responsable de los antimicrobianos, principalmente de los antibióticos, pero no solamente en el uso humano, sino también en el uso animal. Recordemos que en veterinaria, en la producción ganadera, avícola, se usan mucho los antibióticos para favorecer el crecimiento de los animales y por supuesto para mantenerlos sin enfermedades”.

“Va a dar mejores herramientas y medidas para tratar esta problemática, que recordemos que es considerada como de las principales amenazas para la salud pública. Si bien está entre las 10 primeras causas de muerte se prevé que de no realizar cambios va a ser la primera causa de muerte a nivel mundial”, explicó.

Del mismo modo, planteó tres partes importantes de la ley:

La venta de antibióticos va a ser bajo receta archivada

“Quiere decir que la compra de un antibiótico se va a hacer de una manera similar a como se hace con los psicofármacos. La persona va a tener que ir con una receta por duplicado y el médico tiene que hacer una receta donde diga los datos del paciente, el diagnóstico, el antibiótico y la cantidad de dosis que va a recibir esa persona”, indicó Bazán.

Ante esto, la farmacia se va a quedar con una receta archivada, “esto no existía, recordemos que si bien el médico podría hacer una receta, no se hacía por duplicado. Cualquiera de nosotros puede ir a una farmacia y pedir el antibiótico que quiera y el farmacéutico, en general lamentablemente, se lo va a extender aunque no tenga la receta”, detalló.

Por lo cual, “ahora el farmacéutico se ve en la obligación de exigirle a la persona que traiga la receta realizada por el médico por duplicado. Eso es importantísimo”.

Los antibióticos y la publicidad

Otro de los puntos importantes que destacó el docente es que “la Ley habla sobre cómo se va a hacer la publicidad y la promoción de la venta de antibióticos, donde se prohíbe totalmente cualquier anuncio al público sobre antibióticos”. 

Muestras médicas

En muchas ocasiones sucede que cuando el médico receta algún antibiótico en especifico, cuenta con algunas muestras médicas del mismo y lo entrega al paciente para que las vaya tomando, según lo mencionado por Bazan esto ya no podrá ser así. “El médico va a tener que hacer una receta donde diga los datos, el diagnóstico, el medicamento que le está entregando y le tiene que entregar la cantidad total del tratamiento”.

“A veces el médico tiene unas pocas muestras, le dice bueno para que vayas tomando hasta que lo puedas comprar, le entrega 5 comprimidos y por ahí la persona necesita 21 para hacer un tratamiento de una semana. El médico ya no va a poder hacer eso, va a tener que hacer la receta aunque sean muestras gratis y darle la totalidad de los comprimidos”, destacó. 

Cambios en el empaque de los antibióticos

Otra de las cuestiones a cambiar, es que “la industria farmacéutica también se va a ver obligada a readecuar el formato del empaque”, afirmó

Para explicar este punto, Bazán dijo que “supongamos que el médico le indica un antibiótico por un tiempo específico y la persona necesita 30 comprimidos, pero el envase trae 21 comprimidos, se tiene que comprar una caja mas solamente por unos comprimidos. Lo más frecuente es que el paciente deje de tomar el medicamento faltando tres días más de tratamiento”

“Los laboratorios van a tener que adecuarse para las distintas patologías. Va a tener que haber un envase que tenga 21 comprimidos, pero si también se utiliza para la faringitis de 8 horas cada 10 días, va a tener que tener un envase que traiga 30 comprimidos. De esa manera, se asegura que la persona cuando compra el envase tenga la cantidad adecuada para realizar el tratamiento completo”, expresó el docente.

A esto, se le suma el etiquetado frontal con el que van a tener que contar los envases, “tiene que ser visible y resaltar el riesgo de que tomar adecuadamente el antibiótico puede generar resistencia”.

“Es algo parecido a lo que se hace con los cigarrillos, que tiene una etiqueta en negro con letras blancas que incluso trae una foto, en este caso van a tener que tener una leyenda que diga este medicamento puede producir resistencia antimicrobiana”, detalló.

Todas estas características con la que cuenta la nueva Ley, van a ser de ayuda para frenar una automedicación, como así también “es importante para controlar esta autoprescripción de antibióticos”.

El docente expresó que “va a ser falta una gran responsabilidad de todos los eslabones que son responsables de la venta y el consumo de antibióticos, desde médicos, odontólogos, el farmacéutico y la misma persona que va y solicita el antibiótico sin la receta”.

Además, agregó que “además de estar sancionada la ley, va a ser importante la reglamentación, cómo se va a controlar cuando alguien no cumpla con estos requisitos para la venta de un antibiótico, el médico que no cumple, el laboratorio que no realiza el etiquetado frontal, el farmacéutico, etc”.

Por último, Bazán destacó que “es importantísimo, va a ayudar mucho a disminuir esta venta y uso irracional de antibióticos. Es una gran responsabilidad de la sociedad en su conjunto y la ley nos da las herramientas para que esto pueda suceder”.

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