La UNMDP promueve la certificación de responsabilidad empresarial

Foto: La Responsabilidad Social Empresaria (RSE) es la responsabilidad de una organización ante los impactos que sus decisiones y actividades ocasionan en la sociedad y el medio ambiente en el que se desenvuelve.

 

La Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP), desde la Secretaría de Vinculación y Transferencia Tecnológica, lleva a cabo un programa de certificación de sistemas en buenas prácticas de responsabilidad social empresarial. La Responsabilidad Social Empresaria (RSE) es la responsabilidad de una organización ante los impactos que sus decisiones y actividades ocasionan en la sociedad y el medio ambiente en el que se desenvuelve. Tener responsabilidad social implica, mediante un comportamiento ético y transparente, contribuir al desarrollo sostenible incluyendo la salud y el bienestar de la sociedad. Esta contribución debería ser activa y voluntaria y tiene que apuntar a la mejora social, económica y ambiental por parte de las empresas, con un eje importante en la promoción de la sostenibilidad.

Para conocer más detalles sobre el funcionamiento de este programa, desde Portal Universidad nos pusimos en contacto con Fernando Hammond, licenciado en Gestión Pública, consultor en Planificación Estratégica y Responsabilidad Social Corporativa, docente de grado y posgrado e investigador categorizado de la universidad.

Respecto de la función de la Responsabilidad Social Empresarial, Hammond explicó: “La RSE es un enfoque de negocios que tiene más o menos unos 50 años en nuestro país y en la ciudad de Mar del Plata hace unos 20 años que se viene visibilizando. Es parte de un movimiento empresario que busca revisar las prácticas tradicionales de las empresas capitalistas que no cuidan los diferentes impactos de sus actividades. La idea es sustituirlo por un modelo de negocios más aggiornado a nuestra época, que se preocupa por el impacto en el medio ambiente y las opiniones de la sociedad civil sobre su conducta empresarial. Con la RSE, la empresa deja de preocuparse por sólo producir rentabilidad o beneficio y pasa a observar que está sucediendo en su entorno”.

Foto: Con la RSE, la empresa deja de preocuparse por sólo producir rentabilidad o beneficio y pasa a observar que está sucediendo en su entorno.

En torno a los distintos campos de acción donde puede tener efectos la aplicación de la RSE, Hammond explicó: “Depende mucho del tipo de actividad que hace la empresa. Las empresas vinculadas de forma intensiva a la mano de obra se ocupan más por la inclusión laboral de trabajadores en situaciones de vulnerabilidad. Las de actividades de la salud, como los laboratorios, tienen mayor observancia sobre el impacto que producen sus desechos y derivados. Las de la pesca tienen una conducta más orientada a la reducción de plásticos, el cuidado del mar. Siempre va a depender del tipo de actividad que realiza la empresa cómo se define su estrategia de responsabilidad social. En general se alinean en función de su actividad y de la función de problemática social que tienen que abordar”.

Consultado sobre si la RSE es una práctica obligatoria para las empresas, el licenciado en Gestión Pública expresó: “Hablamos de una obligación moral en este caso. Es importante pensar en distintas organizaciones que realizan acciones a nivel global para cumplir con objetivos de desarrollo sostenible para el 2030, inmersas en una sociedad que es cada vez más consciente de los problemas colectivos que atravesamos y que exige moralmente a las empresas una conducta más ética. No existe una legislación que obligue a las empresas a llevar adelante estas prácticas, pero sí existe una obligación moral”.

Asimismo, se refirió a la importancia que tiene esta certificación para las empresas ya que “el sello de calidad que audita la universidad y que se otorga conjuntamente con el municipio, coexiste con otras certificaciones que ya existen en el mercado. El sello que audita la universidad tiene detrás valores como la democracia y la transparencia y convive con otros sellos nacionales e internacionales, que son importantes para una empresa a al hora de realizar una exportación, por ejemplo. Contar con una certificación ayuda a la empresa a competir e insertarse en el mundo. Si no tenés un sello de calidad que avale tus prácticas, no podés competir”.

El sello que audita la universidad tiene detrás valores como la democracia y la transparencia y convive con otros sellos nacionales e internacionales.

Por otro lado, Hammond explicó que adherir a este modelo no representa un beneficio impositivo puntual para las empresas. “En un momento se discutió a nivel municipal que las empresas adherentes puedan acceder a ciertos beneficios, como en competencias por licitaciones, o descuento en las tasas de servicios. Se habló de beneficios en un momento pero no están instrumentados. No obstante es importante para las empresas contar con el aval de la universidad por el prestigio  que tiene la institución y porque implica posibilidades de mejora desde una mirada externa, haciendo recomendaciones e incorporando la mirada de estudiantes y graduados, que son clientes porque todos somos consumidores. La sustentabilidad es un imperativo muy importante y no hay tiempo que perder”, puntualizó.

¿Cómo funciona el Programa de Certificación que ofrece la UNMDP?

En cuanto al programa de Certificación en buenas prácticas de Responsabilidad Social Empresaria, Hammond dijo: “Nuestro programa prevé que lo puedan hacer empresas grandes y pequeñas. La distinción que hay es en el arancel, porque esto obviamente es una certificación que la universidad cobra, más allá de que es un importe mínimo comparado con otras certificaciones del mercado. Las grandes empresas pagan el arancel completo y las empresas más pequeñas tienen aranceles bonificados”.

Para participar del programa, en primer lugar es necesario que “las empresas se comuniquen con nosotros a través de la Secretaría de Vinculación y Transferencia o a nuestro e-mail certificacionrse.unmdp@gmail.com . Una vez hecho el contacto, las incorporamos a una agenda y comienza el proceso. Han pasado ya unas 30 empresas por nuestro proceso”.

Establecemos una serie de requisitos y en el caso de que la empresa los cumpla, se otorga una certificación por 2 años, que después es necesario renovar.

“A partir de ahí, con nuestro equipo de docentes, graduados y estudiantes de la propia universidad llevamos a cabo una auditoría con un protocolo de certificación que hacemos disponible para que la empresa acceda y pueda realizar una autoevaluación, un autodiagnóstico de su situación. Posteriormente establecemos una serie de requisitos y en el caso de que la empresa los cumpla, se otorga una certificación por 2 años, que después es necesario renovar. En el caso de que no cumpla, se elabora un informe con las mejoras necesarias y se programa una visita para evaluar las mejoras y si se adaptó o no al sistema”.

La Responsabilidad Social Empresarial en Mar del Plata

Respecto de la incorporación de empresas marplatenses a esta iniciativa, Hammond destacó: “Ha ido creciendo con el tiempo el fenómeno de la RSE en Mar del Plata. Ya tiene varios años en la ciudad y está muy asociado a distintas empresas, principalmente en aquellas vinculadas con el puerto de la ciudad. Estas empresas hace tiempo que empezaron a emular estas prácticas, que vienen como una tradición a partir de la inmigraciónn europea. Tenemos en nuestra ciudad fuertes vínculos con la italianidad, donde se promueve fuertemente este modelo de negocios”.

Cada vez se hace más énfasis en este modelo de negocio.

“En Mar del Plata hay unas 70 empresas que declaran hacer RSE, lo cual constituye un número importante. Contamos en la ciudad con la cámara FortaleceRSE, que las agrupa. Hay empresas que asumen este compromiso en el parque industrial también y están tomando estos modelos de negocios. Por supuesto que hay componentes globales, porque a nivel mundial, cada vez se hace más énfasis en este modelo de negocio.  Sin embargo, más allá de eso, también hay elementos locales, muchas empresas de la ciudad que están comprometidas con la comunidad, empresarios que con sensibilidad social traccionan a sus empresas para que cumplan determinadas finalidades sociales. Yo lo que veo es un movimiento que va creciendo”, agregó.

 

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