Cánticos discriminatorios en Qatar: “La mirada racial y sexista del fútbol está presente en toda la sociedad”

Foto: Hinchas de Argentina cantando una canción xenófoba en las inmediaciones de un estadio Qatarí. Fuente: Captura de Tv.

 

En Qatar, frente a un cronista que conducía un móvil de televisión, un grupo de hinchas argentinos creó una canción xenófoba y racista que aludía a los orígenes y la sexualidad de los miembros del seleccionado francés. La canción, una reversión internacional de un repudiable canto de hinchada de Chicago, generó repercusiones que llegaron hasta los medios del país galo. 

Para profundizar sobre este tema, desde Portal Universidad nos pusimos en contacto con José Garriga Zucal, Doctor en Antropología Social (UBA), investigador del CONICET y docente de la Universidad Nacional de San Martín.

Con relación al uso de las características físicas, sexuales o culturales para descalificar en el contexto del fútbol, Garriga Zucal dijo: “En primer lugar es necesario dar cuenta de que este tipo de cánticos son muy comunes en el fútbol argentino. Que sean comunes tiene que ver con la legitimidad que tiene la construcción del otro vinculada a esos elementos. Cuando digo que está legitimado, no me refiero a que sea aceptable o que esté bien, sino a que se permite dentro del contexto de nuestro fútbol. La estructura de la canción original, que pertenece a la hinchada de Chicago, es más racista y sexista que la versión de Qatar, podríamos decir que en Qatar hicieron una versión light de la canción”.

Foto: Tribuna de Chicago, el club en el que se gestó la canción original. Fuente: Télam.

“Esa legitimidad es construida por múltiples actores del mundo del fútbol en Argentina, y no es simplemente el resultado de unos barrabravas aislados que caen a Qatar, es una legitimidad que recorre el mundo del fútbol, que la cantan espectadores, barrabravas, profesionales de los medios, jugadores y directivos. Sin ir más lejos, hace unos días una figura relacionada con el fútbol y la política habló del pueblo Alemán como una raza superior. Esto da cuenta de que la legitimidad que se construye no está aislada de legitimidades socialmente construidas. La mirada racial y sexista en el fútbol tiene vasos comunicantes con miradas similares que se dan a lo largo de toda la sociedad, no son marcianos los hinchas de fútbol. La mirada sexista, lo que se le dice a Mbappé, es muy común en otros ámbitos de la sociedad argentina, no solamente en el fútbol”, destacó.

Por otro lado, Garriga Zucal explicó que estos cantos de hinchada se construyen a partir de la reducción y simplificación de la identidad del otro, del distinto. Sobre este aspecto dijo: “Lo que hicieron esos espectadores en Qatar es cortar la canción de Chicago, que es muy pero muy violenta y hacer una versión dedicada a los franceses. Ahí hay algo interesante para pensar, que tiene que ver con esa matriz que es legitimar cómo se representa al otro, la alteridad, la representación del otro como un otro muy diferente a mí.  En el caso del fútbol, llega la idea de eliminar a ese otro para ganar, tener aguante y ser reconocido como aguantador. Lo peligroso de estos hábitos es que se encarnan después en un grupo muy reducido de personas que puede llegar a trascender la canción y se pone violenta en la cancha”.

Foto: El jugador francés Kylian Mbappé Lottin, a quien la canción alude explicitamente. Fuente: Télam.

Asimismo, destacó que es importante comprender los contextos en los que se producen estos cánticos, ya que “los contextos habilitan a esos hinchas, alguien les puso un micrófono enfrente y les dio visibilidad. Uno se imagina que ese mismo espectador no dice eso en otro contexto, tal vez alguna de esas personas sea un estudiante universitario y no diría ese discurso en la universidad donde estudia. Yo hice un trabajo de campo con Barrabravas y conocí a una persona que los sábados se peleaba en la cancha y los domingos era Boy Scout. En la cancha se cree que se pueden decir y hacer cosas que en otros contextos no se hacen”.

La construcción de los nacionalismos

En las agresiones, se alude desde un lugar de argentinos a otras personas a las que se posiciona como francesas, como si dichas nacionalidades fueran homogéneas. “Ahí hay algo interesante para ver cómo se construye la nación. Toda nación construye una idea de homogeneidad y cuando decimos que los argentinos somos todos iguales, comienzan a negarse las diferencias entre Jujuy y Ushuaia, las diferencias de clases, de un montón de cosas”.

“Hay una construcción de las identidades nacionales que tiene como objeto pensar esa homogeneidad, es interesante pensar en la contradicción de las naciones, que son la mayoría multiétnicas e intentan construir una nación homogénea ante esa multietnicidad”, expresó. 

¿Cómo se deconstruyen estos hábitos?

Con relación a las medidas que se pueden tomar para desarticular estos comportamientos xenófobos y discriminatorios, Garriga Zucal dijo: “Hay un peligro de folclorizar, de decir esto está bien, está bien que pase en el fútbol. Es importante destacar que trabajar la lógica de las violencias masculinas que se dan en el fútbol es también deconstruir las violencias que se dan en el masculinismo de la sociedad”.

Tenemos que modificar la alteridad en el fútbol y eso también implica deconstruir esa alteridad en la sociedad, tenemos que dejar de ver al otro, al distinto, como peligroso. Lo primero que hay que hacer es intentar no reproducir esto, hay que construir en cada uno de nosotros espacios de reflexividad para no reproducir esto y lo más importante es demandar a los encargados de políticas públicas que piensen en herramientas para combatir la reproducción de estas lógicas”, agregó. 

Finalmente, Garriga Zucal se refirió a las medidas que han tomado desde el Estado respecto de estas construcciones respecto de los rivales y dijo: “Hay que pensar esa construcción de alteridad que es la prohibición del hincha visitante, como un ejemplo gráfico de cómo se construye al otro como un otro peligroso. Yo he visto partidos River – Boca con hinchas de Boca al lado mío, compartíamos tribuna. Años después no podíamos compartir más la tribuna, después sacaron la platea de abajo, después al corralito y no los vimos nunca más”.

Eso es una política que tuvo el Estado de construcción del otro como peligroso. Opino que esa política tiene que ser revisada, hay que pensar cómo construimos al otro como un otro no diferente a mí: el hincha de Boca y de River comparten mucho más que lo que los diferencia”, concluyó.

 

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