“Los periodistas tienen que preguntarse sobre los efectos que tiene la producción de sentido de lo que comunican”

Fuente: freepik.

 

El pasado lunes, distintos medios locales abordaron un hecho en el cual una mujer, que estaba atravesando una crisis de salud mental, se había parado en el techo de un vehículo con su bebé en brazos. A partir de esta situación, los portales no solo mostraron imágenes cedidas por el municipio donde se podía identificar claramente a los protagonistas, sino que elaboraron distintas teorías sobre las intenciones que tenía la madre para con su hijo.

Asimismo se aventuraron a diagnosticar, sin ningún tipo de conocimiento particular, una depresión posparto, un brote psicótico y un consumo problemático de sustancias. Esta cobertura de los hechos generó conmoción en la sociedad marplatense y para hablar sobre las prácticas que deberían tenerse en cuenta desde la comunicación a la hora de informar estas situaciones, desde Portal Universidad nos pusimos en contacto con Dolores Espeja, Coordinadora del Consejo Asesor de la Comunicación Audiovisual y la infancia (CONACAI), que funciona en la órbita del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM).

Foto: Las imágenes fueron capturadas por cámaras del municipio y distribuidas a los medios de comunicación locales. Fuente: Mgp.

Respecto del abordaje que deberían hacer los medios ante estas situaciones, Espeja dijo: “En el caso de las noticias en las que están involucradas las infancias hay una legislación muy robusta y precisa respecto de la prohibición de la identificación directa o indirecta de niños que puedan ser lesionados en su dignidad, intimidad o reputación. Esto es la ley de Protección Integral de las Infancias, que explicita la prohibición de exponer, difundir, divulgar datos que permitan su identificación. La responsabilidad de los medios se extiende también a las personas adultas en virtud de preservar la dignidad, o sea que también está protegida legalmente la adulta en la normativa”.

“Los periodistas tienen que preguntarse sobre los posibles efectos que tiene la producción de sentido de lo que comunican. Es el punto de partida ético para pensar que puede pasar después con las personas involucradas, las personas del entorno y el impacto que se genera en las audiencias también”, agregó.

En el mismo sentido, Espeja explicó que “si bien hay recursos como la distorsión de las imágenes sobre la cara de los involucrados, a veces no alcanza con esos recursos para preservar la intimidad de la persona. Además habría que pensar cómo contextualizar una noticia o una situación de ese tipo. Ocurre una situación en la vía pública, genera una conmoción en quienes están alrededor, los protagonistas, los testigos y eso genera una curiosidad. Al transmitir ese hecho hay que tener en cuenta que se puede viralizar, hay un conglomerado comunicacional multipantalla que hace que lo que ocurrió se viraliza, y se mantiene en el tiempo”.

Al transmitir ese hecho hay que tener en cuenta que se puede viralizar, hay un conglomerado comunicacional multipantalla que hace que lo que ocurrió se viraliza, y se mantiene en el tiempo.

“Con este complejo multipantalla, hay que pensar que existe una situación de crisis de una persona que tiene un padecimiento mental en un momento crítico y lo que comunicamos va a tener un efecto en ella y en la audiencia. En todo caso habría que aprovechar, desde el punto de vista de la función social de los medios de comunicación, para trabajar sobre el derecho humano que implica la comunicación. Podrían buscar, con esa producción de información, generar beneficios sociales preservando la identidad, aprovechando la oportunidad para poner en agenda temas que ocupan a las comunidades, como los padecimientos vinculados con la salud mental u otros tantos problemas”, agregó.

En cuanto a la forma de generar información beneficiosa, Espeja dijo que “se podría convocar a especialistas, hablar de detección temprana, prevención, estadísticas, donde acudir cuando alguien atraviesa una problemática de esa naturaleza, que organismos tienen competencia. De esta manera brindamos una serie de elementos que podrían permitir que una situación social que conmociona, en lugar de ser utilizada desde el morbo y la espectacularización, sea convertida en una oportunidad para realizar una contribución a la vida cotidiana”.

En cuanto a las acciones que pueden tomar las personas cuando resultan expuestas por los medios de esta forma, Espeja dijo: “Sin duda quienes fueron damnificados por esta exposición involuntaria pueden accionar en la justicia, dependiendo del grado de vulneración, aunque desconozco el éxito que pueda tener la acción. Sin duda podrían reclamar por daños a quienes difundieron las imágenes, existe la posibilidad de denunciar en organismos como la Defensoría del Público, pensando también en las audiencias”.

Respecto de los distintos organismos que se ocupan de revisar estas situaciones dijo: “Hay organismos que en este momento están en funciones, organismos que están muy atentos como la defensoría del público, el Conacai. El Conacai es un organismo que surge con la ley de comunicación audiovisual, tiene ya 11 años de existencia, estuvo paralizado y estos 3 años volvimos a poner en agenda el tema de la protección y la promoción de los derechos de las infancias en los medios audiovisuales. Nosotros no tenemos capacidad de sancionar, tampoco tenemos injerencia sobre lo que sucede en las redes, pero hacemos recomendaciones. Hacemos capacitaciones donde trabajamos con todas las audiencias, no solo las infantiles y trabajamos también con medios locales y provinciales porque nos parece un trabajo prioritario

“Creemos que falta sensibilización respecto al tema, no es por mala voluntad. Por supuesto que hay algunos medios y comunicadores que saben lo que hacen cuando comunican de determinada manera y con cierta anonimidad, pero la mayoría tiene que ver con falta de acceso al tema y no tener un enfoque de derechos cuando acceden al tema. No tiene por qué un comunicador conocer a fondo todas las temáticas, lo que tiene que saber es que puede recurrir a brindar datos de organismos de protección, rodeándose de todos esos elementos para presentar un el tema como un servicio”, explicó.

Creemos que falta sensibilización respecto al tema, no es por mala voluntad. Tiene que ver con falta de acceso al tema y no tener un enfoque de derechos.

Por otro lado, se refirió a la responsabilidad que tienen los distintos actores involucrados en la difusión de las imágenes y dijo: “Esas imágenes llegaron a los medios a través de las cámaras del municipio. Ahí habría que hacer un trabajo también sobre las personas que trabajan en esos ámbitos. Desde el municipio también tienen una responsabilidad social, nosotros no les exigimos lo mismo que a los medios y entendemos que es difícil que no se filtren esas cuestiones. Las filtraciones ocurren, pero en definitiva quienes después van a tener que responder por las malas prácticas, en términos mediáticos periodísticos, son los comunicadores. Tendríamos que hacer un trabajo pedagógico sobre otras áreas relacionadas con la gestión estatal de esta información”.

¿Deberían no publicarse estas noticias?

Con relación a si deberían o no publicarse este tipo de noticias, Espejo dijo: “Pedir que no se publiquen constituiría un acto de censura. Lo importante es actuar una vez que la cuestión ocurrió para capacitar, para que la perspectiva de derechos atraviese a toda la comunidad comunicativa, para que quien va a realizar la cobertura ya tenga en mente ciertos recaudos. Se puede y se debe hablar de todos los temas, porque son los temas humanos, la cuestión es cómo hacerlo sin vulnerar derechos”.

Finalmente, Espeja invitó a ingresar a las redes del Conacai y a la página web http://www.consejoinfancia.gob.ar/ y explicó que es un espacio que está compuesto por numerosos organismos públicos nacionales, representaciones de gobiernos provinciales, organizaciones de la sociedad civil, universidades, gremios docentes, entre otros. “Las acciones que se toman son el resultado de la labor sinérgica de todos estos espacios especializados con sus distintos enfoques, que garantizan que se difunda y oriente a políticas públicas de comunicación en torno a los promoción de derechos de las infancias. Esto hace que nosotros podamos hablar de esta problemática como una situación prioritaria. Cuando haya situaciones vinculadas con estas problemáticas, o que puedan afectar a las infancias, no duden en comunicarse con nosotros”, concluyó.

 

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