Voces ocultas, fantasmas y ruidos de bombardeos de noche: Belchite, el pueblo en ruinas de España

Belchite desde arriba. Foto: iStock

 

Por Maria Belén Alvarez Cestona*

Desde hace 92 años, 32 países del mundo se disputan para llegar a la final de fútbol y levantar la copa. Con 22 ediciones que van desde Uruguay 1930 a Qatar 2022, España participó de 15, y se consagró campeón en Sudáfrica 2010 tras ganar en la final por 1-0 a los Países Bajos con gol de Andrés Iniesta.

Si bien pareciera que el mundial fuera una “guerra” entre los equipos, a decir verdad España ha vivido verdaderos enfrentamientos a lo largo de su historia. Uno de ellos, se dio en la provincia de Zaragoza que se encuentra en Aragón, al noroeste de este país. Allí se halla un pueblo llamado Belchite situado a 49 km de la capital, que tiene una población de 1526 habitantes. Esa ciudad hoy en día es denominada “fantasmagórica”, ya que en ese lugar se disputó una batalla en la que murieron alrededor de 5000 personas.

¿Por qué se cree que es de terror? Todo se remonta a 1980 cuando un grupo de periodistas de radio IV Dimensión la visitó y grabó sonidos en los que pueden oírse diferentes tipos de explosiones y también el rugido de los motores de los aviones. Desde ese momento y hasta la actualidad, miles de turistas se acercan a escuchar con sus propios oídos los fantasmas de esta famosa ciudad.

La batalla que sigue viva

En las elecciones de febrero de 1936 el centroderechista Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ganó la alcaldía de Belchite nombrando a Mariano Castillo Carrasco como gobernante. La población contaba entonces, según el censo de 1935, con 3812 habitantes. Pero el mal manejo de las designaciones de la ciudad entre la izquierda y la derecha hicieron que haya inconvenientes y se dispute una Guerra Civil.

El 18 de julio de 1936 se produce un fallido golpe de Estado contra el gobierno republicano. En la ciudad y los alrededores, los miembros del ejército y grupos contradictorios fueron abandonando los ayuntamientos y se llevaron detenidos a los izquierdistas más conocidos. Se estima que se fusiló a un mínimo de 170 personas. Mientras tanto, Castillo se suicida y su familia es asesinada.

Si bien el pueblo tenía fortificaciones, los avances de los sublevados entre el 24 de agosto y el 6 de septiembre de 1937 hacen que se produzca la batalla de Belchite dentro de la ofensiva del ejército republicano destinada a la toma de Zaragoza. La lucha terminó con la toma de los republicanos, la muerte de 5000 personas, alrededor de 2400 prisioneros y el lugar casi destruido en su totalidad.

Belchite en guerra. Foto: desperta Ferro.

Uno de los sobrevivientes es Aurelio Sabalera, quien contó para el canal Aragón TV que cuando tenía 7 años, “estuvimos fabricando pan hasta última hora del asedio de Belchite (..) la persona que le apuntó a mi padre con un arma se dio cuenta de que había llegado a la panadería y, casualmente, el miliciano era pastelero. Así que no le disparó”. Historia cruda con un final un poco feliz.

Por aquel entonces, se encontraba España gobernada por el régimen de Francisco Franco, quien no quiso reconstruir el pueblo para dejarlo como símbolo de lo que para él significaba una victoria nacional. Solo se podían realizar pequeñas mejoras que pudieran ser removidas, y por ello se construyó al lado del viejo municipio una ciudad que pasó a denominarse “el nuevo Belchite”.

En medio de ambos lugares, entre 1940 y 1945, se puede ver el antiguo campo de concentración conocido como “Rusia”. Este lugar fue construido para albergar a los habitantes que habían perdido todo tras la batalla. Poseía quince pequeños edificios en el que fueron esclavizados los belchitanos de izquierda y prisioneros republicanos que luego serían obligados a construir la nueva Belchite.

En 1954 se inauguró, con la presencia de Franco, esta nueva ciudad. Pero recién en 1964 fueron realojados todos los habitantes del pueblo viejo. Tras el enfrentamiento, quedan cerca de 1500 personas. Así, las ruinas de lo que alguna vez tuvo miles de habitantes se han vallado y se comenzaron a estabilizar para realizar visitas guiadas a las que acceden más de 10000 turistas al año.

De fantasmas y otras historias paranormales

La población de la nueva urbe se encuentra asombrada, si bien unos kilómetros la separan de las pérdidas que sufrieron en los años 30, muchos comentan que la vieja ciudad se encuentra embrujada. Voces, fantasmas, ruidos de bombardeos y aviones volando, son solo algunos sonidos que se oyen al caer la tarde.

El lugar se conforma por calles vacías, en donde se pueden ver los principales patrimonios de Belchite Viejo: la Plaza de la Cruz, la Torre del Reloj, edificio construido en el siglo XV; el Convento de San Agustín, y la Iglesia del mismo patrono en donde se hallan las fosas comunes con los vestigios de aquella época. También se encuentra una cruz de hierro negro, un poco oxidada, en representación a los caídos en guerra.

Las paredes de Belchite. Foto: iStock

“Pueblo Viejo de Belchite. Ya no te rondan zagales, ya no se oirán las jotas que cantaban nuestros padres” dice una de las paredes de la ciudad, firmada por el vecino Natalio Baquero. Estas palabras están escritas en una pared del Arco de la Villa de la Iglesia, uno de los puntos de acceso al lugar.

Desde la visita del programa radial IV dimensión, los turistas van en búsqueda de historias paranormales. Carlos Bogdanich, uno de los periodistas, cuenta en El Español “Llegamos a Belchite a eso de las once de la noche. Era octubre de 1986 y había luna nueva. En el pueblo no había más que dos calles iluminadas No tuvimos problemas en entrar en las ruinas. Instalamos dos micrófonos de máxima tecnología en los restos de la iglesia de San Martín y dejamos grabando”.

Y continúa “esperábamos en el coche para no hacer ruido y cada dos horas íbamos a cambiar las cintas. Cuando desgrabamos de pronto: ¡BRUM!. Ahí estaba, el bombardeo. ¡Jodo!, gritamos. Nos miramos y volvimos a escucharlo. No había duda, era una gran bomba. Después llegaron los otros sonidos. El que más me sorprendió fue el de un avión, como los de la guerra”.

Como su relato hay miles, de todos los que visitan este pueblo esotérico. En Spotify, se pueden escuchar episodios como “Las psicofonías de Belchite” de Aragón Curioso, con fragmentos de la vivencia de los periodistas de IV dimensión. Por otro lado, en 62 Viaje a Belchitede Historias de la Historia se alcanzan a oír voces de niños cantando, bombardeos y disparos.

Por su parte, en Youtube, también hay innumerables vídeos de gente que visita la ciudad en búsqueda de su historia paranormal, como FFIFA, en el que se pueden ver siluetas y figuras en la oscuridad de la noche. Como este, hay una gran cantidad de testimonios que registran con sus grabadoras diferentes psicofonías muy difíciles de explicar. Todos sucesos que vale la pena ser escuchados para un domingo.

Belchite de noche. Foto: sitio oficial Belchite.es

En torno a lo vivido se construyeron varias leyendas, como las de las campanas que suenan aunque ya no existen, otras de niños que lloran, gritos o el soldado que se lamenta. Incluso se dice que el cuerpo del Conde de Belchite fue raptado de su tumba y vaga por las calles desesperado. Pero hay algunas que ya rondan lo fantástico como la de la casa que se construye y se destruye sola.

También se cuenta sobre Paulina y Antonia, dos mujeres que murieron juntas y que muchos creen ver vagando; la presencia de una Virgen que llora, o los tantos huesos que se dejan entrever en días de lluvia. Muchos turistas atraídos por lo paranormal que envuelve al pueblo dejan sus grabadoras y las recogen con esperanzas de haber captado alguno de estos sonidos.

En el cine, aprovecharon estos sucesos para inspirar a directores como Guillermo del Toro, que rodó allí algunas tomas de “El laberinto del fauno” en 2006 o a Albert Boadella, que hizo “Buen viaje, excelencia”, con Franco visitando el pueblo. A su vez, Ken Follett también le dedicó un capítulo en su libro, “El Invierno del Mundo”, y Jaime García Simón escribió “Amanece en Belchite”. Entre otras tantas historias que utilizan este fantástico lugar como musa.

Una visita imperdible

Belchite es un municipio de la provincia de Zaragoza, la cual se encuentra al noroeste del país español. Para llegar desde Madrid, la mejor forma es tomar la carretera de Barcelona y desviarse en la salida 271, a la altura de la Almunia de Doña Godina. Allí tomar la A220 hasta el destino. Ya si te encontras dentro de la provincia, tomar la A23 en dirección Villafranca del Ebro y salir por la salida 1B para incorporarse a la ARA-A1 hasta la A222 hasta arribar.

Esta ciudad tiene una página oficial, en donde se pueden conseguir las visitas guiadas. Las mismas comienzan a partir de las 12 hasta las 18 o 19, dependiendo de la época del año y el clima. El precio de la entrada asciende a 8€ para la visita diurna, 12€ para la nocturna y 14€ si se desea visitar de día y de noche. En cualquiera de los casos la aventura dura una hora y media aproximadamente.

Los mismos guías sugieren que puedan dejar sus grabadoras cerca de la Iglesia, para luego retirarlas y desde allí ver que psicofonías se pueden oír. La ciudad se encuentra vallada, pero aún así muchos turistas deciden saltarse ese paso y pasar a vivir su propia experiencia por mano propia.

Incluso en este trágico lugar se celebran las ediciones de “Belchite de película”, en donde alrededor de 50 equipos se preparan durante 24 horas para hacer un cortometraje de entre 3 y 6 minutos con localizaciones de la ciudad, el Pueblo Viejo o el ambiente tenebroso. ¿Y vos, qué estás esperando para que tu próximo destino sea este lugar tan lleno de historia y sucesos esotéricos?

 

*Estudiantes del MediaLab, primer Laboratorio de Redacción para Medios Digitales. Se trata de un sistema experimental que consiste en el trabajo periodístico, de producción propia, que desarrollan alumnos del Taller de Redacción para Medios Digitales, correspondiente a la Tecnicatura de Periodismo Digital que se dicta en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

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