Aseguran que la criminalidad requiere mayor análisis de datos en lugar de patrulleros circulando
La publicación del reporte de seguridad del mes de febrero presentado por el Centro Municipal de Análisis Estratégico del Delito del partido General Pueyrredon (CeMAED) reveló datos alarmantes en torno a las estadísticas de delitos y contravenciones que tienen lugar en la ciudad. En total se contabilizaron 2153 hechos como hurtos, robos y otros delitos, entre los que se encuentran tres homicidios. Asimismo, un dato relevante es que se registraron casi 20 mil llamados al 911 en un mes.
Para analizar con mayor detalle estos datos, desde Portal Universidad nos pusimos en contacto con Tobías Schleider, doctor en Filosofía del Derecho, especialista en Derecho Penal y abogado.
Respecto de los datos consignados en el informe, Schleider manifestó: “Es bueno poder contar con estos datos, que hoy existen y son de acceso público. Antes no pasaba y son una herramienta fundamental para entender lo que sucede en la ciudad en términos de criminalidad. Si bien partimos de los datos, hay que trascenderlos para analizarlos. Los 14 homicidios que tuvimos en la ciudad en lo que va del año son un número muy alto estadísticamente, es una cifra cercana a las de los años con más homicidios desde que se miden de manera adecuada. Sin embargo, eso no significa nada por sí mismo si no se hace un análisis más pormenorizado”.
CeMAED_Informe_Febrero2023 by Técnicos Periodismo
“Habrá que ver de qué están compuestos esos números para que esa información se convierta en conocimiento y sirva de base para diseñar políticas preventivas. Muchas veces en los medios se habla de la categoría “ajuste de cuentas” que no sirve ni para contar ni para investigar desde el punto de vista judicial o académico. Lo que importa saber en estos casos es que la mayoría de los homicidios se dan entre personas que se conocían previamente. Salvo algunos casos excepcionales, como el asesinato del adolescente Lucio Garay en la peatonal, la mayoría de los conflictos que terminan en una muerte nacen como problemas entre personas que se conocen o que tienen una relación más allá de alguna actividad ilegal o irregular. Simplificar la situación diciendo que es un ajuste de cuentas es evitar el análisis, es patear la pelota afuera de la cancha”, expresó.
Sobre este mismo aspecto profundizó: “No se puede hacer una política específica para cada hecho pero sí para los fenómenos. El análisis se ocupa de fenómenos, no de hechos. Mi rol como investigador no es investigar quién mató a tal, sino estudiar por qué se dan ciertos fenómenos, que tienen en común al agruparlos y pensar estrategias para esos conjuntos de hechos o fenómenos sociales”.
En cuanto al estudio profundo que requiere la problemática a la hora de elaborar políticas de prevención, Schleider dijo: “En primer lugar hay que discriminar de qué estamos hablando cuando hablamos de homicidios porque no es lo mismo trabajar en la prevención de homicidios en ocasión de robo que en un femicidio por ejemplo. En el caso del femicidio hablamos de una escala de violencia machista que se desencadena en la violencia letal y el enfoque de unos y otros casos es muy diferente. Contabilizar los homicidios en general no tiene mayor utilidad, es como si quisieras abordar una cuestión de salud analizando la mortalidad en general, el dato por sí solo no revela nada”.
El aumento de los números en materia de seguridad tiene que ver con un desvío de las políticas hacia el foco donde se tienen que poner los recursos del Estado.
Respecto de las elevadas cifras del delito en la ciudad el especialista en seguridad explicó: “Es demasiado pronto para realizar un análisis concretos porque faltan muchos datos, muchos son hechos que están en plena investigación. El aumento de los números en materia de seguridad tiene que ver con un desvío de las políticas hacia el foco donde se tienen que poner los recursos del Estado. Esto puede ser en parte por desconocimiento o por facilismo, porque cuando hay un problema de seguridad, en lo primero que se piensa es en la presencia policial. Sin embargo la policía es sólo una herramienta. En el caso de la violencia de género no es relevante poner más patrulleros en la calle, por ejemplo”.
“Los llamados al 911 son un dato importante, pero son distintos que los datos de registros administrativos sobre hechos que se consumaron en la ciudad. Los llamados al 911 indican la demanda de recursos de seguridad. Más demanda puede suponer que existe por lo menos la sensación de que hay más hechos. Cuando hay muchos llamados por disparos por ejemplo, todos localizados en una zona de la ciudad, nos da una idea de que hay que prestarle atención a ese sector”, agregó.
Por otro lado se refirió a la disparidad geográfica del delito que se observa a partir del mapeo que se graficó en el informe y dijo: “En todas las ciudades hay zonas con más prevalencia y otras con menos. Es importante ver de qué se trata lo que sucede en esas zonas, es muy probable que en el centro de la ciudad, en los meses del verano, haya más concentración de gente y por lo tanto más hurtos y arrebatos. Esto no necesariamente marca un problema anómalo en la seguridad de la ciudad, es casi lo que naturalmente pasaría en una ciudad de las características de Mar del Plata, por el aumento de población circunstancial que trae el turismo. Conocer estos datos permite tomar decisiones como poner más recursos del estado en ese momento, pero es fundamental no descuidar los problemas que se dan en el periurbano o en la periferia”.
Percepción y realidad
Muchas veces se instala en la agenda la discusión de ciertos delitos por encima de otros y se puede llegar a generar la sensación de que existe cierta estacionalidad para algunos tipos de delitos o que se ponen de moda momentáneamente. Sobre este aspecto, Schleider dijo: “Poder contar con esta información para analizarla nos permite diferenciar entre un “hype”, es decir un exceso de atención sobre un fenómeno que lo hace parecer más frecuente, de lo que es un aumento real en la frecuencia del mismo. Cuando hablamos de seguridad no hay que hablar solamente de los hechos que suceden sino de cómo los percibimos. Insisto sobre este tema: los homicidios son más frecuentes en Mar del Plata, en Argentina y en Latinoamérica. Es mucho más probable que te mate un conocido a un desconocido y eso en general no se percibe de este modo”.
Es mucho más probable que te mate un conocido a un desconocido y eso en general no se percibe de este modo.
Finalmente se refirió a la importancia de contar con funcionarios idóneos en el área de seguridad y dijo: “La reducción del delito y la reducción del miedo a ser una víctima del mismo son políticas diferentes, por eso es importante que los funcionarios que se dedican a la gestión de la seguridad primero sean expertos y segundo se ocupen de resolver el problema concreto de seguridad en la ciudad, de atender las causas subyacentes”.
“Hoy en día en la ciudad hay recursos técnicos para el análisis que se aprovechan mejor o peor, pero la información y el conocimiento no es nada más que un lujo si no se utiliza como base de las políticas de seguridad. No hay soluciones mágicas que resuelvan este problema. Hay que analizar los datos para diseñar políticas de prevención adecuadas. Ciertamente no se trata de tener más patrulleros”, concluyó.