Propiedad intelectual: registrar nuestras creaciones es el primer paso de un proyecto exitoso

 

Con el objetivo de divulgar la función que tienen los derechos de propiedad intelectual y con ello valorar y fomentar la innovación y la creatividad, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fijó el 26 de abril como el Día mundial de la propiedad intelectual.

Para conocer de qué se trata la propiedad intelectual y saber más sobre las herramientas de las que disponemos los ciudadanos para proteger nuestras creaciones, desde Portal Universidad nos pusimos en contacto con Adrián Alveolite, abogado especialista en la materia. 

Consultado sobre la definición del concepto y su importancia, Alveolite dijo: “La propiedad intelectual es muy importante porque nos permite contar con determinadas herramientas jurídicas para proteger las creaciones humanas y las formas en las cuales se produce. Cuando compramos un automóvil o una casa nos interesa sobremanera contar con el título de propiedad de esa adquisición, para que ningún tercero pueda reclamar la titularidad de lo que adquirimos. Lo mismo pasa cuando desarrollamos un producto, una innovación. Puede ser desde una tesis hasta una obra de arte, un software, una app. Cuando producimos algo nuevo, ya sea un producto o servicio es indudable que también queremos tener un derecho de exclusividad para que ningún tercero pueda apropiarse”.

“Tenemos muchas clases de herramientas para proteger esas creaciones. La ley de patentes en Argentina, Ley 24.481, nos permite proteger inventos. Un ejemplo de este caso fue cuando Nespresso desarrolló una nueva tecnología de cápsulas de café. Esta tecnología la protegió con la ley de patentes y así fue como gozó de una protección de 20 años que le permitió tener un derecho monopólico de exclusividad para poder comercializar su tecnología. Registró su invención en cada país donde vendió su producto y tras los 20 años ese derecho exclusivo, que es un premio a la innovación, cae al dominio público y cualquiera puede echar mano de esa tecnología. Por eso en los últimos años vimos aparecer marcas de café innumerable cantidad de empresas productoras”, explicó.

Foto: El invento de las cápsulas de café es un claro ejemplo de la ley de patentes, la marca que registró la tecnología tuvo el uso exclusivo durante 20 años.

Sin embargo, existen otras creaciones más allá de las invenciones tecnológicas y para esos casos se cuenta con otras herramientas. Al respecto, el abogado dijo: “Cuando hablamos de creaciones como una obra literaria, una canción, un software o una creación o reproducción cultural de cualquier naturaleza, contamos con la protección de la Ley 11.723, de Protección del Derecho de Autor. Asimismo, se cuenta con el decreto Ley de modelo y diseños industriales que viene a proteger el carácter ornamental de determinados productos, como el envase de un perfume o de una bebida gaseosa. Finalmente también está contemplada la protección de marcas y designaciones comerciales con la Ley 22.362”.

“En la vida cotidiana estamos atravesados por la propiedad intelectual y todas estas herramientas confluyen. Yo ahora estoy utilizando un teléfono celular y en algún momento la tecnología de comunicación inalámbrica fue desarrollada y gozó de esa protección exclusiva de la ley de patentes. Pero alguien también le dio una forma que fue protegida en su diseño a través del diseño industrial, a su vez dentro del aparato hay un software protegido por el derecho de autor y todo esto lo comercializa una marca que fue registrada. Cualquier elemento de la vida cotidiana, como puede ser un lavarropa o una heladera, está atravesado de punta a punta por la propiedad intelectual”, sintetizó.

Foto: Inteligencia artificial programda para crear imagenes con el estilo de Picasso. ¿A quién pertenece la titularidad de la obra?

Respecto de la legislación argentina y si existe la necesidad de realizar modificaciones o actualizaciones a las normas, Alveolite expresó: “Las nuevas tecnologías van generando cambios, no solamente en la legislación sino también en la forma de interpretar esa evolución. Actualmente, la irrupción de la Inteligencia Artificial está produciendo muchos interrogantes en cuanto a la titularidad de los derechos. Uno puede hoy cargarle a un software toda la historia pictórica de cualquier artista famoso y la inteligencia artificial puede crear una nueva obra con los parámetros característicos del trabajo de Picasso, por ejemplo.  ¿Quién es el autor de esa obra?; ¿La titularidad corresponde a los herederos de Picasso, a quien desarrolló el software o a quien confeccionó el prompt, es decir quien proporcionó los parámetros de confección de la obra?”

¿Por qué es importante proteger nuestras creaciones?

Encontrar una solución nueva a una problemática, crear una invención que agiliza un proceso o construir una marca que atrae a los consumidores no es un trabajo sencillo y en ocasiones requiere de un devenir de intentos, fracasos y sacrificios. Alcanzar estos logros puede ser completamente en vano si no protegemos desde un principio nuestra creación. Sobre este aspecto, Alveolite dijo: “Uno de los requisitos fundamentales para proteger un invento es que tiene que ser novedoso. Un error muy frecuente es que quienes desarrollan una invención cometen el error de divulgarla antes de registrarla. Se anticipan, quieren darla a conocer al mundo, entonces la publican por internet o en revistas especializadas y esa publicación viene a romper uno de los requisitos fundamentales de la ley de patentes, que es justamente la novedad internacional. Roto ese requisito ya no se va a poder gozar de la exclusividad en la explotación del producto. Por supuesto que posteriormente hay que realizar la protección en todos los demás niveles que ya mencioné y proteger el derecho de autor. El título de propiedad se obtiene muy rápido, a los 5 o 6 días de presentado y la ventaja es que con ese título podemos repeler cualquier acción de plagio o de uso indebido”.

Foto: Si no registramos nosotros nuestra propiedad, alguien más puede hacerlo para aprovecharse de la situación.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es que cada Estado tiene sus propias regulaciones y por eso es importante realizar el registro correspondiente en cada país que se comercialice el producto. Al respecto, el especialista comentó: “Los derechos de propiedad intelectual, salvo los derechos de autor, no tienen una cobertura internacional. Estos derechos se protegen país por país, salvo en el caso de la Comunidad Europea, que fruto de su brillante organización comunitaria sí tiene un registro dentro de los 25 países que la integran. En el resto del mundo hay que ir país por país. Si tenemos una empresa que vende indumentaria y exporta estos productos a España, por ejemplo, tenemos que proteger nuestra marca en Argentina y en España. Si no lo hacemos, alguien podría registrar la marca en España y poder reivindicar nuestros derechos en ese país puede ser un proceso muy extenso y costoso”.

El primer paso de cualquier proyecto exitoso es proteger el patrimonio intangible, la marca, el desarrollo de lo que hemos creado.

“Existen posibilidades de reclamar cuando alguien realiza una conducta parasitaria, que tiende a generar competencia desleal o desvío de clientela. En todos los casos tenemos que recurrir a la justicia y ahí todos sabemos que la justicia a veces es lenta y cuando es tan lenta deja de ser justicia. Por eso es importante tener esto como norma: el primer paso de cualquier proyecto exitoso es proteger el patrimonio intangible, la marca, el desarrollo de lo que hemos creado. Eventualmente eso nos asegura que ninguna persona puede usar la misma marca en todo el territorio nacional sin autorización, nadie puede reproducir una obra sin nuestra autorización”, agregó.

Finalmente resaltó que la propiedad intelectual “nos da la tranquilidad de saber que si alguien realizara algún acto indebido y vulnerara nuestros derechos, tenemos un título que nos permite demandar la reparación correspondiente. El costo de hacerlo no es tan alto, registrar una marca tiene un costo de poco más de siete mil pesos y tiene un plazo de vigencia de 10 años. Es importante tener en cuenta es que si no registramos nosotros nuestra propiedad, alguien más puede hacerlo para aprovecharse de la situación y  reivindicar ese derecho, una vez perdido, es complejo”.

 

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