Por la inflación “sin horizonte”, advierten que en Argentina se ha legalizado la indigencia de los trabajadores formales

Foto: El salario vital y móvil debería cubrir las necesidades básicas de cualquier trabajador pero hoy ese salario no cumple ni siquiera las necesidades alimentarias. Fuente: Télam.

Una familia tipo de Mar del Plata, compuesta por dos adultos y dos niños, necesitó en abril más de 80 mil pesos para poder comprar los productos de la Canasta Básica Alimentaria (CBA). El dato surge a partir de un relevamiento mensual en el que se analizan precios de 57 productos en 130 comercios de cercanía de Mar del Plata y Batán.

De acuerdo con lo que revela el estudio, en la ciudad la canasta básica alcanza el valor de 80.119 pesos cuando hace un año precisaba tan solo $43.389 más para el mismo fin. De este modo, el incremento interanual es del orden del 118,3% y se encuentra sólamente 223 pesos por debajo del Salario Mínimo Vital y Móvil fijado para el mes de abril (80.342$).

Para conocer más detalles sobre el informe y conocer las perspectivas a futuro en torno a la frágil situación económica que sufrimos los argentinos, desde Portal Universidad nos pusimos en contacto con Rodrigo Blanco, director del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI).

Respecto de los resultados del informe, Blanco dijo: “Tenemos ya un acumulado en estos primeros meses del año de un 41% de incremento de la canasta básica alimentaria. Lamentablemente esto marca un récord para los últimos 20 años en nuestro país. En Mar del Plata particularmente hablamos de un incremento que acumula un 118% interanual, por lo cual la perspectiva es bastante superior al 120% que veníamos dando como pauta distópica. Es una situación que va a ser superada seguramente, porque vemos un fenómeno de aceleración inflacionaria que no encuentra una variable ni económica ni política que implique un freno para este fenómeno”.

Foto: En el rubro frutas y verduras los precios se triplicaron. Fuente: Télam.

“Además el crecimiento de la canasta básica tiene un crecimiento constante por encima del crecimiento de los ingresos familiares, que provienen ya sea de trabajos informales, asignaciones, pensiones o jubilaciones. Se da un fenómeno paradójico en nuestro país donde en los años 2021 y 2022 tuvimos un crecimiento económico importante, del 10% y el 5% respectivamente, pero al mismo tiempo no sólo no descendió el índice de pobreza e indigencia sino que creció exponencialmente. Tenemos un crecimiento económico en un contexto de alta desigualdad y eso explica la constante alza de los precios de alimentos que asfixian a los trabajadores”, aseguró.

En cuanto a los detalles del informe y la comparación con los datos recabados el año pasado Blanco expresó: “En abril del año pasado teníamos una canasta de 36.670 pesos y hoy alcanza los 80.118 pesos. Hablamos de un incremento de más del doble pero este incremento no es lineal, tenemos productos que han crecido muy por encima como en el rubro de las frutas y verduras donde los precios aumentaron el triple. En el rubro carnicería tenemos el mayor incremento de estos 4 meses, con un incremento del 54,5%”.

Desde el Estado se intenta hacer uso de diversas herramientas para intentar controlar la escalada de precios, como el programa Precios Justos y las promociones de Cuenta DNI, pero Blanco destacó que se trata de medidas meramente paliativas y no tienen efecto real sobre la problemática. En ese sentido dijo: “Muchas de esas medidas no alcanzan a toda la población, porque mucha gente por cuestiones de horarios no puede acercarse a comprar en las grandes cadenas y recurre a los comercios de barrio. En el caso de Cuenta DNI hay que entender que mucha gente no puede hacer uso de las promociones en los días que se plantean y también hay una gran porción de ciudadanos no bancarizados. También nos encontramos con prácticas donde los precios suben los días que se programa el descuento y entonces no se hace efectivo. La realidad es que mucha gente utiliza estos recursos como una estrategia de supervivencia, salen a buscar promociones, a recorrer comercios para encontrar los mejores precios, pero el fenómeno inflacionario sigue siendo un golpe y una erosión constante al ingreso familiar”.

Foto: Los comercios barriales son los primeros afectados ante una merma en el consumo. Fuente: Télam.

“Mes a mes se pueden comprar cada vez menos productos y las familias caen bajo la línea de indigencia. Es paradójico pero en Argentina se ha legalizado la indigencia de los trabajadores formales. El salario vital y móvil debería cubrir las necesidades básicas de cualquier trabajador pero hoy ese salario no cumple ni siquiera las necesidades alimentarias”, sentenció.

Consultado respecto del rol de los comerciantes en los aumentos de precios, Blanco explicó: “Nosotros realizamos nuestro relevamiento en los comercios barriales y es importante decir que el comerciante es también una víctima de esta situación. Este fenómeno económico mantiene a los comerciantes en una permanente incertidumbre, ya no hablamos de recibir nuevas listas de precios todos los meses, sino que esto sucede todos los días. Remarcar precios día a día es sumamente complejo, tiene altos costos operativos e implica un desgaste al tener que estimar y planificar constantemente la actividad. A esto hay que sumarle que la gente cada vez consume menos, lo que se traduce en menos ventas y menos ganancias. Los comercios barriales son los primeros que se ven afectados cuando hay una merma en el consumo”.

Los pronósticos no son optimistas

En cuanto a las perspectivas a futuro y la posibilidad de que la inflación de un descanso al bolsillo de los argentinos, Blanco expresó: “Es una situación desalentadora. No encontramos en el horizonte cercano elementos de la realidad que tiendan a darnos una luz de esperanza en cuanto a la morigeración del fenómeno inflacionario. Estamos en un momento de incertidumbre frente a los resultados que tendrá el fenómeno electoral pero más allá de eso las explicaciones del problema se encuentran en el orden macroeconómico. Estamos bajo los designios de un plan económico dictado desde fuera de nuestro país por el Fondo Monetario Internacional. Los especialistas coinciden en que es un plan inflacionario de ajuste, que trae aparejada una merma en el gasto público y tiene como consecuencia una importante inflación. Mientras sigamos atados a este plan económico va a ser muy difícil que baje la inflación y que crezca el consumo, por lo que podemos esperar un panorama cada vez más complejo para los sectores populares”.

Es urgente ir hacia un proceso de congelamiento de precios de la canasta básica alimentaria, por lo menos para lograr una recomposición de la capacidad adquisitiva.

Finalmente, respecto del rol que debería asumir el Estado frente a esta problemática dijo: “No tendríamos que ni aclararlo, el Estado tiene que garantizar a cada argentino el plato de comida arriba de la  mesa. En un país como el nuestro es un crimen que muchísimas personas se vean privadas de acceder a un alimento. Es urgente ir hacia un proceso de congelamiento de precios de la canasta básica alimentaria, por lo menos para lograr una recomposición de la capacidad adquisitiva, que ha perdido mucho terreno en los últimos años. Primero hay que garantizar la alimentación adecuada y a partir de ahí ver cómo se reconstruye la capacidad adquisitiva del salario mínimo”.

 

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