Repudio a los lesbicidios en Barracas: aseguran que “los discursos de odio legitiman que sucedan estas cosas”

Foto: Somos Télam

El lunes 13 por la noche se realizó una marcha en el barrio porteño de Barracas para pedir justicia por los asesinatos de Andrea Amarante, Pamela Cobas Y Roxana Figueroa, y por la víctima sobreviviente Sofía Castro Riglos, que aún permanece internada, aunque fuera de peligro. Las cuatro vivían en una pieza en una pensión. Amarante, quien falleció este lunes, estaba embarazada. Las mujeres sufrieron quemaduras de alto grado en más del 50% de su cuerpo durante un incendio provocado por su vecino Justo Fernando Barrientos, de 67 años, quién según declaraciones de un vecino solía llamarlas “engendros”, “tortas” y “gordas sucias”, en referencia a su orientación sexual.

Organizaciones y movimientos sociales y políticos denunciaron que estos fueron crímenes de odio, y los denominaron “lesbicidios”. El expediente está calificado como un homicidio agravado. Con banderas y carteles, un centenar de personas se reunió en la Plaza Colombia y desde allí marcharon hacia el edificio de la calle Olavarría al 1600, donde el 6 de mayo Barrientos habría arrojado combustible para prender fuego a las cuatro mujeres.

Cuatro días antes de los crímenes, el biógrafo y amigo del presidente Javier Milei, Nicolás Márquez, había definido a la homosexualidad como una conducta “insana y autodestructiva”. El martes 14, luego de la noticia del fallecimiento de Amarante, el vocero presidencial Manuel Adorni fue consultado por los lesbicidios en su habitual conferencia de prensa matutina. A ello respondió: “No me gusta definirlo como un atentado hacia un determinado grupo, colectivo, está mal, es terrible, repudiable, sea contra quien sea”, desmarcándose de la categorización que los movimientos de reivindicación LGBT hacen sobre que esta clase de crímenes, y agregó: “Es injusto hablar solo de este episodio cuando la violencia es más abarcativa”. Movimientos de mujeres denunciaron que la legitimación institucional de los discursos de odio solo genera más violencia y produce una impunidad en las personas que cometen estos actos.

Desde Portal Universidad nos comunicamos con Sabrina Gianotti, abogada y coordinadora de Mumalá de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que estuvo participando de las marchas en reclamo de justicia, para hablar del caso y la implicancia de los discursos de odio para los colectivos y diversidades. “Me gustaría decir que me sorprende, pero claramente el vocero Adorni nos tiene acostumbradas todas las mañanas a comentarios de ese estilo. No es nuevo escuchar semejante barbaridad cuando no tenemos pensar políticas particulares de contención a un colectivo que está precarizado, discriminado y estigmatizado es la última de las prioridades de este gobierno. Es indignante que una persona que tiene la palabra y la comunicación todas las mañanas y que llega a un montón de lugares no solo a través de la tele, sino de todas las redes sociales, decir semejante barbaridad”, expresó Gianotti.

La coordinadora además comentó que desde las organizaciones observan que la circulación de estos discursos es cada vez mayor, y se observan las consecuencias: “Venimos charlando de que los discursos de odio legitiman que sucedan estas cosas. Mientras estas mujeres dormían, este vecino que ya las venía discriminando se sintió con la total impunidad de incendiarlas. Ayer estuvimos acompañando haciendo una movida en Barracas hasta la pensión donde ellas vivían y después de todo lo que se luchó durante tanto tiempo, ver tantas caras de angustia da miedo y tristeza”.

Después de todo lo que se luchó durante tanto tiempo, ver tantas caras de angustia da miedo y tristeza.

Sobre el discurso de Adorni remarcó: “Él pone en un pie de igualdad a todas las víctimas y claramente no es así. Son víctimas específicas de este discurso de odio, son víctimas que se intenta ocultar como si hubiese sido un robo o un asesinato cualquiera. Es un asesinato y específicamente es un lesbicidio que ver con esta falta de políticas de Estado. Obviamente que el responsable es quien llevó a cabo el acto, pero es desde el estado en donde se van cerrando estructuras que trabajaron y trabajan para contener, educar y fomentar la contención y la igualdad. Si el gobierno toma esta postura de no solamente no reconocerlas como víctimas de este discurso de odio hacia las comunidades LGTBIQ++, sino tampoco reconocer las identidades y las orientaciones sexuales nos deja muy expuestas”, resaltó.

Posteriormente a la conferencia de prensa, hubo un masivo repudio a los comentarios del vocero, quien luego redobló la apuesta al compartir por Twitter una imagen que indicaba que la palabra “lesbicidio” no era parte del diccionario de la RAE. Sobre ello Gianotti dijo: “El lenguaje es una construcción social, los académicos no nos van a decir nosotres como llamar las cosas por su nombre. El femicidio antes era un crimen pasional y fue también con la lucha de todes nosotres en la calle el ponerle el nombre que corresponde a los crímenes de las mujeres de manos de los varones que las asesinaban. Acá también, a los asesinatos por crímenes de odio a personas, en este caso lesbianas, que eligen llevar adelante su vida sexual y su identidad como una forma de vida es necesario denominarlos por su nombre. No las mató un vecino porque les caían mal, las mató por ser lesbianas y por la discriminación que sufrían de manera cotidiana. No necesitamos un diccionario ni encontrar las palabras en un libro, las palabras las encontramos en la calle y las pasamos a la historia”.

No necesitamos un diccionario ni encontrar las palabras en un libro, las palabras las encontramos en la calle y las pasamos a la historia.

A su vez, la coordinadora de Mumalá hizo referencia a los comentarios de los días previos a los asesinatos por parte de Nicolás Márquez en el programa de radio de Ernesto Tenembaum: “Obviamente no es lo mismo cuando lo dice algún opinólogo que si lo dice justamente alguna una persona que se supone que tiene alguna incidencia como representante del gobierno. Pero este es el biógrafo del presidente. No es menor, no es un periodista de cualquier revista que habla sobre… Creo que la gravedad radica ahí, tiene el visto bueno de representantes del estado. El representa al presidente, no deja de tener un carácter institucional y por eso la gravedad del asunto”.

También hizo referencia a la poca cobertura de los medios al caso: “Por suerte en la marcha hubo muchos medios de comunicación importantes que están empezando a tomar la noticia. Porque la verdad es que nos costó mucho. Ya hace varias semanas que ocurrió el hecho y no se hablaba del tema. Si se hacía, se hablaba de un incendio en un hotel, pero no se visibilizaba que habían sido crímenes de odio y creo que de a poquito estamos rompiendo este cerco mediático para poder visibilizar lo que está pasando”.

Seguidamente, Gianotti destacó la presencia de las organizaciones en la marcha, así como de personas autoconvocadas que se acercaron a expresar su repudio: “Se viene generando una convocatoria desde las organizaciones sociales y políticas que venimos participando, pero me voy a quedar con algo que sucedió en el barrio de Barracas durante la marcha. Estábamos en la plaza e hicimos un recorrido de dos cuadras hasta el hotel donde vivían ellas y se armó como un silencio total. Los vecinos y la gente en las veredas o los negocios se acercaron a acompañar luego con aplausos y de los autos se escuchaban bocinas de apoyo, gente que aplaudía desde las ventanas o desde los balcones. Es una sensación con la que me quiero quedar, de acompañamiento”.

La marcha se hizo el lunes 13 por la noche, donde se realizó un homenaje frente a la vivienda. Foto: Alfredo Martínez

“Hay mucho apoyo y acompañamiento desde la indignación por lo que está pasando. Entonces yo quiero ser optimista frente a todo lo que estamos viviendo. Me molesta fuertemente pensar en que desde el gobierno cada vez se profundicen más estos discursos de odio como una política de Estado, pero la verdad que la sensación en la calle fue muy buena y quiero quedarme con eso. Por eso es la importancia de salir de las redes a la calle. Hablar con la gente y ver que cada vez hay más apoyo que deslegitima estos discursos de odio es algo positivo, pero hay que seguir y darle batalla”, finalizó Gianotti.

Hay mucho apoyo y acompañamiento desde la indignación por lo que está pasando.

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