Recicladores Urbanos: la tarea de vivir de los residuos y reducir la contaminación ambiental
El movimiento cartonero se convirtió en un actor fundamental durante la década de 1980, pero la crisis del 2001 y la devaluación del siguiente año conllevaron a que comiencen a organizarse laboral y políticamente. A partir de allí, los distintos contextos socioeconómicos que atravesó la Argentina, sumados a la concientización sobre la temática, llevaron a que el sector se transformara en un pilar clave de la economía popular, así como también de la circular. Sin ir más lejos, en marzo del 2023, el Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (ReNaTEP) contabilizaba más de 200 mil personas viviendo del reciclado en todo el país.
Mar del Plata no se encuentra ajena a esta situación. La Cooperativa de Recicladorxs Urbanxs Marplatenses (RUM) se fue constituyendo al calor de la organización de un grupo de trabajadores informales nucleados en el MTE (Movimiento de Trabajadores Excluídos) y la FACCYR (Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores). Así, desde 2017 nuclea a cartoneros informales que desempeñan su actividad de recupero de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) en la vía pública y también en el predio de disposición final.
Desde Portal Universidad dialogamos con Elisabet Araya, integrante del RUM, que contó su historia de vida y cómo mejoraron sus condiciones laborales a partir del ingreso a la cooperativa.
Del predio al galpón
En el año 2005, Argentina desarrolló su Estrategia Nacional de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos (ENGIRSU) bajo el marco de la Agenda XXI. Allí quedó expuesto que el reciclado era -y es- una parte prioritaria para la sostenibilidad de cualquier modelo de gestión. Esto hace referencia a la forma en que se realiza la separación y recolección de los materiales reutilizables influyen en su calidad y revalorización. En particular para Mar del Plata, en el Predio de Disposición final de Residuos, esta tarea se realizó, en gran medida, de manera informal.
Suena el despertador, el agua para el mate se empieza a calentar y a trabajar. Así comienzan los días de Elisabet, quien durante la época del COVID tuvo que salir a recolectar cartones junto a su compañero para poder subsistir. “Tuvimos que pensar a ver qué podíamos ser dos personas grandes. Esto fue en 2020. Así que fuimos a parar al predio (de disposición final)”.
Así se da el ingreso a un mundo poco conocido desde adentro pero que cumple una función clave en materia de sustentabilidad y circularidad, aunque en condiciones poco higiénicas y con falta de supervisación por parte de los gobiernos locales. “Es un trabajo insalubre. Estás entre la mugre, la pudrición, ratas. Encontrás de todo”, explicó la recuperadora.
No obstante, la sanción de leyes reguladoras de la actividad y el surgimiento de nuevas asociaciones – en su mayoría cooperativas- permitió que se amplíen sus derechos a partir de 2008. Luego de más de un año de recolección en calle, llegó la posibilidad de ingresar a RUM. “Un conocido nos hablo de la cooperativa que estaba cerca del barrio donde yo vivía, así que fuimos y nos aceptaron rápidamente. En ese momento no había galpón, sino que eran todos cartoneros en la calle. Los sábados se iba a entregar el material recolectado y los hombres cargaban los camiones para poder vender”, detalló.
Ya enmarcados dentro de una organización, y tras años de reclamos, la Municipalidad cedió el actual galpón ubicado en Alberti y República del Líbano. “En un momento se trabajaba en la casa de uno de los referentes que tenía un galpón al lado en el cual se acopiaba el material, y con la lucha se fue consiguiendo todo lo que estamos teniendo actualmente. Además del galpón contamos con dos prensas, el zumping (elevadoras), dos camiones y la cinta. Todo eso nos permite tener en este momento 40 compañeros trabajando”, destacó.
Al enumerar y repasar lo conseguido, Araya no evitó emocionarse mientras miraba a su alrededor. “La comodidad de estar bajo un techo es una gran diferencia. Empezamos con nada, todo a base de esfuerzo y seguir adelante. Y con el tiempo pudimos darle más trabajo a la gente porque en este momento hay mucha falta de posibilidades y acá nunca se cerraron las puertas. Al que vino y pidió trabajo siempre se le dio”.
Además, la integrante de RUM explicó el trabajo diario de un reciclador: “Están en la calle a las 9 de la mañana, vienen al predio y agarran el carrito y su bolsón. Tienen un circuito armado, salen, hacen su recorrido y a las 13.30 va otro compañero en un camión y levanta su material y lo lleva al predio”. Allí es donde se hace la separación de los residuos por mano de los integrantes de la cooperativa y el proceso sigue con el enfardado del material y su preparado para llevarlo a la industria nuevamente, a quienes se lo venden.
El proceso de recolección
El acopio de materiales se da a través de dos variantes: los puntos sustentables y la recolección que arriba al galpón. “Una vez que tenemos los bolsones, se hace una separación en origen en distintos tipos. Está el cartón; papel blanco; papel que le decimos segunda; el soplado, que son los bidones, las botellas de shampoo, detergente y lavandina; vidrio; latas de chapa que incluye los desodorantes, latitas de gaseosa y cerveza; también las botellas plásticas que les decimos ‘cristal’ , como las de gaseosas, aceites y vinagres. Después el verde, el marrón y el azul que también se separan”, explicó Araya.
Todo ese material se recicla y cuando se llega una cierta cantidad se prensa porque a partir de ello se obtiene mejor valor. “De todo eso hay una parte que se vende en Mar del Plata y otras se mandan a Buenos Aires también porque se obtiene mejor ganancia. Así, además de contar con nuestro trabajo, estamos posibilitando que no vaya a parar tanto material a los microbasurales ni a los basurales de cielo abierto para evitar la contaminación”.
En cuanto a lo más vendido, el cartón se mantiene como principal recurso. “El material más vendible en este momento es el cartón que es lo que más se está trabajando. Pero también está la botella plástica, el material que es el soplado que le decimos nosotros, que eso también se prensa y se vende al igual que el nylon. Ahora estamos juntando el tetrabrik, que eso también se está juntando para poder prensar, lo que lleva mucha cantidad y todavía no se ha juntado lo necesario para hacer un fardo“, detalló.
La concientización puerta a puerta
Además de las tareas realizadas dentro del espacio de Alberti y República del Líbano, desde la Cooperativa RUM se realiza un trabajo de promoción ambiental casa por casa y también en instituciones educativas con el fin de concientizar a los vecinos y se pueda recibir cada vez más material y en mejores condiciones.
El 14 de marzo de 2009 se sancionó en Mar del Plata la Ordenanza N°24100 en la que se establece la creación del Programa “Puntos Sustentables” que tiene como objetivos aumentar los volúmenes de recuperación de material reciclable y reducir la cantidad de residuos enviados al relleno sanitario; fomentar la separación en origen de los residuos, promover la participación ciudadana y el cambio de hábitos en relación a la gestión de residuos; buscar la mejor solución para cada tipo de residuo con el fin de conseguir la máxima valoración de los materiales; dignificar y reconocer el trabajo de cartoneros/recuperadores urbanos y recuperadores informales del predio de disposición final; y generar nuevos empleos.
El 85% de los residuos que se generan son recuperables. Es decir, que de las 1200 toneladas de residuos diarios en General Pueyrredón, 1000 se pueden recuperar. Y esa es la tarea de las promotoras ambientales de RUM. “La respuesta que tenemos de los vecinos es muy buena, entienden mucho. Es algo relativamente nuevo y están aprendiendo. Hemos ido a hacer charlas a escuelas, jardines y universidades donde te preguntaban si tal cosa sirve o no”.
La principal consulta llega con los envases plásticos blancos. “En casi todos los lugares nos dejan los vasos de yogurt o queso lavados y ese material todavía eso no está en venta y es un trabajo que ellos igual lo hacen y lo dejan por si sirve. También se toman el trabajo de las ecobotellas. ponen bolsitas de nylon en las botellas de gaseosa plástica o bidones. Antes había una persona que venía y los retiraba pero eso tampoco se vende a la industria”, aclaró Araya.
Recicladorxs Urbanxs Marplatenses
La cooperativa se encuentra ubicada en República del Líbano y Alberti. En el galpón que se pudo ganar en diciembre de 2021 luego de muchos años de organización y lucha. Funciona de lunes a viernes de 7:30 a 19:30. Allí se reciben reciclables de la comunidad, se realizan tareas de clasificación de los RSU, se le da valor agregado a los reciclables y se realizan esquemas de venta colectiva mejorando los ingresos del sector.
El objetivo de la cooperativa es poder instalar en el Partido de General Pueyrredon un sistema de reciclado con inclusión social que dignifique y reconozca la actividad de recupero como un servicio público de higiene urbana, dote de logística e infraestructura al sector para mejorar su trabajo y poder brindar un mejor servicio a la comunidad, como así también garantizar que miles de kilos de materiales reciclables no sean enterrados en el predio de disposición final cuidando el medio ambiente del presente y de las generaciones futuras.
La cooperativa RUM no tiene límite de integrantes. Todos los recicladores que se quieran unir bajo los mismos objetivos lo pueden hacer, como así también cualquier persona que quiera trabajar en la cooperativa garantizando servicios de recolección diferenciada en calle e integrándose a los esquemas de promoción ambiental que llevan adelante las compañeras de RUM que están abocadas a concientizar a la comunidad en una correcta separación en origen.