Presentan un manual de políticas públicas de seguridad: “Si esto es tan complejo como la economía, tenemos que empezar a formar cuadros en todas las instancias”
El abogado y doctor en Filosofía del Derecho, Tobías Schleider, presentó su libro “Manual de políticas públicas de seguridad ciudadana en Latinoamérica”, junto al Doctor Alberto Binder, profesor de derecho procesal penal y criminal, que además escribió el prólogo. El libro, que contó con la colaboración de Matías González, se configura como uno de los primeros manuales en políticas de seguridad donde resume 20 años de experiencias democráticas en la gestión de políticas tan complejas.
En conversación con Portal Universidad, Binder y Schleider enfatizaron en los atributos del libro y el estado de la seguridad en la región: “De todos esos años y décadas de trabajo con nuevos ministerios de seguridad, nuevos actores, nuevas reformas policiales estábamos pidiendo a gritos que alguien sacara un manual que recogiera esa experiencia y la proyectará sobre nuevos actores, porque hoy hay muchos policías, dirigentes políticos, intelectuales y académicos interesados y necesitábamos condensar eso en un texto, que fuera un texto de políticas públicas pero también con vocación pedagógica. Entonces así nace el manual”, dijo Binder.
Schleider agregó: “Este es un manual que busca darle algún tipo de cuerpo conceptual a una discusión que llevaba más de dos décadas, pero no es un libro teórico puramente, sino que también tiene una impronta práctica. Es un libro pensado para estudiantes y también para interesados en la seguridad, para personas que se asoman a este tema por primera vez y quieren conocer qué es lo que se está discutiendo hoy en esta materia en Latinoamérica”.
Los abogados hicieron referencia a la importancia de la localización geográfica: “Esta localización en la región en Latinoamérica también es muy importante. Nosotros por supuesto que miramos hacia los países centrales, miramos hacia otros lugares, pero la perspectiva Sur-Sur es fundamental en este tipo de enfoques, para que no se trate simplemente de importar fórmulas de otros lugares que cuando se aplican en otras realidades dan resultados diferentes. La idea de concebir distintas estrategias, distintas conceptualizaciones y aclarar algunas cuestiones que se dan por sabidas, pero que a veces son bastante oscuras. Entonces estamos tratando de mostrar además algunas experiencias positivas, que hubo en la región en los últimos años”, repasó Schleider.
“Estamos de acuerdo de que, en general, hay una visión simplista de la política de seguridad. Nosotros insistimos y este manual lo demuestra, en que la política de seguridad y su prima hermana que es la política criminal, es tan compleja como la política económica, pero todavía tenemos que luchar contra la idea de la bala de plata, la solución mágica, ante problemas que cada vez son más complicados como la expansión de los mercados criminales, la fortaleza que tienen y la modernización de las organizaciones, fenómenos masivos como la violencia de género y muchas otras temáticas que nadie puede creer que tocando una tecla van a solucionarse”, dijo Binder y agregó: “Que aparezca un político o un ministro demagógico, que diga yo soy lo suficientemente honesto, porque hay mucho de androcentrismo en la política de seguridad, o diga yo voy a poder, soy el poderoso que va a poner en caja la policía y todo el mundo va a obedecerme, es una inmensa estupidez. Si esto es tan complejo como la economía, tenemos que empezar a formar cuadros en todas las instancias”.
“Es un texto que puede ser extremadamente útil para distintos públicos. Buscamos a las escuelas de gobierno porque necesitamos generar técnicos que puedan constituir el staff de los ministerios de seguridad, ahí tenemos un problema grande. Una de las perspectivas de este manual es también la importancia de la seguridad municipal: el municipio para nosotros es un actor principal de la nueva política de seguridad compleja y también hay que preparar y formar ahí. Hay muchos policías que hoy están cursando licenciaturas de seguridad y que aspiran a luego pasar a formar parte de los Ministerios de Seguridad o de darle a la policía nuevos elementos de planificación y de comprensión de los fenómenos criminales”, añadió Binder.
Schleider también explicó: “El libro está organizado con una primera parte más conceptual de definiciones e introductoria y luego otras dos grandes partes: una tiene que ver con estrategias instrumentales que son las que permiten establecer cuáles son las mejores condiciones operativas para trabajar la cuestión de la seguridad desde el Estado como política pública. Y luego otra que tiene que ver con las estrategias sustantivas, es decir, las soluciones para algunas categorías de problemas concretos, que esta es otra innovación que tratamos de hacer en el libro de categorizar y de clasificar los problemas como grandes grupos y no como problemas puntuales que no tienen relación unos con otros. Por ejemplo, una de las áreas es de violencia basada en género, otra es de cibercriminalidad o de criminalidad juvenil”.
Sobre el contexto de las políticas de seguridad actual, Schleider comentó: “El panorama que estamos viendo es un panorama bastante chato, bastante llano. Argentina tiene una particularidad, que se da en otros países de Latinoamérica también, y es que las políticas de seguridad han mostrado una continuidad pasmosa entre gobiernos de distintos signos y esa continuidad es una continuidad negativa, es decir, una continuidad de planteos simplistas, de planteos en donde a la policía no se la toma como una herramienta, sino como la única herramienta viable para las políticas de seguridad. En definitiva, no se trata de las políticas de seguridad como tales, como políticas públicas, sino solamente como medios operativos para atacar y para ocuparse de problemas puntuales sin ver el conflicto como una cuestión más global. Este no es el camino más útil, más provechoso y más eficiente para lograr una convivencia mejor entre la ciudadanía, que es el objetivo de las políticas públicas de seguridad”, dijo Schleider.
Sobre ello Binder desarrolló: “Yo diría que hace 20 años el objetivo era que la dirigencia política se hiciera cargo de la política de seguridad porque históricamente era algo que había delegado en la policía. Y de alguna manera esto ocurrió, lo ves en la creación del Ministerio de Seguridad que no tiene tanto tiempo, o de Seguridad Federal que se creó en el 2010, estamos hablando de estructuras recientes. Se hicieron cargo, pero ahora ese ciclo ya terminó porque si bien la dirigencia política se hizo cargo, tiende a imitar el modo policial de ocuparse de esto y esto es un error grande porque por le quita espacio a la policía. Los políticos ocupan el carril policial, y otra vez tenemos que ordenar este sistema. Estamos entrando en una nueva fase donde tenemos que reorganizar y enseñar qué es lo que se puede hacer en cada uno de los carriles”.
“No es casual que la seguridad sea siempre la primera, la segunda o la tercera de las preocupaciones ciudadanas en todas las encuestas. Este manual viene a convertirse en un soporte muy importante que nos va a ayudar mucho en los debates que hacemos y en las clases que damos”, concluyó Binder.