“Fortaleciendo Cooperadoras Escolares”, una publicación para brindar autonomía y fortalecer la educación publica

En línea con la nueva colección de libros de extensión que publicó EUDEM, donde se relatan las experiencias de programas, grupos y proyectos que desarrollan objetivos que tienen que ver con el acompañamiento de la sociedad civil en múltiples ámbitos, se publicó “Fortaleciendo cooperadoras escolares: hacia una comunidad educativa sostenible”, de Patricia Mantek, Paula Martinez y Celeste Morasso. El mismo tiene como protagonistas a las asociaciones cooperadoras escolares, desde su compleja y crucial tarea de apoyo a la educación y narra la experiencia del trabajo conjunto de los autores para crear espacios de apoyo y colaboración a estas entidades.

Desde Portal Universidad nos comunicamos con Celeste Morasso, coautora del libro, licenciada en administración y secretaria de extensión de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, para conocer la experiencia que desembocó en la publicación de esta obra.

“Esta propuesta a la que dimos forma de libro se gesta producto de lo que son las prácticas socio comunitarias de la Facultad de Económicas en 2018, donde los docentes del seminario empezamos a ver que muchos de los estudiantes encontraban en las cooperadoras diagnósticos muy similares, que tenían que ver con toda la cuestión impositiva a resolver”, dijo Morasso. Estos diagnósticos tenían que ver con que las mismas estaban mal dadas de alta en la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) o que no habían resuelto las cuestiones básicas solicitadas relacionadas a lo impositivo.

En ese contexto, el Consejo Escolar se contactó con la Facultad ya que estaban observando las mismas complicaciones en muchas cooperadoras que acudían a ellos pero no podían dar respuesta, y la AFIP respondía a las cooperadoras que el tema solo podía resolverlo un contador. Estas situaciones se pusieron en común con los docentes del seminario y el grupo de extensión Organizaciones de la Sociedad Civil, y se armó un proyecto de extensión para poder sumar otros docentes y estudiantes y así armar un diagnóstico. “Presentamos el proyecto en 2019 y en noviembre de ese año se normalizó, después de un par de periodos que no estuvo en funcionamiento, lo que es la Federación de Cooperadoras Escolares, que actúa como gremio de las cooperadoras. Así que vimos una oportunidad de trabajar de manera conjunta con la Federación y así llegar a otras cooperadora”, explicó Morasso.

Seguidamente, la autora agregó: “Nos pudimos juntar recién en febrero del 2020 e hicimos un encuentro de diagnóstico participativo para poder conocer un poco más sobre cómo funcionaban las cooperadoras, pero además cuáles eran las problemáticas que ellos tenían, para pensar que podíamos trabajar en conjunto desde las Ciencias Económicas, pero nos agarró la pandemia en el medio, así que estuvimos casi dos años juntándonos casi todas las semanas por Zoom”.

Finalmente en diciembre del 2021 se realizó el primer taller con varias cooperadoras de General Pueyrredon: “Habíamos preparado un material en función de todo lo que veníamos hablando con estas cooperadoras que formaban parte de la Federación, y cuando llegamos al taller nos dimos cuenta que había un montón de cosas que no sabíamos y que no habían sido parte de nuestro diagnóstico hasta ese momento. Así que implicó empezar a estudiar de nuevo para poder dar respuesta a situaciones desconocidas que iban apareciendo”, dijo.

“Nos reunimos con algunos de los integrantes de la Federación, que está legalmente conformada con un presidente y un secretario, al igual que cualquier asociación civil, le dimos una estructura desde las funciones y conformamos lo que era el área impositiva dentro de su estructura y que fueran ellos quienes dieran respuesta”, comentó la Secretaria. 

Esa experiencia fue provechosa tanto para universidad como para la Federación: se construyó una materia de la Tecnicatura Universitaria Contable de la FCEYS con información de lo que pasa en las asociaciones civiles, y la agremiación de cooperadoras les permitió poder conocer el funcionamiento de esas organizaciones que conformaban y poder dar respuesta. “También se armó una plataforma digital con muchos vídeos grabados de la interfaz de Afip con respuesta a los problemas más frecuentes”.

“Toda esa experiencia está contada en este libro. Lo pensamos para dar respuesta a las cooperadoras del Partido en principio, ya que obviamente cuando arrancamos no pensamos que iba a escalar tanto. Fuimos con un modelo de taller, pensamos que las necesidades estaban todas detectadas y que iba a ser un trabajo repetitivo y rutinario en un periodo de tiempo medianamente corto y no fue así. Hoy seguimos dando muchas respuestas y nos seguimos encontrando con situaciones novedosas para seguir resolviendo”, agregó Morasso.

A su vez, la autora manifestó los deseos para este libro: “Mientras los mismos organismos sean los competentes, ojalá que sirva para replicar en otros lugares porque nos parece súper interesante, sobre todo por la forma en la que que tratamos de abordarlo que es la construcción de conocimiento. Que ese dispositivo sirva para replicar y para seguir generando una red me parece que es lo más interesante”.

Si bien el libro hace énfasis en cuestiones técnicas y operativas, está atravesado por la manera de contribuir a la sociedad que tiene la universidad, a través de la construcción de conocimiento: “Hay algunas cuestiones de las que nosotras resolvemos que son por única vez. Y hay otras cuestiones que necesitan que todos los años se vuelvan a hacer. Con eso un poco ponemos en juego a ver hasta dónde vamos aprendiendo las dos partes y la realidad es que lo más importante para nosotros fue ver cómo la Federación efectivamente podía dar respuesta a los problemas de las cooperadoras. Porque eso implicaba poder encontrarse entre pares, darse respuesta y construir red”, dijo Morasso y agregó: “Más allá del rol de la universidad en esta cuestión, me parece que poder brindar el conocimiento, resignificarlo, reaprenderlo y darle autonomía a quienes integran esas organizaciones es lo que más destacamos de todo este trabajo. Lo más destacable es poder construir una red de contención para generar ese efecto multiplicador entre pares”.

“Quienes forman parte de las cooperadoras muchas veces no esperan tener que hacerse cargo de estas responsabilidades que les son bastante ajenas y que tienen que ver con la operatoria cotidiana de una asociación, en un contexto donde tienen sus actividades cotidianas, su trabajo, su familia, pero están dispuestos a construir una mejor educación para sus hijos”, dijo Morasso, quien para finalizar añadió: “En todo ese contexto nos hemos encontrado con un montón de personas que que lo dan todo para mejorar la calidad educativa, para generar organizaciones más democráticas y desde nuestro rol que es por el más frío o el pesado, tratamos de que no sea una carga, que podamos construir conocimiento y dar el valor que tiene la educación pública”.

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