Llegó el invierno: ¿qué significa en términos astronómicos?

Foto: La curva de movimiento aparente que describe el Sol en el cielo si todos los días del año se lo observa a la misma hora del día y desde el mismo lugar. Fuente: Wikipedia.

Un hecho en el que todos podemos ponernos de acuerdo es que el 21 de junio comenzó el invierno en el hemisferio sur. Sin embargo, este dato que consensuamos en aceptar para simplificarnos la existencia no es del todo preciso. El solsticio 2024, que da lugar al inicio del invierno en el hemisferio sur y al verano en el hemisferio norte tuvo lugar el 20 de junio a las 17.50 hora argentina. 

Con el objetivo de conocer los detalles de este proceso, desde Portal Universidad nos pusimos en contacto con Paula Álvarez, licenciada en Astronomía de la Universidad de La Plata.

Respecto de toda la confusión que suele existir en torno a estos conceptos, Álvarez dijo: “El cambio de estación en general es algo que refleja un cambio astronómico particular. Algo que pasa muy comúnmente es que cuando se enseña esto en las escuelas aparecen esas láminas explicativas donde se muestra la órbita de la tierra con cuatro puntos, que dicen otoño, invierno, primavera y verano. Uno lo naturaliza como que tiene que ver con el movimiento orbital, cuanto más lejos estoy del sol más frío va a hacer. Es muy raro que no nos preguntemos cómo puede ser que si nosotros estamos más lejos y es invierno, al mismo tiempo en el otro hemisferio igual de lejos sea verano. Hay algo ahí entre el gráfico y la explicación que nos dieron y lo que efectivamente pasa que no concuerda”.

Foto: Laminas explicativas que inducen a pensar que las estaciones se relacionan con el movimiento orbital. Fuente: Wikipedia.

En cuanto a la explicación astronómica, Álvarez dijo: “No tiene tanto que ver con el punto de la órbita en que nos encontramos, sino con la inclinación del eje, porque la tierra no está derechita caminando su órbita, sino que tiene cierta inclinación. A medida que va cambiando la posición en la órbita, un polo va a estar a veces más inclinado hacia el sol y a veces menos. Cuando el polo no está inclinado hacia el sol, lo que va a pasar es que la cantidad de luz que nos va a llegar es mucho menor, entonces vamos a estar en invierno. Si bien esa inclinación es para nosotros una distancia enorme, si la comparás con la distancia entre la tierra y el sol es ínfima. Es el cambio en el ángulo de incidencia de la luz lo que hace que entre menos cantidad de luz a la atmósfera, entonces llega menos radiación que se acumula en la superficie y son menos horas de luz que esa superficie recibe”.

“A partir del solsticio, la cantidad de tiempo que el sol permanece sobre el horizonte va a cambiar y ahora cada día empieza a ser un poquito más largo. De a poco comienza a calentarse esta región para finalmente dar lugar a la próxima estación. Es importante decir que nosotros estamos ahora en una latitud intermedia, ni en el ecuador ni cerca del polo y a nosotros esa cantidad de luz nos cambia y nos determina el cambio de estaciones. En el ecuador es más parejo porque es más vertical todo el tiempo y ahí los cambios de estaciones no se notan, porque la cantidad de luz que reciben es prácticamente la misma todo el año, pero en zonas tropicales hace calor todo el año. En los polos es completamente al revés porque cuanto más te acercas al polo, el ángulo de incidencia puede  resultar en que tengas el sol presente 24 horas durante 6 meses y en invierno lo mismo pasa con la noche”, agregó.

El “movimiento” del sol en el cielo y su impacto cultural

Cuando llega el solsticio, el movimiento aparente del sol en el cielo se detiene por tres días y luego comienza su deriva hacia el otro extremo. De ahí que la palabra solstitium signifique “sol quieto” en Latín. Durante milenios los seres humanos intentaron encontrar respuestas a estos movimientos y estos intentos dejaron marcas únicas en cada cultura. O no tan únicas, ya que las respuestas pudieron ser distintas pero las preguntas eran las mismas.

Al respecto, Álvarez expresó: “Todo esto influye en cuestiones sociales y culturales porque ahora tenemos un montón de modos de acceder a la información y una capacidad recreativa distinta pero hace menos de un siglo no existía el celular ni la televisión y la gente lo único que tenía para mirar era lo que pasaba en el cielo. Este tipo de fenómenos fueron muy influyentes en distintas culturas y de hecho los solsticios son fechas donde se dan muchas  celebraciones de culturas antiguas, porque era un momento muy particular. En la primavera veían salir el sol exactamente por el este, después dependiendo del polo vemos que va hacia uno de los extremos, permanece  tres días saliendo por ese mismo punto y después vuelve. Muchas teorías sostienen que en el relato bíblico de la muerte de Jesús, el hecho de que la resurrección se dé a los 3 días del solsticio tiene que ver con el fenómeno astronómico, porque la fecha que pone la iglesia católica para la navidad retoma una fecha de celebraciones paganas”.

Foto: Un rayo de sol atraviesa el monumento megalítico de Stonehenge el día del solsticio de verano, e incide sobre la Piedra del Talón. Fuente: Wikipedia.

Asimismo, respecto de la importancia que tenía este conocimiento para las sociedades humanas, dijo: “Los cambios de estaciones también repercutieron en la posibilidad que uno tenía de predecir cómo iba a ser el comportamiento del clima. Permitía saber en qué época era conveniente sembrar o cosechar. Esto daba una posibilidad de ordenamiento del tiempo que tenía que ver con el reloj natural que tenían, que era el paso del sol. En el sol las comunidades veían una fuente de poder y por eso el sol está asociado a algo que tiene que ver con la posibilidad de sobrevivir otro invierno más. Por eso las fiestas religiosas más importantes eran en el solsticio de diciembre en el hemisferio norte y en junio en las comunidades de pueblos originarios en Argentina”.

¿Qué pasa en otros planetas?

En los últimos años hemos leído noticias sobre descubrimientos de planetas en otros sistemas solares y uno de los grandes interrogantes es sobre su capacidad de alojar vida. Consultada sobre qué características puede tener este proceso en otros mundos, Álvarez explicó: “La dependencia con el eje no va a ser el mismo para todos los planetas, entonces el movimiento aparente del sol en el cielo va a ser distinto. Si yo todos los días me paro en el mismo lugar a la misma hora y le saco una foto a la posición del sol en el cielo, al superponer esas imágenes voy a ver cómo se construye un símbolo de infinito. En los extremos se podrá ver dónde se producen los solsticios y en la parte del cruce de ese ocho es donde se producen los equinoccios. Si hago lo mismo en Marte, la forma de ese camino es distinta, porque el movimiento de ese planeta  es distinto al nuestro y tiene que ver con esta inclinación distinta del eje”.

Foto: El movimiento aparente del sol fotografiado desde Marte. Fuente: NASA

“Obviamente eso cambia las duraciones de las estaciones y los momentos en que cambia. Hay una foto tomada por alguno de los rovers de Marte que fue haciendo la reconstrucción y en vez de tener forma de ocho tiene la forma de una gota. Esto nos da la pauta de que si pudiera existir vida inteligente en otro planeta, el vínculo de esa cultura con su cielo y la influencia de ese cielo en el carácter de esa civilización sería muy distinta a la nuestra”.

 

También puede gustarle...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *