Consumo de miel en el veganismo: ¿aprobado o no?
El veganismo es una filosofía y estilo de vida busca evitar todas las formas de explotación y crueldad hacia los animales. Esta forma de vida cada vez toma más popularidad, haciendo que surja el interrogante sobre qué consumo son aceptados o no. Uno de estos últimos se centró en el consumo de miel de las personas veganas.
Es importante destacar que Argentina, históricamente, es uno de los países con mejores producciones de miel en el mundo. A pesar de su bajo nivel de consumo de este alimento, el país tiene a los mejores profesionales y tecnologías en apicultura. Matias Maggi, doctor en Ciencias Biológicas e Investigador del Centro de Investigación de abejas sociales, en comunicación con Radio Universidad nos ayuda a entender cómo es la vida de las abejas y explicar el planteo que hacen los veganos.
“Hay armonía entre el apicultor y la colmena” destacó Maggi “en cierto modo esta armonía está inclinada para el lado del productor pero ambos se necesitan”, dijo. El trabajo del apicultor es intervenir en las amenazas que pueden llegar a atacar a las abejas, principalmente durante las épocas de clima frío. El camino para llegar a la primavera no es tan fácil para ellas como para los humanos. Durante el verano la colonia recolecta toda la miel posible, para que durante el invierno, pueda hacer uso de ella y mantener la temperatura de la colmena en unos 36 grados.
Las estrategias para “ayudar” a las abejas
En invierno los apicultores también tienen que ser estratégicos y analizar qué decisión van a tomar. Maggi describió dos tipos de tácticas antes esta situación: “La primera es que les saquen una parte de la miel y dejen que las colonias entren a la invernación con miel como parte de su alimento natural. También, hay algunos que les sacan entre el 80 y 90% de la miel, y durante el invierno les proveen un jarabe de azúcar.” Aunque se ha demostrado que con esta última se le puede generar algún tipo de estrés a los insectos, no marca nada que afecte fuertemente a la colmena.
Si bien la apicultura es una actividad sumamente intervenida por el humano, no es tan agresiva para las abejas como sí lo son los procesos de polinización. “No se puede negar que las colmenas que están intervenidas por un apicultor sacan más miel de la que sacarían naturalmente” mencionó el Doctor. Pero esta declaración no es sinónimo de explotación hacia las abejas, sino que todo lo contrario. Las colmenas están trabajando constantemente por instinto propio de este tipo de animal y no disfrutan el tiempo de ocio como las personas.
Una de las justificaciones ante el rechazo del consumo de miel por parte de las personas veganas es que, muchas veces, los apicultores eligen a las abejas reinas de las colmenas. Los productores de miel eligen cuál de las abejas genéticamente es la más apta para ser la reina y le suministran. Ante esto Maggi explicó el por qué de esto: “Si bien es algo “artificial” que las personas elijan a la abeja reina pero no deja de respetar un proceso natural. Las colonias cuando notan que una reina es ineficiente la quieren cambiar, el apicultor lo que hace es proveerles una nueva”
“La colmena no sufre”
En un intento de darle fin a esta problemática, Matias Maggi, resaltó que no cree que la colmena sufra o la pase mal. Porque, como ya se dijo, es natural los procesos que hacen. Lo que uno como consumidor podría hacer, para ser más amigable con este animal, es informarse. Averiguar cómo son las calidades de producciones de las marcas y elegir la que se crea que sea más amable con las abejas y el medio ambiente.
