Inflación: “La cifra del 5% anual sostenida por Milei tiene certezas y contradicciones”
El discurso de Javier Milei durante el 140° Aniversario de la Bolsa de Comercio de Rosario la semana pasada dejó varias aristas de análisis y algunos debates sobre la mesa. Si bien, el mandatario comenzó dando las razones por las cuales vetó la reforma jubilatoria pero además se refirió a las cifras de inflación, la cual diferenció entre observada, inducida y remanente y por lo cual Argentina hoy estaría en torno al 5% anual, y no al 146% como proyecta el Banco Central.
Para entender a qué se refieren estas terminologías y si es coherente o no esa cifra, desde el Sistema de Medios Públicos de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP) dialogamos con el docente y economista, Ricardo Panza, quien explicó las afirmaciones del líder de La Libertad Avanza.
“La verdadera inflación es la remanente”, expresó Milei en un auditorio lleno que escuchó atentamente el desgolse del aumento sostenido en bienes y servicios. Así, el 4% que se indica mensualmente se vería afectado por factores como el crawling peg (2%) y la inflación internacional. A ellos se suma que la medición es tomada por los precios minoristas mientras que los mayoristas presentan una diferencia.
El crawling peg, o devaluación administrada se caracteriza por ser un esquema de fluctuaciones leves y periódicas en el tipo de cambio
En base a ello, Panza explicó que hay “algunas certezas y por lo menos alguna que otra contradicción, para él, en lo que plantea” ya que lo que siempre planteó es que la inflación es un fenómeno de tipo monetario y este fenómeno, multicausal, estaría originado en el hecho de que el Estado tiene un recurrente de déficit fiscal que ha sido financiado en el pasado con la emisión monetaria.
Esta hipótesis se sostiene a partir del Monetarismo de Milton Friedman. “Tenemos una inflación que no es nuestra sino que nos viene heredada porque adquirimos activos que son de países que tienen activos que son valiosos que nosotros y los deseamos, pero esos activos también se valorizan porque esos países también tienen su propia inflación. Existe la posibilidad de que algo de inflación que tenemos en Argentina sea heredera de la que hay en Estados Unidos, que es alrededor de un 5% anual, que para ellos es un valor no preocupante, pero es un valor alto que deberían corregir”, explicó el especialista.
Cosas que son ciertas
Más allá de que esta “herencia” por parte de del país norteamericano es real, aceptarla como lo hizo Milei es anunciar, enmascaradamente, que la inflación argentina nunca va a ser cero excepto que también lo sea allá o se deje de utilizar el dólar como moneda, lo que llevaría a otro aspecto que es la dolarización.
El segundo tema es la inflación mayorista. “La inflación minorista viene contaminada por algunas cuestiones mientras que la mayorista es completamente libre porque mira los precios que se producen en los comercios que fabrican las cosas que vendemos y ellos, en la medida que pueden, lo trasladan a los precios. Por ejemplo, el fabricante de una lata de tomate tendrá el incremento del costo del tomate, de la hojalata, el papel impreso y el gas que utilizan para cocinarlo. Todo eso forma su precio”.
Por lo contrario, el precio al consumidor (IPC), que es el que se observa día a día al momento de hacer las compras, está incidido por varias cuestiones. “Nosotros tenemos lo que es una inflación núcleo, que es más o menos el 70% de esos precios, un 20% de precios que los llamaremos ‘regulados’ -tarifas de servicios públicos, transporte, energía y demás- y tenemos un 10% que son muy azarosos, que son los que se estacionales. Estados Unidos también tiene una inflación núcleo, lo que pasa es que tienen un segmento de precios regulados donde no hay prácticamente ninguna regulación. O sea, los precios energéticos dependen más de los socios externos, ellos ponen por separado el precio de la energía porque tienen miedo a que exista algún conflicto con Arabia Saudita o Irán. Entonces lo separan porque saben qué parte de eso obedece a problemas internos y qué parte viene heredada de problemas externos”, aclaró Panza.
A su vez, el también docente de la UNMDP hizo alusión a lo que viene sucediendo y su lectura del índice inflacionario. “Cuando el mes anterior había sido 4,2% a mí me gustaba el hecho de haber visto que la inflación mayorista era 2,7% porque esa reflejaba de algún modo o anticipaba lo que te iba a pasar al siguiente. La minorista decreció al 4% pero resulta que la mayorista subió a 3,1%. Mirar la mayorista es correcto pero hay que medirla bien y después de eso podemos sacar las conjeturas que queramos y profundizar un poco en el asunto de que hay una frente contradicción en el discurso de que la inflación es puramente monetaria porque aparentemente no lo es“.