Salud Mental: la importancia de los tratamientos psicológicos

En Argentina existe la Ley de Salud Mental N°26.657, promulgada en 2010 y reglamentada en 2013. Cumple con los lineamientos de la OMS (Organización Mundial de la Salud) y la OPS (Organización Panamericana de la Salud). Esta reglamentación tiene por objetivo asegurar el derecho a la protección de la salud mental de todas las personas, y el pleno goce de los derechos humanos de aquellas con padecimiento mental. A partir de esto, se reconoce a la Salud Mental como un proceso determinado por componentes históricos, socioeconómicos, culturales, biológicos y psicológicos y en el cual, para su mejoramiento, se requiere de una dinámica de construcción social que está vinculada a la concreción de derechos humanos y sociales de las personas.

Desde el Sistema de Medios Públicos de la UNMDP, dialogamos con la licenciada en psicología Alejandra Linardi respecto de los tratamientos psicológicos. Sobre las y los profesionales remarcó que “no todos los psicólogos hacen tratamientos psicológicos” y explicó que en aquellos lugares en los que puede haber un psicólogo o una psicóloga -como Centros de Día, Hogares para Adultos Mayores, o incluso en los prepartos- puede suceder que se realicen entrevistas que las personas estén necesitando, pero eso no necesariamente implica la realización de un tratamiento, porque “no tiene un efecto terapéutico” y añadió: “El tratamiento psicológico es, en general, algo que demanda una persona, no que te envían” sobre las situaciones en las que las y los pacientes llegan a los consultorios por voluntad propia o porque “alguien los manda”. 

Linardi enfatizó sobre aquellas personas que llegan por voluntad propia, detallando que “la persona que viene con el deseo de cambiar algunos puntos sabe por qué viene o tiene una idea de qué es lo que le está aquejando y quiere consultar, en cambio si los mandan, incluso a veces llegan un poco reticentes a esto y ahí ya es una complicación”. Sobre las intervenciones de las y los profesionales, la licenciada desmitificó algunas cuestiones vinculadas a la imagen que se proyecta de las y los profesionales de la psicología, y aclaró: “Los psicólogos no nos quedamos mudos, no es como están en las películas que es un ambiente lúgubre. En realidad el psicólogo a veces habla, a veces no habla, porque quiere escuchar el momento indicado para intervenir”.

¿Cuándo sirve una terapia?

Una pregunta recurrente suele ser si el tipo de terapia que se está haciendo sirve o no sirve, e incluso, el avance de la tecnología posibilita la búsqueda de un tipo de “terapia adecuada” asociada a cada padecimiento. Ante esto, Linardi remarcó que las personas no tienen que saber los distintos tipos de teorías que existen ya que genera desconcierto”. “Si vas a una entrevista y estás 40 minutos hablando y el psicólogo te dice ‘hasta la próxima’ y no te da una devolución de nada, no te dice ni una palabra, digamos que no está demostrado que eso sea más efectivo”.

Sobre la importancia del tratamiento terapéutico, la licenciada remarcó: “Hay que entender que esta situación no es una charla de café, sino que están enfrente de un profesional que tiene una técnica, que tiene herramientas, hay un encuadre, un tiempo, un método científico, una teoría que te avala lo que estás haciendo y diciendo” y añadió: “Tiene que haber efectos positivos, el paciente tiene que presentar cambios, no es que tiene que esperar un siglo para tener cambios”. Además, explicó que en el proceso terapéutico el o la profesional brinda herramientas para construir algunos tipos de lógicas o razonamientos que ayuden a la persona a transitar la situación y aceptarla. “A veces hay cosas que no tienen solución y sólo es aceptarlo. El tratamiento psicológico te sirve para eso, porque, por ejemplo, una persona que viene por un duelo, ni un psicólogo ni nadie le va a solucionar esa situación, pero sí le va a brindar herramientas para aceptarlo y seguir. Es una solución para sentirse mejor, pero no es una solución del hecho en sí”, dijo.

Es necesario visibilizar cómo se inicia una terapia y cuáles son las barreras más frecuentes a la hora de tomar la decisión de consultar con un o una profesional de la Salud Mental. La licenciada Linardi, explicó que hay personas que tienen ganas de ir y no lo hacen por desconocimiento o por miedo a no saber con qué se van a encontrar. “En la primera entrevista se preguntan algunos datos básicos: qué es lo que le pasa, desde cuándo y por qué cree que le pasa. El paciente va a desarrollar todo lo que quiera, no va a hablar de algo que no quiera o no sienta que es el momento de hablarlo, es decir no se va a sentir incómodo y eso es una señal de que está yendo al lugar indicado” continuó.

Hay otro mito vinculado al tratamiento psicológico y es que “hay que esperar mucho tiempo para que haga un efecto”. Al respecto, Linardi remarcó que “esto es un proceso, hay que esperar porque hay cosas que llevan un tiempo, que no se armaron en un día y no se van a desarmar en un día” y añadió: “Sin embargo, el paciente por lo menos dentro del primer mes tiene que haber sentido efectos positivos”. Sobre si un o una terapeuta es pertinente remarcó que “no es tan importante saber a qué teoría se dedica, porque esas son cuestiones que las tenemos que dejar con los psicólogos”, sino que remarcó la importancia de evaluar qué es lo que le hace bien y lo que le sirve a cada persona. “El termómetro lo tiene uno, y la realidad es que el paciente paga para trabajar, porque tiene que trabajar en conjunto con el psicólogo” finalizó.

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