Disolución de la AFIP: orígenes y motivos de la decisión

El Gobierno formalizó la anunciada disolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), así como también la creación de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) a través del Decreto 953/2024 publicado en el Boletín Oficial, con las firmas de Javier Milei, del Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Según lo manifestado, el objetivo es contar con una estructura “más simple, más eficiente, menos costosa y menos burocrática”.

Para entender de qué se trata esta medida, desde el Sistema de Medios Públicos de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP) dialogamos con el economista y docente, Ricardo Panza, quien hizo un recorrido por su historia y detalló los motivos por los cuales se tomó la decisión.

Durante la década de 1990, y por medio del Fondo Monetario Internacional (FMI), el gobierno de Carlos Menem optó por unificar el comando de la cobranza fiscal que, previo a ello, estaba dividido. “Antiguamente, existían dos entidades de administración. Por un lado, estaba la Dirección General Impositiva (DGI) que controlaba todos los impuestos que se pagaban dentro de la frontera y, por el otro, se encontraba la Dirección General de Aduanas (DGA) que manejaba toda la cuestión que tenía que ver con el comercio exterior y contaba como un servicio de policía aduanera”, explicó Panza.

En ese momento, la DGI dependía directamente el Ministerio de Economía  mientras que la DGA era autárquica, pero tenía un cierto contacto con las cosas de seguridad para seguir el contrabando. “Con la unificación se establece la Cuenta de Jerarquización, que destinaba a un porcentaje mínimo de la recaudación para darle una retribución a los agentes económicos vinculados con la cobranza de los impuestos. En realidad se puso un administrador de Ingresos Públicos y el administrador de la AFIP, que fue un funcionario político, mientras que los jefes de la DGI y DGA seguían existiendo. Con lo cual las estructuras quedaron tales como estaban solo que se montó arriba un administrador general. Cuando esto se hizo, Cavallo tenía tres impuesto y ahora hay como 40 que realmente suman recaudación”, agregó.

Esto último es lo que ha generado que los sueldos de los administradores hayan subido categóricamente y difieran tanto de la media argentina. “Ha circulado la noticia de que el Administrador Federal de Ingresos Públicos cobra cerca de 34 millones de pesos que son 30 mil dólares mientras que el director de la DGI – que sigue existiendo uno no sabe ni quién es – y el director de Dirección General de Aduanas cobran 15 mil dólares. La recaudación creció, la cantidad de impuestos crecieron y no es tanto que haya crecido el sueldo del administrador, sino que se hundieron los sueldos nuestros”, argumentó el economista.

Además, Panza agregó que: “Hoy un inspector de AFIP es posible que tenga sueldo de arranque de cuatro o cinco millones de pesos. Es cierto que es un trabajo para el cual hay que estar capacitado, es profesional y jerarquizados, pero comparado con los profesionales que se desempeñan en otras áreas, incluso la administración pública, es un sueldo alto. Y cuando vos querés bajarles el sueldo sin afrontar un conflicto judicial lo mejor que tenés que hacer, si sos presidente y tenés la posibilidad, es disolver el organismo“.

¿Qué es la Cuenta de Jerarquización?

Es un fondo creado en 2001, a través del Decreto 1399/2001, dictado por el ex presidente Fernando De la Rúa (Unión Cívica Radical), en el que se acredita hasta el 0,75% del importe de la recaudación de AFIP. Según el decreto, esa cuentase distribuye entre el personal de AFIP “conforme a un sistema que considere la situación de revista, rendimiento y eficiencia” de los agentes en base a “parámetros objetivos de medición”. Y la misma norma establece que el administrador general “percibirá un sueldo equivalente al de un Secretario de Estado” y, además, “participará de la Cuenta de Jerarquización” en función “del nivel de cumplimiento del Plan de Gestión Anual” que elabora la Jefatura de Gabinete.

Desde junio de 2023 el porcentaje de la recaudación que debía acreditarse en la Cuenta de Jerarquización se había fijado en el 0,68%. Este año, a partir de mayo, se redujo a 0,65%. En resumen, esto quiere decir que desde 2001 y hasta 2024 una parte importante del sueldo de los empleados y, principalmente, de las autoridades de la AFIP estuvo atado a la recaudación.

Cuando vos querés bajarles el sueldo sin afrontar un conflicto judicial lo mejor que tenés que hacer, si sos presidente y tenés la posibilidad, es disolver el organismo

La situación de los empleados de la AFIP

De acuerdo con el último informe sobre dotación de personal de los organismos públicos, correspondiente a agosto de 2024 y elaborado por el INDEC, la AFIP cuenta con 21.410 empleados. En noviembre de 2023, último mes completo de la gestión del Frente de Todos, eran 22.199, es decir que en ese período de 9 meses se redujo el personal en 789 empleados.

Esto ya estaba pensado y te aclaro que estaba pensado de dos formas. En primera instancia el plan original era disolver la AFIP y no crear un ente un ente nuevo sino que era disolver la AFIP y volver a la era Pre-Menem. Osea, dejar a la DGI dependiendo el Ministerio de Economía y quela DGA sea autárquica pero con vinculación con el Ministerio de Seguridad. Después, a la misma noche en la que se sacó el decreto, se reculó y se estableció esta nueva sigla que es el ARCA que todavía no está vigente en ningún lugar y aparte anticipa un conflicto porque así se llama la entidad de Catamarca. Me parece que el apresuramiento, por no decir improvisación, con la cual se armó todo esto tiene como objetivo sacarse de encima muchos empleados que fueron contratados a juicio de este gobierno irregularmente“.

El vínculo con el contribuyente

Otra de las cuestiones que más resonó tras el anuncio fue cómo quedaría la relación del contribuyente con la AFIP. “La medida consiste en una reconfiguración interna, un cambio de nombre para poder solucionar estos problemas que estaría teniendo la organización pero en el plano de lo que pueda llegar a cambiar entre el vínculo de los monotributistas, por ejemplo, no debería cambiar. No descarto que en el futuro se haga algún tipo de reforma fiscal que tienda a mejorar la relación de contribuyente con el fisco, pero esto podría haberse hecho con la AFIP“, analizó Panza.

Por último, expresó que: “Creo que son cuestiones que van por puertas separadas porque nada les impedía tomar medidas que tienden a mejorar el vínculo con el contribuyente. A mí me parece que el objetivo principal de este cambio de denominación y de disolución obedece a una especie de reconversión económica porque los sueldos se habían ido mucho respecto de la media argentina e insisto no es que los sueldos de las cifras hayan crecido son los sueldos de todos los demás que han bajado“.

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