Recuerdos sobre rieles: la época de los tranvías en la Mar del Plata del pasado

Por Priscila Núñez para el #MediaLab de Portal Universidad
Mar del Plata no siempre fue una ciudad dominada por automóviles y colectivos. Hubo una época en la que el sonido de los tranvías recorriendo sus calles formaba parte del paisaje cotidiano. La historia de los vagones eléctricos evoca un tiempo en el que estos vehículos transportaban tanto a vecinos como a turistas en un recorrido que, hoy en día, solo se conserva en la memoria de “La Mar del Plata que fue”. Esta narrativa refleja la evolución del transporte en la ciudad y la conexión que existía entre sus habitantes y los visitantes, creando un lazo especial con el pasado.
Los tranvías eléctricos de Mar del Plata fueron un medio de transporte clave en la ciudad desde principios del siglo XX hasta su desaparición en la década del ‘50. Aunque hoy su existencia ha quedado en el olvido para muchos, en su momento fueron fundamentales para la expansión urbana y el desarrollo económico de la ciudad. Conectaban a los barrios periféricos con el centro y facilitaban el transporte de los primeros turistas que llegaban para disfrutar de las playas.
La revolución sobre rieles: El arribo del tranvía y la expansión de Mar del Plata
El primer tranvía fue a tracción animal y comenzó a funcionar en Mar del Plata en 1891, cubriendo una corta distancia entre el puerto y la zona del centro. Sin embargo, fue la llegada de los tranvías eléctricos en 1911 lo que marcó un hito en la historia del transporte de la ciudad. La empresa concesionaria fue la Compañía de Tranvías Eléctricos de Mar del Plata, la cual desarrolló una red que rápidamente se extendió, permitiendo a los habitantes y turistas moverse con mayor comodidad entre las zonas residenciales, el puerto y las áreas turísticas.
Testimonio de una época: el auge del tranvía eléctrico en Mar del Plata
Durante las primeras décadas del siglo XX, el sistema de tranvías eléctricos fue expandiéndose, acompañando el crecimiento de Mar del Plata. En una época en la que los autos particulares eran un lujo reservado para pocos, los tranvías se convirtieron en el principal medio de transporte de los marplatenses.
José Alberto Lago, o JAL como él mismo se nombra, tiene 82 años pero llegó a Mar del Plata desde Buenos Aires siendo muy chico, su familia se trasladó a la ciudad y compró el fondo de comercio de la panadería – en ese momento – más grande de Sudamérica la cual ocupaba casi un cuarto de manzana y se llamaba “La Central”. Desde la puerta, un jovencito Alberto podía ver pasar el tranvía varias veces al día: “Los tranvías pasaban por la esquina de la panadería. Luro e Independencia. Era la esquina más importante de Mar del Plata.” comentó.
Desde su juventud empezó a reunir fotos y recuerdos de la ciudad: “Calculo que ya desde los 26 años juntaba fotos. Iba comprando, veía una foto y la guardaba. Sabía que iba a llegar el momento para compartir esta colección”. Ese momento llegó con la creación de Fotos de Familia: “Fue ese momento, cuando salió el blog. Hasta salieron anticuarios enojados porque no podían comprender que compartíamos tantas fotos inéditas” recuerda con picardía.
Su colección, organizada meticulosamente en miles de carpetas clasificadas por fecha y temática, es un verdadero tesoro que permite adentrarse un poco más en la historia de este medio de transporte.

José Alberto Lago y revisando su archivo, Octubre 2024.
Como usuario de los tranvías, Alberto recuerda “Los asientos se corrían para un lado y para otro. El respaldo cambiaba de posición.” y agrega “Pasaban por vías rebajadas en ciertas partes, como en la calle Castelli, que aún conserva vestigios de esa época.”
El servicio era similar a cualquier otro transporte público, pero con sus propias características de la época: “En todas las esquinas había paradas para el tranvía. Por ejemplo, los que llegaban hasta la calle Buenos Aires, que iban por Av. Luro, hacían una vuelta allí, donde estaba la parada principal que podías encontrarte con bancos decorados con mayólicas.”
En su relato sobre la experiencia de viajar en tranvía, describe la labor de los motorman y guardas, quienes desempeñaban roles fundamentales: “El motorman conducía el tranvía, mientras que el guarda se encargaba de cobrar los boletos. Siempre iban de a dos, con un uniforme gris que los identificaba claramente.” y agrega “Siempre estaban bien presentados, con un aspecto pulcro y ordenado. En la cintura, llevaban la boletera colgada, lo que facilitaba su trabajo.”
La red conectaba barrios como Chauvin, Los Troncos, Loma de Stella Maris, y Playa Grande, promoviendo la urbanización de estos sectores. Además, la línea que iba desde el centro hasta la estación de tren facilitaba la llegada de turistas, quienes al bajarse del tren podían subirse directamente al tranvía para recorrer la ciudad.
Los tranvías de Mar del Plata no sólo transportaban pasajeros, sino también mercaderías. “Había tranvías de carga también, los tranvías entraban a Fava, para llevar la madera ahí.” cuenta Alberto con una memoria infalible y agrega “Otro tranvía también entraba a uno de los muelles, transportaban mercadería.” Este doble rol fue vital para el comercio local, ya que facilitaba el traslado de productos desde el puerto hacia el centro comercial.
Impacto en la expansión urbana
El sistema de tranvías eléctricos tuvo un papel crucial en la expansión de la ciudad. Su existencia facilitó la construcción de nuevos barrios alejados del centro, que se conectaban fácilmente gracias a las líneas que recorrían largas distancias. La accesibilidad proporcionada por los tranvías permitió que muchos marplatenses se asentaran en zonas que antes eran inaccesibles sin un medio de transporte rápido y confiable.
El final de una era
Allá por el final del 1800 quedaron los tranvías de tracción a sangre, y aunque la electricidad trajo evolución en varias formas, el auge de los automóviles y los ómnibus a mediados del siglo XX marcó el inicio del fin para los tranvías en Mar del Plata.
Las calles se adaptaron para dar lugar a vehículos más modernos y, con el tiempo, los tranvías fueron considerados obsoletos. La última línea de tranvía operó en 1956, cuando fueron retirados definitivamente del servicio para darle paso, dos años despúes, a los llamados Trolebuses. Aunque su desaparición fue vista en su momento como un paso hacia la modernidad Mar del Plata perdió, según testigos de esa época, un medio de transporte eficiente y sustentable.
Periodista y guardián de un legado sobre rieles
Hoy en día, los tranvías eléctricos de Mar del Plata son un recuerdo difuso para las generaciones más jóvenes, pero su legado vive en la memoria de los más antiguos. “Nací en un pueblo conocido como Punta de Rieles, porque allí terminaba el servicio del ferrocarril. Se llama Ingeniero Luiggi, al norte de la provincia de La Pampa.” comenta Eduardo y continúa: “Fue en febrero de 1944 cuando llegué a Mar del Plata, después de pasar por Buenos Aires en tren. Desde entonces, me quedé enamorado de las vías, aunque nunca supe exactamente por qué.”
Eduardo Zanoli es locutor, periodista con décadas de trayectoria e impulsor tenaz de la recuperación del tranvía en Mar del Plata. Para él la decisión de comenzar a sacar los tranvías fue una decisión desacertada ya que “en otros lugares del mundo seguían funcionando”.
A lo largo de su vida, Eduardo ha recorrido diferentes ciudades del mundo y ha sido testigo del papel fundamental que los tranvías juegan en el transporte público. Con entusiasmo y algo de nostalgia destaca: “He tenido la oportunidad de recorrer muchísimos lugares donde los tranvías son el principal medio de transporte público. Además de ser no contaminantes, en algunos sitios aún circulan tranvías antiguos que datan de las primeras décadas del 1900.

Último tranvía en funcionamiento en Mar del Plata, cortesía
Eduardo Zanoli,
En uno de esos tantos viajes llegó a Lisboa, donde se encontró con un sistema de tranvías que aún conservaba su encanto y funcionalidad. fue entonces cuando decidió que Mar del Plata debía tener la oportunidad de volver a experimentar ese legado. Tras superar numerosos desafíos burocráticos y logísticos, en 1998 logró traer uno de esos icónicos tranvías lisboetas a la ciudad. Así, este histórico vehículo cruzó el océano para convertirse en un símbolo de la perseverancia y dedicación por enriquecer el patrimonio cultural de Mar del Plata con una pieza emblemática de la historia del transporte.
Si bien era un tranvía de “trocha corta”, es decir, su ancho es menor a los antiguos tranvías, permitía rememorar los años dorados de éste servicio de transporte. Este vehículo en particular, inicialmente, su recorrido se extendía desde la rotonda de la Av. Constitución hasta el Asilo Unzué, atravesando áreas de alto tráfico. Sin embargo, para mejorar la seguridad y ofrecer una experiencia más familiar, se decidió reubicarlo en el Parque Camet donde dejó de funcionar en el año 2015.
VIDEO
Epígrafe del video: Video último Tranvía Marplatense, cortesía Eduardo Zanoli.
Esta atracción, que era parte del paisaje del parque, funcionaba durante los fines de semana y feriados, ofreciendo recorridos a lo largo de un trayecto de aproximadamente 2 kilómetros. Su cierre marcó el fin de una etapa en la historia del transporte en la ciudad.
Los tranvías de Mar del Plata no solo fueron un medio de transporte, sino un símbolo de una época en la que la ciudad comenzaba a definirse como un importante destino turístico y un centro urbano en expansión. Las historias y recuerdos de quienes vivieron esta experiencia, como José Alberto Lago y Eduardo Zanoli, son testimonios valiosos de un legado que no debe ser olvidado. A través de sus relatos, podemos apreciar la importancia cultural y social de los tranvías, así como su impacto en la vida cotidiana de los habitantes de Mar del Plata.
La historia de los tranvías es un recordatorio de cómo el transporte público puede moldear una ciudad y su cultura. A medida que Mar del Plata avanza hacia el futuro, es fundamental recordar y valorar su pasado, aprendiendo de él para construir un entorno más sostenible y accesible. La memoria de los tranvías nos invita a reflexionar sobre la importancia de la movilidad urbana y el legado que queremos dejar a las próximas generaciones. La posibilidad de un futuro donde la memoria y la innovación se entrelacen, haciendo de Mar del Plata una ciudad que no olvide sus raíces.
*Estudiantes del MediaLab, primer Laboratorio de Redacción para Medios Digitales. Se trata de un sistema experimental que consiste en el trabajo periodístico, de producción propia, que desarrollan alumnos del Taller de Redacción para Medios Digitales, correspondiente a la Tecnicatura de Periodismo Digital que se dicta en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata.