El precio de las pasiones: ¿cuánto cuesta ser deportista en Mar del Plata?

Por Micaela Delfante para el #MediaLab de Portal Universidad
En el contexto socio-económico actual, practicar un deporte se volvió exclusivo. La cuota, los accesorios y la competencia, entre otras variables, tienen valores cada vez más elevados que excluyen a las personas de las disciplinas.
Argentina es un país reconocido mundialmente por sus costumbres y su gastronomía, como el asado, el tango y el mate. El folklore, el locro y el saludo con beso. Pero también por ser la cuna de leyendas del deporte. Maradona y Messi en fútbol, Luciana Aymar en hockey, Manuel Ginobilli en básquet, Gabriela Sabatini en tenis, son solo algunos nombres que resuenan a través del continente y cruzando el charco.
En el mismo sentido, Mar del Plata supo criar a grandes deportistas, como el actual arquero de la Selección Argentina de fútbol, Emiliano “Dibu” Martínez, el tenista Guillermo Vilas, el skater Matías Dell Olio, el nadador Ulises Saravia y la atleta Florencia Borelli. Nombres que representaron a la ciudad en distintos torneos. Nombres que recorrieron el mundo representando la albiceleste. Pero qué pasa con los cientos de Dibus o Borellis que no tienen los recursos para crecer y demostrar su talento.
La situación actual de los deportes en Mar del Plata
“El atletismo es a pulmón, desde siempre”, expresó Tomás Benitez (22), atleta surgido en Necochea que ha participado en torneos representando a su ciudad y al país. “Si bien no es un deporte caro en comparación a otros, eso no lo vuelve accesible. Para poder financiarlo, dependes de dos cosas: el nivel que tenés y los contactos que tenés”, agregó. El necochense, de corta edad pero gran trayectoria, representó a la UNMDP en los Juegos Panamericanos Universitarios en Colombia, en los que logró participar gracias a donaciones de la gente.
“Tenemos una de las mejores pistas del país, terrenos naturales, una costa hermosa que para pruebas de media distancia son ideales. Las condiciones en la ciudad para visibilizar el deporte están, pero son desaprovechadas”, opinó Benitez. Vivir en la altura puede ser un punto a favor para los atletas de alto rendimiento, “pero ninguno de los mejores se fue a vivir a Colombia, por ejemplo. Mar del Plata ya cuenta con lo necesario para que podamos entrenar, pero no tenemos el apoyo económico que se requiere para explotarlo”, agregó.
En la misma línea, “el hockey marplatense desde los clubes está mejorando. Se están construyendo nuevas canchas, como en nuestro caso, otros están agrandando su estructura original y otros han adquirido nuevos recursos” contó Serena Villen (24), jugadora de Trinity Club. Pero con respecto a la Asociación Argentina de Hockey, la situación no es igual. “Cada vez se nos permiten utilizar menos instalaciones o tenemos más complicaciones para usarlas. Las canchas municipales de la ciudad están deteriorándose y el hockey marplatense las necesita todos los fines de semana”, explicó la jugadora.
“Ser jugadora de hockey hoy es un privilegio”, contó Serena al cuestionar los costos que implica este deporte. Y agregó: “Un palo de hockey está arriba de $400.000. Después tenés que comprar las canilleras, la palera, el protector bucal y los botines. Todos los accesorios que se requieren sobrepasan el millón de pesos”. Es importante destacar que este valor no incluye la cuota de los clubes, ni la federación o los torneos que surjan durante el año.
La situación actual del país complica el financiamiento de los deportes, pero por otro lado, la problemática es histórica. “Siempre hizo falta plata en el vóley, pero no se hace nada por eso”, opinó Tomás Russo (24), jugador de vóley de Once Unidos. Para hallar soluciones a la precarización de este y tantos otros deportes, “se necesita una persona que quiera cambiar las cosas. Si Mar del Plata puede tener deportes de tanto nivel, como futbol y básquet, puede replicarlo en los restantes. Pero requiere de dirigentes que se involucren en la profesionalización”, expresó el voleibolista.
En Once Unidos supieron profesionalizar el vóley y lo mantuvieron hasta el año pasado. Desde el 2018, participaron de la Liga Argentina “con un presupuesto escueto, sin endeudar al club y sin prometer millonadas a jugadores o técnicos en cuanto al sueldo”, explicó Tomás. Y agregó: “Cobrábamos una contraprestación de $200.000 por representar al club y fuimos el presupuesto más bajo de la Liga, pero entrenábamos y competíamos como profesionales”.
“El vóley es una disciplina que corre por debajo con respeto a otras, como lo son el futbol o el básquet, pero tampoco se ven nuevos métodos para sumar ingresos. La Asociación Marplatense se encuentra en una situación precaria y los clubes siguen la misma línea”, opinó Russo. Y agregó: “Hay ciudades más chicas que la nuestra en el que este deporte tiene más recursos y es mejor aprovechado. El problema radica acá”.
Las Asociaciones y su relación con sus afiliados
La Confederación Argentina de Atletismo no aporta a sus afiliados, “es más lo que te saca que lo que te da”, afirmó Benitez. El atleta del equipo Malgor track and field explicó que todo sale del bolsillo de cada uno. “Nuestro entrenador siempre trata de conseguirnos indumentaria, suplementos o dinero. Siempre trata de ayudarnos a través de sus contactos”, agregó. Pero esto, como en tantos otros deportes, no es suficiente. Particularmente los atletas destinan sus ingresos en recuperación, como masajista, y nutrición, que son los pilares para competir.
“En toda nuestra trayectoria en la Liga Argentina, la Asociación Marplatense no nos ayudó en nada. Ni siquiera nos destacó por representarlos a nivel nacional”, contó Russo. La Liga de Voleibol Argentina, por su parte, aporta recursos a sus afiliados al inicio de temporada. Pero su reglamento y su formato “te destruye por otro lado. No podés tener a tu público, por lo que no podés recaudar dinero mediante entradas. Y tenés más de diez viajes consecutivos sin lugar de local, que implican costos muy elevados”, agregó Tomás Russo.
En comparación de otros deportes, el hockey argentino siempre dio resultados. Las Leonas están entre los mejores equipos del mundo y nunca regresan con las manos vacías de un torneo. Sin embargo, “no existe una retribución por parte de la Asociación Argentina al ganar un campeonato o lograr el ascenso. Cada vez es menos la ayuda, hay que pagar más y hacen menos cosas. Son más los aportes de los clubes hacia la Asociación, que de esta a los clubes” explicó Villen.
Profesionalizar un deporte local
Las federaciones, ligas y normativas que profesionalizan los deportes locales ya existen. Asimismo, la ciudad cuenta con instalaciones donde practicarlos, como Polideportivos o Canchas Municipales, y existen programas de formación para técnicos, profesores o árbitros. Y los medios locales realizan la cobertura de las competencias. Es decir, los requisitos para formalizar un deporte en Mar del Plata se cumplen.
En el mismo sentido, el deporte debe despertar el interés del público. “El atletismo no es muy visto, como si lo es el running. Las carreras en la calle lograron ser atractivas y masivas por su accesibilidad. Hoy tenés maratones organizadas directamente por marcas que hasta llevan influencers. En cambio, son muy pocos los que viven de este deporte porque no es muy visto y menos en nuestro país” explicó el necochense. En Mar del Plata, hay tan sólo tres clubes que enseñan la disciplina.
Por último, un deporte profesional debe presumir del bienestar tanto del deportista como del técnico, con contratos seguros y sueldos dignos. No obstante, en Mar del Plata un profesor posee más de un trabajo para subsistir. Tal como contó el jugador de vóley Tomás Russo, los acuerdos de trabajo suelen ser precarios y no cubren las necesidades básicas del jugador.
*Estudiantes del MediaLab, primer Laboratorio de Redacción para Medios Digitales. Se trata de un sistema experimental que consiste en el trabajo periodístico, de producción propia, que desarrollan alumnos del Taller de Redacción para Medios Digitales, correspondiente a la Tecnicatura de Periodismo Digital que se dicta en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata.