Mar del Plata: Pobreza, indigencia y empleo desde la mirada sindical

En abril se conocieron los índices nacionales de pobreza e indigencia arrojados por el INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) correspondientes al segundo semestre de 2024. Según el informe, se registra una baja en la pobreza de 13,9 puntos porcentuales en los hogares, alcanzando al 38,1% de las personas. En el caso de la indigencia, se observa una baja de 7,2 puntos porcentuales, afectando al 8,2% de personas. Estos índices se construyen en base a los ingresos percibidos por los hogares, a partir de la Canasta Básica Total y la Canasta Básica Alimentaria.

En Mar del Plata, la situación también muestra una baja durante la segunda mitad de 2024, respecto de la media nacional y del mismo período de 2023: la pobreza se ubicó en el 28,9% y la indigencia en el 3,3%. Respecto al mismo período registrado en 2023, los valores eran del 37,7% de la población marplatense en situación de pobreza  y 11,9%  en condiciones de indigencia. A pesar de la merma, la situación se muestra  acuciante para los sectores productivos como el pesquero y el textil, y se agrava con la caída de las ventas a nivel comercial y el impacto de las importaciones. Pese al descenso respecto de años anteriores, Mar del Plata continúa posicionándose como la ciudad con mayor desempleo, con un 8,6%. Desde los sindicatos que siguen de cerca la situación laboral, se insiste en sostener los puestos de trabajo, aunque ya se registran algunos despidos ‘por goteo’.

Mar del Plata: Se ubica nuevamente como la ciudad con mayor desocupación

Desde las centrales obreras se encuentran en estado de alerta por la situación local. Desde Portal Universidad dialogamos con Graciela ‘Gachi’ Ramundo, secretaria general de la CTA Mar y Sierras que analizó la situación local respecto a los desafíos que enfrentan, incluso, los trabajadores registrados:

“A partir de la asunción del gobierno de Milei y la aplicación de políticas tremendas de ajuste en cuanto a la reducción del empleo público, lo que se ve es mucho desempleo, tanto estatal como privado, a nivel nacional y local. En Mar del Plata, que siempre fue uno de los distritos con mayor índice de desocupación, también se vieron muchos privados que cerraron sus negocios. Además, impactó el cierre de organismos nacionales que garantizaban políticas públicas. Y hoy hay un parate muy fuerte en la obra pública, que genera mucho empleo”, señaló.

En cuanto al sector de la construcción, Ramundo afirmó que “Bajó mucho en todos los lugares del país pero en Mar del Plata, no se ha notado tanto porque acá, a nuestro criterio, el intendente ha decidido gestionar el mercado inmobiliario más que la intendencia. Ha dado excepciones en el código de ordenamiento urbano, así como en la construcción de edificios y su cantidad de pisos. Si bien es bueno para la ciudad que haya actividad en la construcción, no se puede construir en cualquier lado y con tantas excepciones. No hay un ordenamiento que tenga que ver con un planeamiento real de la ciudad.’’

Con respecto al segmento de trabajadores, sostuvo que “los trabajadores con empleo registrado son pobres. Esto antes no se veía”. Esto, explicó, se debe a cómo se construye la Canasta Básica Total: “Si bien bajó la inflación en algunos rubros, en otros no, como alimentos y servicios. Eso no se refleja del todo en los estudios del INDEC, porque se toma una canasta de 2004 y no se ponderan los servicios con tanta importancia”.

 Desde la central obrera también remarcaron la preocupación por el acceso a alimentos básicos, sobre todo en sectores vulnerables. “Hay gente que no compra carne, que disminuyó el consumo de leche y productos esenciales para el desarrollo de los chicos”, advirtió. Además, cuestionó la construcción de los índices oficiales: “Se están tomando datos de consumo del año 2004, y hoy los consumos son otros”. En ese sentido, insistió en que estas problemáticas deben analizarse como fenómenos multidimensionales, que no pueden reducirse a una sola variable.

Finalmente, Ramundo reflexionó sobre el contexto donde se profundiza la exclusión y se instala un discurso que responsabiliza al individuo por su situación. En ese sentido, afirmó qué es clave abordar estas problemáticas desde una mirada colectiva. “No se puede reducir la pobreza, la falta de trabajo o las adicciones a una cuestión de voluntad individual. Son fenómenos complejos, que necesitan respuestas integrales”, sostuvo. Para concluir, remarcó la importancia de la unión entre los sectores: “Estamos avanzando en la unidad del movimiento obrero, porque la única forma de enfrentar este modelo de ajuste es organizándonos juntos. Este año las dos CTA marcharon bajo la misma bandera después de 15 años. Y seguimos trabajando para esa unidad, más allá de las dos centrales, con todos los sectores de los trabajadores, con los jubilados, los estudiantes y docentes”.

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