La UNMDP desarrolló la 12° Jornada de recuperación de residuos

El pasado jueves 27 de marzo se desarrolló una nueva recepción de materiales reciclables organizada por el Centro de Desarrollo Económico Territorial (CEDET-FCEyS) y el Programa de Sustentabilidad de la Universidad Nacional de Mar de Plata (UNMDP), en conjunto con múltiples organizaciones locales que se encargarán de administrar y recuperar lo juntado.  Además de lo residuos habituales, se incorporaron nuevas líneas de trabajo solidario, superando ampliamente los resultados de ediciones anteriores.

La UNMDP continúa realizando acciones que fortalecen su vínculo con distintas asociaciones locales y regionales y la ciudadanía. En relación a ello, el vicedecano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FCEyS), Fernando Graña, dialogó con el Sistemas de Medios Públicos y compartió los resultados y reflexiones de una actividad que se consolida cada vez más.

La jornada registró una participación récord y marcó un crecimiento significativo en comparación con encuentros anteriores. “La actividad superó con creces lo que había pasado en diciembre. Si bien bajó un poco la recolección de desechos tecnológicos, eso se debe a que hay otros espacios donde están recogiendo, lo cual está muy bueno. Lo que sí creció mucho fueron otras líneas de trabajo, incluso algunas nuevas que no habíamos explorado”, explicó Graña.

Entre esas nuevas iniciativas, se destacó la recepción de anteojos en desuso para la agrupación Amigos Solidarios por la Salud. “Empezamos a recibir lentes y fue una experiencia impresionante: en un solo día juntamos 322 pares. El 29 de marzo acompañamos a esta asociación al barrio Santa Rita, donde se atendieron 75 pacientes de oftalmología y se entregaron 91 lentes recetados. No todos eran los que habíamos recibido, pero sí forman parte del circuito de donaciones que se va armando con el tiempo”, relató.

Uno de los aspectos más llamativos fue la enorme cantidad de medicamentos vencidos recolectados. “Es un tema del que siempre hablamos por el impacto social y ambiental que genera. Algunos terminaban en el predio de disposición final, con el riesgo de que se consuman o contaminen napas de agua o el mar. Esta vez juntamos aproximadamente 42.000 comprimidos”, señaló Graña.

El proceso de manejo de esos medicamentos también implicó un esfuerzo logístico importante. “Hay que sacarlos uno por uno de los blisters para entregarlos al Colegio de Farmacéuticos, que luego los incinera. Este fin de semana largo todavía estábamos trabajando en eso, porque nos quedaron muchísimos comprimidos de la jornada. También estamos acompañando una campaña que promueve llevar los medicamentos vencidos a las farmacias y no tirarlos”, indicó.

La recepción de medicamentos abrió nuevas preguntas y aprendizajes para el equipo organizador. “Las principales consultas de la gente tienen que ver con la electrónica, pero lo de los medicamentos fue realmente nuevo para nosotros. Ahí encontramos un camino interesante. Como aporte, lo ideal sería que los lleven ya fuera del blister, en una bolsita aparte. Nosotros recibimos ambos porque los paquetes se usan para hacer tablas plásticas y el contenido va por otro circuito. En total fueron 24 bolsones de consorcio.”, explicó.

Uno de los circuitos que más se consolidó en esta edición fue el de las latas de aluminio provenientes de la industria cervecera local. “Estamos articulando con varias cervecerías de Mar del Plata para que las latas falladas durante el proceso de embotellado no terminen en el predio de disposición final. Muchas de ellas ahora las recibe la Cooperadora de Hospitales del Materno, que forma parte de un circuito logístico coordinado con la Cooperativa Verde Esperanza, explicó Graña.

En este sentido, agregó que: “Lo interesante es que ese material, que antes era descartado, hoy vuelve a la comunidad convertido en algo útil. Entonces, el impacto a veces trasciende estas jornadas. Estamos haciendo algunos informes que desglosan a donde van a parar y hoy el Parque Industrial es uno de los puntos, donde una empresa está fundiendo las latas y produciendo piezas para máquinas embasadoras en la ciudad”.

Los datos acumulados de años anteriores dan cuenta de un impacto sostenido en el tiempo. “El año pasado, la Cooperativa Verde Esperanza, que impulsamos desde la facultad y otras instituciones, recuperó 85 toneladas. El 50% fue plástico. Muchos de esos materiales hoy se usan para producir desde piezas para máquinas hasta escobas o tablas de surf. Todo eso gracias a convenios que la Universidad tiene con distintos actores, como una empresa del Parque Industrial o la Asociación Todo para ellos de Necochea”.

Con respecto a lo que viene, la próxima convocatoria ya tiene fecha y será el 28 de agosto, nuevamente en la esquina del Complejo Universitario “Manuel Belgrano”.

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