Se conocieron los datos que arrojó el primer informe sobre las condiciones de vida LGBTI+ en Mar del Plata

Desde la organización Data Género, en articulación con el Área de Género y Sexualidades de la Facultad de Humanidades de la UNMDP, se realizó el primer informe que revela datos sobre las condiciones de vida del colectivo LGBTI+. La información disponible es acerca del acceso a derechos, la situación habitacional, el nivel educativo y de inserción laboral, así como experiencias de discriminación, violencia y discursos de odio.

Esta producción colectiva y situada permite contar con evidencia empírica inédita que contribuye al diseño de políticas públicas inclusivas y con enfoque de derechos. En materia de derechos, los resultados obtenidos en el informe muestran alta percepción de retrocesos, así como aumento de situaciones de violencia y estigmatización. Asimismo, la investigación advierte sobre la falta de acceso a vivienda propia, la precariedad laboral y las desigualdades internas dentro del colectivo.

 

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Un relevamiento necesario

Desde las entidades que llevaron adelante el relevamiento, señalan que el punto de partida fue la ausencia de estadísticas oficiales representativas a nivel local. En ese sentido, el informe se propone como una herramienta para dimensionar las desigualdades que atraviesan a la población LGBTI+, identificar brechas, y orientar políticas públicas específicas. Asimismo, funciona como primer relevamiento de profundidad en la temática, aunque sin ser representativo según indica el mismo informe por la dificultad que presenta el caso en la captación de datos. Uno de los antecedentes de mayor relevancia es el Censo Nacional de Diversidad, realizado en 2023. 

El trabajo de campo se realizó entre diciembre de 2024 y febrero de 2025 mediante una muestra segmentada y la técnica de “bola de nieve”, es decir que las personas encuestadas recomendaron a otras para realizar la encuesta. Finalmente, se relevaron 130 casos en distintos espacios de socialización del colectivo en Mar del Plata, incluyendo actividades recreativas, deportivas y durante la Marcha del Orgullo. Si bien no se trata de una muestra representativa en términos estadísticos, la estrategia de relevamiento fue adecuada para alcanzar poblaciones históricamente invisibilizadas y donde faltan datos oficiales, qué además en contextos de creciente hostilidad, presentan altos niveles de desconfianza hacia investigaciones externas.

Un punto de partida

El equipo de investigación destaca que los datos deben leerse cuidadosamente, al tratarse de una muestra no probabilística y un primer acercamiento de datos empíricos locales. Es por esto que el estudio realiza una advertencia para no generalizar los resultados del informe obtenido al conjunto de la población LGBTI+ de General Pueyrredón. Sin embargo, el valor de esta primera cartografía reside en haber generado evidencia empírica situada, con perspectiva interseccional y compromiso comunitario. Desde Portal  Universidad, dialogamos con Mailén García, Socióloga de la UNMDP y directora de Data Género, a fin de conocer la importancia de la recabación de datos para el colectivo local.

García destacó el rol de Data Género como organización pensada para la producción de datos, con fines orientados a resultados: ‘’Para nosotros era importante porque desde Data Género trabajamos para eso, es una preocupación desde el momento cero: La creación de la organización, y trabajar para producir los datos que no existen y que tienen que ver con brechas y problemas que afectan a las mujeres y a las diversidades.’’

Asimismo, García subrayó el método utilizado para el relevamiento: ‘’En este sentido para nosotras era muy importante avanzar con una metodología abierta, participativa, que articulara con otras organizaciones, con la universidad, pero que también mantuviera un diálogo con la comunidad del LGBTI de otras locaciones para la generación de los datos. Para el equipo fue importante que la encuesta sea en papel, porque nos da más calidad y nos permite trabajar en una escala de una ciudad intermedia como Mar del Plata, generando datos de calidad por un lado, pero también datos que nos van a dar cuenta que de cuestiones que no fueron identificadas, producto del gran desconocimiento que tenemos sobre cómo producir datos de población LGBTI.’’

Finalmente, la Directora de Data Género destacó el hecho de haber podido encuestar de forma presencial para la seguridad, calidad e integración de los datos: ‘’Son momentos de ataque para el colectivo, hay miedo o resistencia a participar en estos eventos e incluso en la web porque la información puede estar deslegitimada. Hacerlo de forma presencial también nos permitió generar un lazo, una confianza y resguardar la seguridad de los datos’’.

En un contexto de escasa producción de datos locales sobre diversidad sexual y de género, este informe representa un insumo fundamental para pensar políticas públicas, diseñar líneas de investigación futuras y, sobre todo, visibilizar la diversidad marplatense desde sus propias voces. 

Participación atravesada por el contexto

Uno de los obstáculos señalados fue la baja participación de algunos sectores del colectivo, como varones cis gays, personas bisexuales y varones trans. También se registró una menor presencia de juventudes, en particular dentro del grupo no binarie, cuya expresión identitaria se manifestó con mayor frecuencia a partir de los 30 años.

*Es importante aclarar que las categorías varón y mujer no incluían solo a las personas cis. No se construyeron como categorías en oposición a “trans” porque se priorizó un criterio de autopercepción por sobre uno estadístico.

El contexto político nacional también incidió en la reticencia de algunas personas a participar. Según el informe, declaraciones del presidente Javier Milei durante el Foro de Davos y otros posicionamientos oficiales generaron un clima de desconfianza, reforzando la sensación de vulnerabilidad y el temor a exponer experiencias personales u otorgar datos propios. Asimismo, el informe expresa que algunas personas manifestaron no estar interesadas en participar tras cuestionar la utilidad que los datos recabados pudiesen tener.

En este sentido, particularmente entre las identidades no heterosexuales se detectó además una percepción crítica hacia ciertas formas de investigación consideradas extractivistas, es decir, que recolectan información sin devolver beneficios concretos a las comunidades. Frente a ese escenario, el informe destaca que tanto el diseño como la implementación del relevamiento fueron realizados por profesionales que también integran la comunidad LGBTI+, lo cual permitió generar condiciones de confianza y cercanía durante el proceso.

De las 130 personas encuestadas, el 95% son de nacionalidad argentina y el 5% restante proviene de otros países latinoamericanos.
De ese porcentaje de personas migrantes, todas ellas cuentan con una situación de residencia regular en nuestro país. Sobre los motivos de migración, les encuestades indicaron mayoritariamente que optaron por buscar ”mejor calidad de vida” y ”mayor libertad para vivir la sexualidad/identidad”. El grupo de profesionales que trazó el informe, explicó que puede deberse a las políticas legisladas en Argentina en materia de acceso a derechos del colectivo LGBTI+.

Caracterización sociodemográfica y hallazgos clave

La distribución por edades muestra una mayor representación del grupo de 30 a 39 años, en parte debido a la red de contactos de les encuestadores y a limitaciones para acceder a personas menores de 20 y mayores de 60 años. La ausencia de instituciones educativas abiertas durante el verano y la falta de organizaciones que trabajen con personas mayores LGBTI+ fueron algunas de las razones que limitaron su inclusión.

En cuanto a la situación habitacional, el 58% de las personas encuestadas vive en casas o PH y el 37% en departamentos, una distribución que se asemeja al patrón general del Partido de General Pueyrredon. En relación a los ambientes, predominan las viviendas de dos y tres ambientes, aunque el 12% habita monoambientes y un pequeño porcentaje en pensiones.

La dimensión afectiva muestra que el 46% se encuentra soltere, el 45% en pareja y el 8% en otra situación, mayoritariamente personas pansexuales. De quienes están en pareja, solo el 22% está casade. En relación a las mapaternidades, solo 12 de las 130 personas encuestadas tienen hijos.

Respecto al nivel educativo, se observa una alta proporción de personas con estudios superiores, aunque esta tendencia se explica en parte por la articulación del estudio con la universidad pública. El 39% alcanzó el secundario completo, el 17% un terciario y el 14% una carrera universitaria. Además, el 15% realizó estudios de posgrado. Estos porcentajes son superiores al promedio general del municipio, según datos censales, lo que subraya la necesidad de analizar en profundidad las trayectorias educativas del colectivo más allá del entorno académico.

Sobre el acceso a la salud, en la muestra estudiada  se presenta que un 56% del total de encuestades declaró tener obra social,
mientras que el 17% accede a una prepaga en forma particular y el 13% indicó que su prestación de salud principal es obra social o prepaga a través del monotributo. Solo un14% del total de encuestades manifestó utilizar únicamente el sistema público de salud. Estos valores resultan más favorables que los promedios provinciales, ya que según datos del Censo 2022 en el partido de General
Pueyrredon más de 170 mil personas no acceden a ningún tipo de cobertura.

Respecto a trabajo e ingresos, el 90% de les encuestades trabajó durante la semana previa al relevamiento, aunque el 48% tiene más de un empleo. El 62% trabaja bajo relación de dependencia, el 18% es monotributista y el 15% se desempeña en la informalidad. Dentro del 10% que no trabaja, la principal causa es la dificultad para conseguir empleo.

Aunque los niveles de empleo son altos, el informe advierte que esto no necesariamente se traduce en condiciones laborales estables ni equitativas. Muchas personas enfrentan empleos precarios, ingresos bajos o condiciones que no respetan su identidad de género. Se señala también el impacto de políticas como Potenciar Trabajo en la terminalidad educativa de personas trans y travestis, aunque persisten barreras estructurales para acceder a niveles superiores.

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