Informe Sociolaboral: recuperación económica tenue, caída del empleo y señales de estancamiento en Mar del Plata

La nueva edición del Informe Sociolaboral del Partido de General Pueyrredon, elaborado por el Grupo Estudios del Trabajo (GrET), perteneciente al Centro de Estudios de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP) expuso el complejo entramado de la evolución económica y laboral en la primera parte del 2025. Mientras algunos indicadores macroeconómicos evidencian una leve recuperación, el mercado de trabajo –tanto a nivel nacional como local– muestra señales de deterioro, acompañadas por un estancamiento en el empleo y un incremento del desaliento en la búsqueda laboral.
En el plano nacional, el Producto Bruto Interno (PBI) trimestral anualizado creció 5,8% en el primer trimestre del año respecto del mismo período de 2024, encadenando dos trimestres de expansión. Sin embargo, esa mejora se compara con un momento de fuerte contracción, ya que a inicios de 2024 la economía se había retraído un 5% tras una brusca devaluación. Así, el nivel actual apenas supera en 0,6% al registrado en 2023.
Sectores como la industria manufacturera y la construcción mostraron subas interanuales del 5,1% y 6,1%, respectivamente, aunque aún no recuperan lo perdido en la crisis previa. Por el lado de los servicios, el comercio creció 7,3% y la intermediación financiera, 27,2%. El consumo privado subió 11,6%, la inversión bruta de capital un 31,8% y el consumo público se redujo 0,8% interanual.
En materia fiscal, el informe advierte sobre una caída real del 1,7% en los ingresos totales del Sector Público Nacional No Financiero durante el primer semestre, mientras que el gasto primario creció 4,6%. El recorte en subsidios económicos (-46,8% interanual) contrasta con el aumento de prestaciones sociales (+11,5%) y transferencias a provincias (+132%), aunque todos los rubros muestran reducciones significativas respecto de 2023.
El frente externo exhibe un marcado deterioro: la cuenta corriente pasó de un superávit de USD 5.701 millones en 2024 a un déficit de USD 5.191 millones en el primer trimestre de este año. Las importaciones crecieron 44% interanual, muy por encima del 8% que aumentaron las exportaciones, generando un saldo comercial negativo.
El mercado cambiario vivió tensiones desde abril, cuando se eliminaron restricciones para la compra de dólares a personas físicas y se abandonó la política de devaluación controlada. Esto derivó en un nuevo ciclo de fuga de capitales –USD 8.767 millones en el semestre– financiado principalmente con endeudamiento externo, incluido un desembolso de USD 12.400 millones del FMI.
En el plano inflacionario, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) mostró una desaceleración, con un 1,6% en junio, pero con fuertes incrementos acumulados en rubros sensibles como alquileres (+168,1% anual) y transporte público (+51,8%). El informe advierte que el retraso cambiario podría comprometer la sustentabilidad del esquema actual.
Con respecto al mercado laboral nacional, la cantidad de trabajadores registrados cayó en 453.262 personas en el primer trimestre de 2025 (-3,4%), el mayor retroceso desde la pandemia. El golpe más fuerte lo sufrió el monotributo social, que perdió 396.604 inscriptos (-61,9%) por un proceso de reempadronamiento con nuevos requisitos. Las modalidades asalariadas –privadas, públicas y de casas particulares– también registraron caídas. Sólo el monotributo común (+1,7%) y los autónomos (+0,3%) mostraron leves incrementos, aunque en ocupaciones con menor protección social y laboral.
El Informe Sociolaboral de la FCEyS indica que habría un desaliento en la búsqueda de empleo
En el sector privado, se perdieron 47.842 puestos (-0,8%), con descensos en diez de las catorce ramas de actividad. Las más afectadas fueron la industria manufacturera (-21.026 empleos), la construcción (-16.097) y el transporte (-9.750). El comercio y la pesca fueron de las pocas que lograron incorporar personal. No así la industria manufacturera que volvió a ser uno de los sectores más castigados. Tras haber recuperado parte del empleo perdido entre 2015 y 2019, la actividad inició un nuevo ciclo de destrucción de puestos a mediados de 2024, acumulando 25.000 bajas al cierre de ese año.
En el plano local, Mar del Plata mostró un aparente estancamiento del mercado laboral. La tasa de actividad fue del 50% en el primer trimestre de 2025, con un empleo del 47% y una desocupación del 6%. Aunque la subocupación cayó a 8,9%, el informe señala un aumento del desaliento en la búsqueda de empleo.
A nivel nacional, la desocupación se ubicó en 7,9%, con 1.136.000 personas afectadas. En Mar del Plata, unas 20.000 personas buscan empleo sin éxito, ubicando al distrito en el puesto 15 del ranking de aglomerados con mayor desempleo. El análisis de la composición ocupacional muestra un aumento del cuentapropismo y del trabajo no registrado. En el total país, la proporción de asalariados bajó de 74,7% a 72,7% en un año, mientras que los trabajadores por cuenta propia pasaron de 21,9% a 23,5%.
El informe concluye que el actual contexto combina un crecimiento económico tenue, concentrado en pocos sectores, con un deterioro del empleo formal y una creciente dependencia del endeudamiento externo. En Mar del Plata, las tasas básicas parecen estables, pero con un trasfondo preocupante: la menor presión en el mercado laboral no se explica por mejoras en el empleo, sino por un retiro de personas desalentadas de la búsqueda activa.