Ciudades al límite: el desafío urbano del cambio climático

La humanidad enfrenta graves desafíos, siendo el constante aumento en la temperatura promedio global uno de los más acuciantes. La continua quema decombustibles fósiles, entre otros factores, está alterando el clima del planeta. Las mayores temperaturas inducen cambios en los patrones de precipitaciones y sequías, aceleran los deshielos de los casquetes polares tanto como de los glaciares en las altas montañas, acidifica los océanos, y vuelve más severos a los huracanes.

Las olas de calor que estamos experimentando afectan con particular severidad a las ciudades, que en su mayoría no están preparadas dada la escasez de espacios verdes, arboledas y refugios, al tiempo que persiste el bloqueo a las alternativas de adaptación. El pavimento en las calles, el cemento en las plazas. Todo atenta al logro de una mejor adaptación. Un estudio reciente del grupo WaterAID, conjuntamente realizado por las universidades de Bristol y Cardiff, analiza los patrones de lluvia y sequía en las pasadas cuatro décadas. Mientras más de la mitad de las ciudades han experimentado mayores precipitaciones, otro grupo
ha evidenciado períodos de crecientes sequías.

Según la comunidad científica, el aumento de la temperatura promedio global inducirá un agravamiento en los patrones descriptos. Esto no implica un patrón uniforme, aunque [el cambio climático] si impone un cambio en la planificación urbana. Ello obliga a repensar el criterio de asignación de partidas al momento de planificar una obra pública, considerando no solo la eficiencia en el gasto sino también la resiliencia de esta ante eventos extremos. El agua que corre bajo un puente deja de ser la misma ante una lluvia, cuando los registros pluviométricos nos muestran que en unas horas caen tantos milímetros como los que antes se precipitaban en un año. Obliga también a modificar el ordenamiento de la ciudad, repensar los espacios verdes, la movilidad urbana y la seguridad ante eventos imprevistos.

De acuerdo con el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el principal desafío radica en la voluntad política. Se requiere de cambios en la forma de hacer política pública, bregar por la implementación de enfoques más integrales que permitan, junto con el desarrollo de nuevas políticas e instrumentos climáticos, actualizar, reorientar las políticas públicas para que sean coherentes con el desafío climático.

Los gobiernos locales deben considerar esta nueva realidad, moldear sus políticas considerando estos desafíos, planificar estratégicamente a largo plazo. Las políticas públicas deberían alinearse con alguna proyección de escenarios climáticos, idealmente con las metas climáticas acordadas en el marco del Acuerdo de París.

Panel Interdisciplinario sobre Cambio Climático UNMDP

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