Día Mundial de la Anticoncepción: la importancia de elegir y acceder a los métodos de cuidado

Cada 26 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Anticoncepción, una fecha instaurada en 2007 por una coalición de organizaciones internacionales con el propósito de difundir información clara y confiable sobre los distintos métodos anticonceptivos y fomentar el derecho de todas las personas a decidir si quieren o no tener hijos, así como el momento y las condiciones en que desean hacerlo. La jornada apunta a visibilizar el acceso desigual que aún persiste en muchos países y a reforzar la importancia de la educación sexual integral como herramienta fundamental para la autonomía y la salud sexual y reproductiva.
Desde el Sistema de Medios Públicos de la UNMDP, dialogamos con Sofía Scagliotti, licenciada en Enfermería por la UNMDP y docente, quien subrayó que los anticonceptivos constituyen un recurso clave para el ejercicio de los derechos humanos. “Poder decidir cuándo, con quién y en qué etapa de tu vida tener hijos es un derecho fundamental de todas las personas que pueden gestar. Por eso es tan importante que todos tengamos acceso al conocimiento de los métodos”, señaló.
Al referirse a los distintos métodos existentes, la licenciada describió una amplia cartilla que incluye alternativas hormonales, intrauterinas, de barrera, químicas y quirúrgicas. Entre ellas mencionó el implante, las pastillas, los dispositivos intrauterinos (con o sin hormonas), el preservativo, los inyectables, el parche, el anillo vaginal, la ligadura tubaria y la vasectomía. “Hay un montón de métodos y la clave es ver cuál es el mejor para cada cuerpo”, explicó.
Si bien el preservativo sigue siendo el más conocido y utilizado, no todos los métodos son accesibles de la misma manera. Según la licenciada, los anticonceptivos que contienen hormonas requieren de una consulta previa con profesionales de la salud, ya que no todos los organismos reaccionan de la misma forma. En este punto destacó la importancia del acompañamiento sanitario para garantizar la elección más adecuada.
“El preservativo es uno de los más usados porque no tiene efectos adversos, es accesible, barato y reversible: se utiliza en el momento de la relación y luego se descarta. Además, no exige una rutina diaria como las pastillas, lo que lo vuelve muy práctico y versátil”, indicó.
Entre el derecho y las dificultades de acceso
Más allá del marco normativo que establece la distribución gratuita de métodos anticonceptivos en el sistema público de salud y en las coberturas privadas, la realidad dista de ese ideal. “Por ley deberían estar todos los métodos disponibles en salud pública, obras sociales y prepagas, pero la realidad es que no. Hoy en día hay pocos anticonceptivos que se entregan de manera gratuita y muchas veces, en lugar de poder elegir el que más convence, hay que cumplir con requisitos que dificultan el acceso”, advirtió Scagliotti.
En ese sentido, remarcó que la posibilidad de elegir debe estar centrada en la persona y no en las imposiciones externas: “Ni tu pareja, ni tus amigas, ni el personal sanitario tienen que elegir por vos. Uno tiene que elegir el método que más se ajuste a su cuerpo, su rutina y sus creencias”.
El preservativo y la salud pública
Uno de los aspectos que más resaltó Scagliotti fue el valor del preservativo no solo como anticonceptivo, sino como herramienta central en la prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS). “Ojalá fuera el más usado, porque además de ser un excelente anticonceptivo es el único método que previene ITS, que hoy están en auge. Mucha gente no se cuida, o se cuida a la mitad. Siempre hay que recordar que el preservativo se usa de principio a fin de la relación, porque te cuida a vos y cuida al otro de rebote. Es una medida de salud pública fundamental que debe ir acompañada de educación sexual integral”, sostuvo.
Respecto a las ITS, mencionó que el uso correcto y constante del preservativo reduce ampliamente el riesgo de contraer VIH, sífilis, clamidia, herpes o hepatitis, entre otras. “Ningún anticonceptivo es 100% efectivo, pero el preservativo disminuye significativamente la posibilidad de transmisión. Además, hay infecciones que no presentan síntomas, y muchas veces convivimos con ellas sin saberlo”, explicó.
En Argentina existen redes provinciales y municipales que ofrecen testeos gratuitos de VIH y sífilis, tanto en centros de atención primaria como en hospitales públicos. También se garantizan los tratamientos correspondientes, aunque algunas infecciones no tengan cura definitiva. “Hay que ocuparse y no preocuparse, hacerse los testeos y seguir el tratamiento que indique el profesional de la salud”, recomendó la licenciada.
La conmemoración del Día Mundial de la Anticoncepción abre el debate sobre la necesidad de ampliar la información y derribar prejuicios en torno a la sexualidad y al uso de métodos anticonceptivos. Para Scagliotti, el acceso a la educación sexual integral es clave para lograr que las personas puedan tomar decisiones libres e informadas. “Lo más importante es que cada persona pueda elegir el método que más le cierre, con acompañamiento profesional y sin imposiciones externas. Con educación sexual y con políticas de salud pública que garanticen el acceso real, no hay excusas para no cuidarse”, concluyó.