Viviendas: aumentaron un 90% en Mar del Plata pero el área urbana sólo un 15%

 

Falta de servicios básicos, poca frecuencia de colectivos y ausencia de comercios esenciales, son algunas de las características en común que tienen los barrios que quedan por fuera del ejido urbano, siendo considerados parte del periurbano de Mar del Plata.

El Código de Ordenamiento Territorial, establece los límites del ejido urbano y contempla a quienes están dentro de él como la urbanización de la ciudad, mientras que muchos barrios que están pegada quedan fuera. En el 2020 se realizó el precenso de viviendas que marcó un crecimiento del 90%, pero a su vez el área urbana sólo aumento un 15%.

Portal Universidad se comunicó con Laura Zulaica, docente en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño (FAUD) y en Humanidades, investigadora independiente del CONICET e investigadora en el Instituto del Hábitat y el Ambiente, para dialogar sobre el ejido urbano y qué sucede con las familias que se quedan fuera.

Desde el Instituto del Hábitat y el Ambiente de la FAUD se realizaron algunos estudios para diferenciar las áreas urbanas y las periurbanas. Zulaica comentó que “hemos estado trabajando en lo que son las áreas periurbanas y es de mucho interés trabajar en estas interfaces entre lo urbano y lo rural”.

La especialista explicó que una de las formas que tienen para diferenciar estas áreas es: “Un aspecto central como la dotación de servicios, de infraestructura y de servicios urbanos. Creemos que hay dos que son fundamentales que tienen que ver con el agua de red y las cloacas, en cualquier área urbana debieran estar presentes y sobre todo en una zona como el partido en General Pueyrredon que tiene una cobertura bastante amplia”.

El área periurbana, “es un ecotono entre lo urbano y lo rural que tiene diferentes características. Tenemos áreas periurbanas que cuentan con uno de los dos servicios, áreas que no tienen ninguno, áreas periurbanas que se encuentran en crecimiento fuerte especialmente la última década, otras que conviven con actividades industriales, con actividades agrícolas, hortícolas o mineras. En ese periurbano tenemos un montón de actividades, que muchas veces son como el patio de atrás de la ciudad”, destacó la docente.

Por lo tanto, los barrios que no forman parte del ejido urbano no pueden acceder a la mayoría de servicios, “claramente la extensión de los servicios va a beneficiar la calidad de vida de estas áreas”.

“A la luz de los procesos de urbanización actuales y sobre todo los que tienen lugar en las ciudades intermedias, que son bastante más intensos, es importante poder definir algunas estrategias de ordenamiento y planificación de estos crecimientos justamente para evitar estas problemáticas”, consideró.

De esta forma, la ciudad se expande y “después es difícil dotarlas de servicio y nos vamos a encontrar con un montón de problemáticas. A veces definir esos crecimientos hacia hacia dónde dirigirlas ayuda a ordenar a definir mejores estrategias y evitar problemáticas ambientales y sociales”.

Una ciudad en constante crecimiento

Zulaica destacó que “hay un proceso de crecimiento intenso, particularmente en Mar del Plata. Hay datos concretos que nos dicen que en el periodo 2001-2010 el sur creció muchísimo, los barrios que van desde Acantilados, Playa Serena, San Jacinto, etc”.

En el caso del periodo desde 2010 hasta 2020, “tenemos un precenso de viviendas en 2020 que nos ayuda a ver cuántas viviendas hubo en ese año. Cuando analizamos el partido General Pueyrredon podemos ver por ejemplo que el sector Ruta 11 hacia el norte, creció en estos últimos 10 años un 90,8% , casi el el doble de las viviendas que estaban en ese momento”. 

“Otro sector que creció muchísimo, es el Corredor Sur, la zona que va a Miramar sobre Ruta 11, esa también creció enormemente más o menos un 89%. El camino viejo a Miramar también creció casi un 81%”, afirmó.

Aunque estos datos demuestran un gran crecimiento de viviendas, “el área urbana creció un 15,5%, es muy poquito lo que crece el área urbana y sí es mucho lo que crece en áreas periurbanas o de interfaz urbano rural”.

La investigadora señaló que “no solamente crece la cantidad de población y de viviendas, sino que aumenta la mancha urbana, la superficie construida. Esto hace que cada vez sea más difícil dotar estas áreas de infraestructura y servicios, porque tenés menos viviendas y menos población por unidad de superficie”. A lo que agregó que “por ejemplo en todo lo que es la zona norte, la cantidad de viviendas creció casi el 91%, pero el área la superficie construida creció un 170% es decir, creció mucho pero además se expandió muchísimo”.

Por último, Zulaica precisó: “Es importante planificar, trabajar en el ordenamiento de la ciudad. Todos sabemos que la modificación de los códigos de ordenamiento es importante en un contexto que es dinámico, y que ese proceso de transformación normativa necesariamente debe acompañarse con procesos de participación, no solamente relacionado a las áreas de gestión sino también institucionales y la comunidad en general”.

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