Átopos: trazos para un abordaje de la lectura y escritura en la Universidad

Átopos, es una producción colectiva que propone revisar las formas en que se enseña, se aprende y se habita la universidad. Participaron Estela Edith Benítez, Lara Berón, Micaela Charlo Lizaso, Emma García Cein, Gabriela Elizabet Guerra, Jimena Milla, Gonzalo Peruzzaro y Lucía Salomón.
El libro surge de una inquietud compartida: cómo acompañar las trayectorias estudiantiles desde una práctica docente más consciente, humana y reflexiva. Desde esa búsqueda, las y los autores se detienen a pensar qué sucede con la lectura y la escritura en el ámbito universitario, no solo desde la perspectiva del estudiante, sino también desde la experiencia de quienes enseñan.
El nombre del libro tiene un significado simbólico: “La palabra Átopos remite a algo que está fuera del lugar, que está corrido, en un espacio no central o periférico, desplazado, que no encuentra un lugar fijo y estabilizado, explica Santiago Maisonnave, coautor y coordinador del libro. “Poner en primer plano ese corrimiento da cuenta del proceso que transitamos y de la necesidad de construir un territorio nuevo, de abrir el territorio, de no quedarnos restringidos al pequeño espacio desde el cual tradicionalmente se ha pensado la enseñanza de la lectura y la escritura”.
“En ese gesto de encontrarnos perdidos y perdidas apareció también la novedad: no la novedad del mercado o de lo original, sino la novedad de poder escucharnos, formular de un modo distinto qué nos pasa con la lectura y la escritura en la universidad” afirmó Maisonnave. Para los autores, este enfoque implica aceptar el no saber y habilitar la vulnerabilidad: “Mucho del problema que venimos enunciando surge del temor a aceptar nuestra propia incertidumbre frente a la enseñanza de estas competencias”, señala Lucía Salomón.
La reflexión se amplía hacia la necesidad de repensar los roles dentro del aula, habilitando nuevas formas de encuentro y escucha. “Es fundamental volver a lo humano, a lo que sentimos y pensamos al enseñar”,agrega.
En esa línea, Gabriela Guerra, coautora y Secretaria Académica de la Facultad de Ciencias de la Salud y Trabajo Social, subraya la importancia de reconocer que la docencia universitaria no siempre parte de una formación pedagógica. “Eso no significa que la pedagogía sea la salvación, pero sí que puede ayudarnos a hacernos preguntas sobre cómo enseñamos. Venimos de la disciplina, creemos que el contenido teórico es lo más importante, pero enseñar también implica interrogar nuestras propias prácticas”.
Para Gonzalo Peruzzaro, Átopos también es una invitación a humanizar la tarea docente universitaria: “Durante mucho tiempo se construyó una imagen del docente erudito, que todo lo sabe. Y eso nos protege, pero también deshumaniza una tarea que es profundamente humana. El libro invita a salir de ese traje, a asumir la fragilidad y el error como parte del proceso pedagógico”.
Finalmente, las y los autores coinciden en que Átopos no ofrece fórmulas ni recetas, sino un llamado al intercambio y la reflexión colectiva. “Nos hizo volver a leer, a escribir, a preguntarnos, a juntarnos. Porque este no puede ser un problema aislado que cada docente carga en soledad. Hay que juntarse a hablar de esto”.