Detectan glifosato en el agua de escuelas de Mar del Plata
El Grupo Aguas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Mar del Plata detectó glifosato en el agua de dos edificios donde funcionan cuatro escuelas. Se trata de la EEP 8 ubicada en el kilómetro 16 de la ruta 226 (El Coyunco) y de la EES 50, EES 46 y el Jardín 918 cuyo establecimiento está en el barrio Gloria de la Peregrina.
En ese edificio también hallaron nitrato -otro compuesto asociado a los agroquímicos- al igual que en la escuela 51 del Paraje San Francisco. “Hay un riesgo para la salud de la población”, observó el grupo en el informe donde dio a conocer los resultados. Las aguas “no pueden considerarse aptas para consumo y es urgente que se tomen las medidas necesarias para asegurar la provisión de agua potable”, indicó.
Aguas es un grupo de extensión interdisciplinario que trabaja desde el año 2008 con el eje puesto en los barrios periféricos y rurales de la ciudad que no poseen acceso a la red de agua y cloacas.
Ésta investigación nació a partir de la preocupación de los vecinos de los barrios de la zona de Sierra de los Padres, donde se practica tanto cultivo intensivo como extensivo. Región Mar del Plata dialogó con los doctores en Química Leonardo Lupi y César Pegoraro y con la doctora en Biología, Mariana González.
Los investigadores tomaron muestras de agua subterránea de doce pozos de domicilios particulares y de siete perforaciones que corresponden a once escuelas de la zona. En cada uno midieron la presencia de nitrato y glifosato. También calcularon la posibilidad de que haya atrazina y clorpirífos, otros dos agroquímicos. Pero la pandemia le puso una pausa al trabajo y todavía no cuentan con esos resultados.
Leonardo Lupi aclaró que el equipo con el que cuentan les permite medir a partir de la concentración de una determinada cantidad de agroquímicos. Por debajo de ese nivel no los detectan. Entonces tampoco se puede asegurar que no están.
El grupo también tomó muestras del agua superficial en la Laguna y el Arroyo de los Padres y detectó la presencia de glifosato en el 88,9% de ellas y en el 11,1% de AMPA; su metabolito.
Los números
Los resultados demostraron que en la EEP 51 del Paraje San Francisco hay 89 miligramos por litro de nitrato mientras que en la EES 50, la EEP 46 y el Jardín 918 hay 174 miligramos por litro. Son valores que exceden lo recomendado por el Código Alimentario Argentino (45 miligramos por litro).
Las muestras del pozo de la EEP N 8 revelaron 22,3 microgramos de glifosato por litro y en la EES 50, EEP 46 y el Jardín 918 detectaron 14,1. Las leyes nacionales toleran hasta 300 microgramos. Sin embargo, los estándares de la Unión Europea, la región que más limita el uso de agroquímicos solo tolera 0,1 microgramos por litro de agua.
“Que lo detectes una vez no quiere decir que vaya a estar ahí siempre. Lo ideal sería poder hacer un muestreo sostenido en el tiempo, ver cuál es la presencia y en qué concentraciones”, precisó.
La situación es grave
Mariana González, se refirió a cómo viajan los contaminantes. “Las aguas subterráneas son un compartimiento ambiental que no está directamente expuesto al agroquímico. Hay un proceso de transporte que hace que el agroquímico llegue ahí. Detectarlo es grave porque tuvo que pasar por un montón de obstáculos”.
“Todo lo que uno encuentra en el agua subterránea, sea a la profundidad que sea, es porque está llegando por procesos de transporte desde la superficie”, aseguró la científica.
“Llegando a las napas”
“Apuntamos al glifosato porque es el que más se usa a nivel intensivo”, dijo González y agregó que “puede llegar al agua subterránea y es un indicativo de que el sistema productivo instalado en la región está afectando al agua subterránea: a las napas”.
En 2018, investigadores de la Universidad Nacional de La Plata aseguraron que Argentina lideraba el ránking mundial de uso de glifosato. Y precisaron que en la última década habían entrado al país más de 1000 millones de litros de glifosato. Es decir, diez litros de plaguicida por habitante por año.
Informes de Universidades Nacionales y europeas, profesionales independientes de distintos países e, incluso, de laboratorios del CONICET demostraron que la exposición al glifosato produce cáncer, malformaciones, aborto espontáneo, Parkinson, muerte de células placentarias, afecciones al ADN e interferencia en la digestión.
La omnipresencia de los agroquímicos
Lupi hizo un diagnóstico de la situación. “Estamos contaminando nuestro ambiente, es un riesgo, afecta la salud. Ahora la detectamos en aguas subterráneas pero también está en aguas de lluvia, en el aire. Estamos produciendo alimentos que también lo tienen. En algún momento vamos a empezar a tomarlos”.
En tanto, González señaló que la situación se repite en distintas partes del país. “En ésta zona, en La Plata, en la zona del litoral. En todos los lugares donde tenés alta producción agrícola, deriva hacia los campos aledaños y los suelos aledaños”.
“No es necesaria más evidencia. Ya sabemos que los plaguicidas están en todos lados. Se han hecho análisis en orina de personas, en sangre. ¿Qué más estamos esperando para decir cambiemos la forma en se está produciendo? Las buenas practicas no funcionan, hay otra forma de producir, de trabajar y de generar alimentos que, además, son de mejor calidad”, afirmó.
Al ser consultada sobre qué más debería estudiarse a partir de los resultados que obtuvieron, González fue clara “Son decisiones políticas para las que no se necesitan más evidencia. No podemos seguir entrando en el juego de que se necesita más, más, más y más investigación, si ya sabemos”.
Ya sabemos, hay agroquímicos hasta en el agua subterránea.
Fuente: regionmardelplata.com