Secretaría de Vinculación y Transferencia Tecnológica UNMDP: la innovación al servicio de la comunidad

La Secretaría de Vinculación y Transferencia Tecnológica tiene como misión promover el vínculo continuo entre grupos de investigación de las diferentes unidades académicas e institutos de la Universidad Nacional de Mar del Plata, el Estado y Empresas, a través de una activa participación en emprendimientos de base tecnológica, y la articulación con el medio socio-productivo.

Para conocer más sobre su rol e importancia dentro del sistema universitario, desde Portal Universidad dialogamos con el ingeniero Guillermo Lombera, secretario de Vinculación y Transferencia Tecnológica, quien brindó un repaso detallado de los diversos programas impulsados por el área que lidera desde hace casi 30 años.

Inicialmente, Lombera se refirió al nacimiento del espacio y su principal objetivo: “La Secretaría de Vinculación y Transferencia Tecnológica comenzó a trabajar como tal en la Universidad Nacional de Mar del Plata en 1995, siempre con el fin de articular el conocimiento producido en el sistema universitario con las demandas sociales y productivas. Tenemos a cargo distintas áreas y programas que buscan principalmente generar un conocimiento que trascienda al medio social e impacte en empleo y crecimiento”.

“El aporte que brindamos al sector social y productivo se da a través de proyectos concretos que den respuestas a demandas. Articulamos o incidimos en investigación aplicada, o sea, en generar un conocimiento nuevo que agregue un valor cognitivo a algo, y no un mero servicio. Además, buscamos que ese conocimiento mejore la sociedad e incluso origine empresas de base tecnológica, que es hacia donde apuntamos y creemos que se dirige el crecimiento”, agregó el secretario. 

Algunos Programas especiales que dependen del área son los Centros de Apoyo a la Transferencia de Tecnologías (CATTEC), la Incubadora de Empresas, el Programa de Innovación y Producción Popular (PIPP), los Proyectos de Desarrollo Tecnológico y Social (PDTS) y las Áreas de Gestión de Financiamiento y de Vigilancia Tecnológica. 

Los Centros de Apoyo a la Transferencia de Tecnologías (CATTEC)

Los CATTEC conforman una de las áreas más importantes de la Secretaría, ya que tienen como objetivo lograr que el conocimiento que se genera dentro de la UNMDP pueda estar dispuesto y resolver los problemas que van surgiendo en la sociedad. “Si bien somos una Universidad con una gama disciplinaria importante, tenemos que centrarnos en los sectores más importantes de nuestra región. Por eso, los Centros tienen una incidencia territorial definida. Existe uno que articula con el sector portuario, hay otro que lo hace fundamentalmente con el Parque Industrial, un tercero con todo el sector textil, y un último que trabaja con toda la parte frutihortícola”, detalló Lombera.

Estas áreas tienen pleno conocimiento de las empresas regionales, las visitan y trabajan permanentemente con ellas para solucionar sus demandas y problemáticas. “Las necesidades son diversas, desde formación, desarrollos tecnológicos específicos o ayuda en proyectos para búsquedas de financiamiento. De alguna manera, tenemos que tener personal adecuado para poder traducir e interpretarlas correctamente, y poderlas explicar al grupo y al docente investigador para llevarlas adelante. Este es un trabajo que la Universidad viene haciendo hace muchos años y que va creciendo en cuanto al nivel de los proyectos que se van articulando”, manifestó el secretario.

En cuanto a la conformación de nuevos Centros que respondan a necesidades emergentes, Lombera aclaró que los mismos son dinámicos: “A partir de un financiamiento que provino del Programa Prócer del por entonces Ministerio de Economía, se realizó la construcción de una plataforma tecnológica de acceso libre en la que se plasma toda la oferta de la Universidad. Así, la sociedad puede observar las áreas en las cuales estamos ofreciendo nuestros servicios. Esto lo han desarrollado profesionales informáticos de la UNMDP y actualmente se encuentra en una etapa de prueba. Se trata de una herramienta interesante que ha gustado en muchos de los lugares donde la hemos publicitado”.

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La incubadora de empresas

Otro pilar clave de la Secretaría es su rol para fomentar y propiciar la cultura emprendedora. “Nosotros apuntamos a empresas de base tecnológica, fundamentalmente a aquellas que surjan de los mismos grupos de investigación”, dijo Lombera. 

“Esto tiene toda una metodología. Primero, realizamos una convocatoria de proyectos, que pretende relevar que el emprendimiento esté en una etapa prototipo y no se trate simplemente de una idea. En función de ello, existe un proceso de pre incubación en el cual se ayuda a armar el plan de negocios y a brindarle todo el asesoramiento y la asistencia a los interesados”, agregó.

Llegar a conformar una empresa implica una serie de cuestiones que van más allá del concepto inicial de investigación, como lo son el marketing, la marca, asuntos económicos y hasta legales: “La incubadora es la que te ayuda a hacer todo eso, y además te permite estar en un ámbito entre emprendedores, con lo cual compartís espacios, charlas, tenés mentores y además una marca. Ser un emprendedor seleccionado por la Incubadora de la UNMDP te brinda prestigio”, destacó el secretario. 

“Por último está el proceso en el cual se firma el contrato, ya que la idea es que cuando se egrese de esa incubadora pueda retribuirse parte de ese dinero que se ha generado como empresa, para así iniciar un nuevo proceso”, agregó.

Actualmente, la UNMDP se encuentra dentro del programa nacional Incubar y por eso se han presentado emprendedores que no son de Mar del Plata, aunque en esta edición se decidió reforzar el arraigo local. “Lo que hicimos en esta última convocatoria es que del grupo de emprendedor sea necesaria la presencia de al menos un miembro de la comunidad universitaria marplatense, es decir de nuestra Universidad”, manifestó.

Proyectos de Desarrollo Tecnológico y Social (PDTS) 

Los PDTS respetan la forma de los Proyectos de Investigación y Desarrollo, pero incorporan un avance en la generación de conocimientos en el contexto de una aplicación, particularmente en la identificación de los problemas a abordar y en la participación de los beneficiarios de los proyectos.

“En la actividad científica es muy difícil definir indicadores claros de evaluación. Por esta razón, el Ministerio decidió crear una comisión con todos los organismos de Ciencia y Técnica del país para poder definir y evaluar este tipo de actividades. Después de muchos encuentros se resolvió que los PDTS sean el parámetro de evaluación de algunas actividades de Transferencia y Vinculación Tecnológica”, relató Lombera. 

Son cuatro los criterios específicos de un proyecto PDTS: el de novedad, de relevancia, de pertinencia y de demanda. El primero hace referencia al aporte de nuevos conocimientos sobre fenómenos y de soluciones tecnológicas y que, de esta manera, la originalidad o la novedad cognitiva es un rasgo central de la actividad de la ciencia y la tecnología. 

El criterio de relevancia es un concepto estrictamente político – en sentido amplio – que califica a un proyecto de investigación y desarrollo en función de los objetivos o fines a los que tiende y de los objetos a los cuales se aplica. La relevancia puede referir a la adecuación de los objetivos del proyecto a políticas públicas u objetivos estratégicos como así también vincularse a objetivos de política de sectores de la sociedad civil o a valores más o menos generalizados en la sociedad.

La pertinencia considera la estrategia del PDTS en términos de su capacidad para resolver el problema identificado y la adecuación de los resultados esperados al uso concreto en el contexto local de aplicación. 

Con respecto a la demanda, una condición clave de los PDTS es la atención a una necesidad, problema o propósito claramente identificable en el entorno social, económico productivo, político, cultural, ambiental, que es pasible de ser descrito cualitativa o cuantitativamente. La existencia de un agente demandante, de un agente adoptante y de un agente financiador que manifiestan explícitamente interés en los resultados posibles del proyecto, aunque ello no implique compromiso en su adopción, constituye la prueba de que los resultados del proyecto preocupan a la sociedad y no solamente a la comunidad de investigación. 

El PDTS no es un financiamiento, es una condición o una característica que se le da a un proyecto. Se trata de una cuestión de valorización y de tipificación de la actividad. Esto es lo que a mí me da el reconocimiento en el entorno de la Transferencia y Vinculación. Muchos de los proyectos que tenemos están en el banco de PDTS de la Universidad, y recientemente hemos hecho una convocatoria en la que se presentaron 20 proyectos”, ilustró el secretario.

Además, agregó que: “Esta es una base interesante para visibilizar los problemas que está abordando y tratando de resolver la Universidad. Son cuestiones concretas, porque cada PDTS que se presentó en las distintas áreas – Arquitectura, Ingeniería, Exactas, Medicina – parte de una demanda concreta de una entidad o sector”.

Proyectos de Innovación Social 

Lombera también se refirió a los llamados Proyectos de Innovación Social: “Hemos trabajado con toda una serie de ellos, que surgen y dan respuesta a una determinada problemática de un barrio. Aquí trabajamos en conjunto con las áreas de Extensión, pero como en este caso la idea es poder encontrar un emprendimiento que actúe en la cuestión, se los está incorporando a la incubadora. En realidad el objetivo es el mismo, pero lógicamente el abordaje es diferente ya que son distintos los actores que participan”. 

Área de Vigilancia Tecnológica

En la vorágine del siglo XXI, los cambios tecnológicos se han vuelto vertiginosos, razón por la cual la existencia de un área dedicada al análisis de los mismos resulta indispensable. Al respecto, Lombera afirmó: “Las generaciones evolucionan, y los saltos tecnológicos y cambios sociales que ello implica son abismales. En este sentido, existe una curva S de la tecnología, en la que se analiza el período que va desde una innovación radical que tiene un auge de crecimiento hasta el momento en que ella se vuelve obsoleta. Generalmente, esto ocurre porque en el mismo sector ha surgido una nueva tecnología”. 

“Estos tiempos son cada vez más cortos. Es decir que en una empresa u organización, cuando se trabaja en operaciones de innovación, esta gestión implica determinados tips, y uno de ellos es el de vigilar. Es decir, hay que estar al tanto de la tecnología que está en evolución, sino quedás atrás. En ese sentido, contamos con un  área específica que se encuentra permanentemente haciendo vigilancia, conformando estrategias, formas de capacitar, entre otras”, concluyó.

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