Arancelamiento para extranjeros en las universidades públicas: una propuesta que va en contra de la Constitución Nacional
Luego de los dichos por el secretario de Educación, Carlos Torrendell, que señaló como “razonable” el arancelamiento para extranjeros en las universidades públicas de todo el país, desde los distintos espacios vinculados a las casas de estudio superior salieron a explicar lo que implicaría tomar esta decisión. Entre ellos, el Secretario Académico de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP), Daniel Reynoso, dialogó con Portal Universidad sobre este tema y dio detalles al respecto.
Actualmente, en el país hay 122.769 estudiantes extranjeros universitarios, el 4.3% de la matrícula total. En la UNMDP ese porcentaje desciende al 1,4%. “Dentro de nuestra universidad estamos hablando de una población que supera los 65.000 estudiantes y no tenemos mil estudiantes extranjeros, las cifras están entre los entre 700 y 800 en su totalidad, que los tenemos, en algún caso, concentrados en algunas áreas como puede ser medicina“, comentó Reynoso.
Siguiendo con los datos duros, si se hiciera un análisis de costo, la pregunta sería cuánto más cuesta tener esos estudiantes en un curso. “En esa cuenta, el resultado sería ínfimo. Acá nadie le está pagando un extranjero, porque la universidad se sustenta sobre los impuestos de todos los contribuyentes. Cuando un estudiante extranjero alquila una casa, compra en el supermercado, se traslada dentro de nuestro país está pagando los impuestos y está contribuyendo al sostenimiento de la misma universidad que está utilizando“.
Alumnos “inventados” en las universidades públicas: ¿provocación o desconocimiento?
Al mismo tiempo, Reynoso agregó que: “Esto está establecido por la Constitución Nacional que plantea la igualdad de derechos para todos los ciudadanos. Y digo todos los ciudadanos, porque cualquier persona que ingresa a nuestro país desde el extranjero y quiere cursar, tiene que obtener residencia y ciudadanía. Entonces cuando se dice que a los que no tienen residencia y ciudadanía les vamos a cobrar, estamos hablando otra vez de una falacia”.
Es decir que, para que esto tome curso, el Gobierno debería enviar al Congreso una propuesta para que se cambien la Ley 24.521 de Educación Superior y la Ley 25.871 de Migraciones, por lo menos. “El valor de esto es lo simbólico porque no todo se vende, no todo se compra. Esto representaría que el acceso a la educación tiene precio y es en lo que nos fijamos. Por eso decimos ni en el pregrado ni en el grado arancel y en el posgrado en tanto y en cuanto digamos sea para una profesión de la cual la persona va a obtener un beneficio económico adicional, que puede ser un especialista en tributación, legal o en Higiene y Seguridad“
El valor de los estudiantes extranjeros en las universidades públicas
Hay otro aspecto a tener en cuenta y es el rol que cumplen las universidades en la generación de conocimiento y el aporte que le da la participación de estudiantes de todo el mundo en ello. “Tenemos estudiantes provenientes de Brasil, Ecuador de toda América Latina e incluso norteamericanos, europeos, chinos trabajando con ingeniería de los cuales nadie habla tanto. Son áreas de conocimiento que se desarrollan en conjunto, vinculaciones comerciales y sociales que nos mejoran en saber cómo otros pudieron resolver un problema que nosotros tal vez no tenemos en este momento la solución. Las universidades a nivel mundial se manejan en los rankings, eso que tanto les gusta ver, por el intercambio de estudiantes extranjeros que tienen en grado y posgrado”, agregó.
Además, a la distancia, esto se logra ver con mayor claridad. “Me tocó estar en un congreso en Antioquia, en Perú, y cuando recorría la ciudad y se me acercaban personas de clase media y alta para preguntarme si era cierto que en Argentina la educación era gratuita. Entonces esto es lo que nosotros tenemos que valorar, lo patrimonial y plantear cómo cuidarlo, porque cuando esto se pierde después no se recupera y queda excluido un sector de la población muy importante“, destacó.
¿Cuánto cuesta la educación pública?
Actualmente, la Universidad Nacional de Mar del Plata emite títulos de posgrado para extranjeros con pasaporte que abonan por sus maestrías y doctorados al igual que las demás universidades del país. “Los costos no los fija ni el rector ni el decano ni el docente sino que lo fijan los Consejos Académicos (seis docentes, dos graduados y cuatro estudiantes) o el Consejo Superior con una representación todavía mucho mayor. Se sabe, porque está publicado en el Boletín Oficial de nuestra universidad, cuánto se abona por una inscripción y por cada curso en un posgrado. Eso es lo que se establece de acuerdo a lo que nosotros valoramos que es un costo”.
“El valor de esto es lo simbólico porque no todo se vende, no todo se compra”
Ahora bien, no todas las especializaciones pueden ser convertidas en un número sino que existe una valoración sobre el impacto que puede tener un profesional en determina área para el desarrollo de toda la sociedad. “Cuánto vamos a cobrar por un doctorado en física o en química que no son masivos y es imposible sustentarlos en base a cobrarle los estudiantes, pero que son estratégicos porque cuando hablamos de dispositivo como la robótica mezclada con un quirófano hoy no es extraño encontrar en ese lugar un doctor en física así como tampoco es extraño encontrar un doctor en química dentro de un laboratorio. Entonces es el Estado el que tiene que dar obviamente la cobertura para poder generar esas áreas de conocimiento. Sin ir más lejos, en nuestra ciudad no hay ningún privado que pagaría una carrera de un doctor en Física porque hay que ver cuál tienen la capacidad y el interés por hacerlo”, argumentó Reynoso.
En esa línea, la historia argentina ha demostrado que educación no es gasto, sino inversión. “Si partimos de eso todo lo que se invierte y lo que se pone dentro del sistema educativo redunda después en un logro mucho más significativo. Esto lo vemos en profesiones en las cuales interviene la universidad y se mejora, porque hay una tecnicatura, una profesión en la cual interviene, se profesionaliza y mejora el área en el cual se está trabajando. Porque interviene el conocimiento, la práctica, porque hay una estandarización de calidad con respecto, a cómo se hace eso. Lo que ponemos en Ciencia y Técnica y en el sistema educativo es ínfimo con respecto a lo que se gasta en otras áreas que ni siquiera están cuestionadas“, concluyó.