Marplatenses en las profundidades: Investigadores revelan los secretos del cañón submarino argentino

Este jueves 14 de agosto se realizó una conferencia de prensa con transmisión en vivo, que tuvo como protagonistas a los cuatro investigadores marplatenses que participaron de la expedición Talud Continental IV. Ezequiel Mabragaña, Florencia Matusevich, Nahuel Farías y Emiliano Ocampo estuvieron a bordo del buque en representación del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC), perteneciente al CONICET y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Mar del Plata. A ellos se sumó Martín Veccia, integrante del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), también con sede en la ciudad.

La expedición Talud Continental IV marcó un hito para la investigación marina argentina. A bordo del buque Falkor (too), 28 científicos y dos observadores recorrieron el cañón submarino más grande del país, ubicado frente a la costa bonaerense, con el objetivo de relevar su biodiversidad y comprender mejor el funcionamiento del ecosistema.

La misión combinó tecnología de punta —vehículos operados remotamente (ROV), sistemas de batimetría de alta resolución, muestreos físico-químicos y cámaras submarinas— para obtener datos inéditos. El trabajo en mar abierto fue seguido en tiempo real por miles de personas a través de un streaming interactivo. Durante la conferencia de prensa, los investigadores repasaron los principales hallazgos y reflexionaron sobre el impacto de la expedición.

 

Para Emiliano Ocampo, biólogo especialista en decápodos del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC), la campaña dejó hallazgos tan inesperados como emocionantes. “Encontramos unos camarones muy raros que todavía no sabemos bien qué son. Parece una cosita chiquitita, pero para nosotros fue increíble pensar que podían haber estado ahí durante tanto tiempo sin que se conozca”.

Ocampo también quedó impactado por la presencia de extensos jardines de corales en aguas profundas: “No sabía que estaban esos corales tan coloridos y tan grandes, estructurando el medioambiente. Para mí, a más de mil metros no existía y fue una sorpresa gigante”.

Biodiversidad y ecosistema: una mirada integral

Nahuel Farías, especialista en crustáceos, subrayó la importancia de estudiar la biodiversidad en conjunto con el funcionamiento del ecosistema: “Para poder explicar esa biodiversidad tenemos que entender cómo funciona el ecosistema completo”.

La elección del área de trabajo respondió a una decisión tomada hace más de una década, cuando se detectó que el cañón tenía un relieve y una diversidad únicos. En esta campaña, gracias a la batimetría de altísima resolución, fue posible planificar con precisión cada inmersión: “Podemos mapear el cañón en 3D con un rango de 5 o 6 metros de resolución”.

Para Ezequiel Mabragaña, especialista en peces y especies cartilaginosas, el valor de la expedición no se mide solo en datos: “Hay información para trabajar durante mucho tiempo, pero también tiene un impacto educativo enorme. Conocer el ambiente marino es clave para respetarlo y usar sus recursos de manera adecuada”. El investigador remarcó que el streaming generó un interés inesperado: “Creo que esto va a tener una repercusión muy importante. Ya nos han preguntado mucho y seguramente el año que viene lleguen estudiantes queriendo saber más”.

Mujeres en la investigación marina

Florencia Matusevich, licenciada en Ciencias Biológicas, vivió su primera experiencia a bordo de un buque científico y no dudó en describirla como inolvidable. “Fue la primera vez que me había subido a un barco y fue un barco excepcional, muy grande y con muchísimas instalaciones y comodidades. Fue una experiencia increíble y la gente con la que me tocó compartirlo… no tengo palabras para explicar la calidad profesional y humana que había ahí adentro” expresó.

Junto con su director, tuvo a su cargo el estudio de los peces en la campaña. “Fuimos representando toda la parte ictiológica, eso quiere decir todos los peces, tanto los óseos como los cartilaginosos, las rayas. Estábamos muy enfocados en esa parte, pero aportando en todo lo que se podía” sostuvo.

En la conferencia, también reflexionó sobre la importancia de visibilizar la participación femenina en la ciencia: “Las mujeres siempre estuvimos en la ciencia. A veces nos dejaban de lado o se tapaba más el rol, pero ahora podemos tomar más voz y protagonismo y decir: ‘Acá estamos’. En la carrera de Biología somos más mujeres que hombres estudiando y con los años espero que seamos más”.

Más allá de la rigurosidad del trabajo, los investigadores coincidieron en que la expedición dejó huellas personales. Ocampo recordó la calidez del equipo y la repercusión social: “Mucha gente nos acompañó, desde maestras que mostraban el trabajo en las aulas hasta mensajes de cariño. Los últimos días estábamos todos muy sensibles”. Farías agregó que la respuesta del público fue un incentivo para pensar en nuevas formas de comunicación: “Ver que la gente responde con interés nos hace pensar cómo seguir transmitiendo esto de esta manera”.

La campaña Talud Continental IV no solo expandió el conocimiento científico sobre las profundidades del Atlántico Sur, sino que también reforzó la conexión entre la ciencia y la sociedad, recordando que la exploración del océano es una tarea que, aunque silenciosa y compleja, despierta pasiones en tierra firme.

También puede gustarle...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *