Las inundaciones en Concordia, un drama que se repite cada año: “Es una situación que está naturalizada”
En todo el país se están reportando fenómenos climáticos por temperaturas extremas o eventos meteorológicos, como fue el caso de la inédita caída nieve en la Patagonia previa a la temporada. Ahora, le tocó a Concordia, la segunda ciudad más poblada de la provincia de Entre Ríos: hay 167 familias evacuadas, lo que representa casi 600 personas, por la crecida del Río Uruguay. Esta inundación se da muy cerca de la anterior, que se produjo a fin de año y de la cual los vecinos de la ciudad recién empezaban a recuperarse. El nivel del agua ya alcanzó los 14 metros y es producto del mismo fenómeno que afectó a la zona de Rio Grande do Sul en Brasil, que ya se cobró 144 muertos.
Desde Portal Universidad nos comunicamos con Laura Terenzano, periodista de Concordia, para conocer un reporte de la situación: “Aproximadamente 570 personas que han tenido que dejar sus casas y sus barrios y están en los centros de evacuados que la Municipalidad acondicionó para este fin y o en casas particulares de familiares, amigos o inclusive hay algunos que alquilan temporariamente. Porque no es la primera vez que pasa entonces hay algunas familias que ya tienen su propio protocolo de evacuación y que cuando ven que el agua viene saben qué hacer. El agua no llegó de un día para el otro, en una ciudad ribereña e inundable como la nuestra hay todo un sistema de advertencia y de monitoreo que advierte a la población que el agua viene y ahí se activan los distintos dispositivos de asistencia”.
Estos dispositivos incluyen la infraestructura para asistir a las familias como los centros de evacuados, que son lugares fijos como el regimiento, un gimnasio municipal y otro tipo de lugares que funcionan y se acondicionan como centros. Por otro lado, se brinda alimentación, salud y se trata de garantizar que los chicos de esas familias evacuadas vayan a la escuela. “Es difícil porque la situación de esa familia se ve totalmente alterada”, relató Terenzano.
El pronóstico es positivo. En las últimas horas el Intendente Francisco Azcué declaró que ya se estaría dando el pico de la creciente y que el área de hidrología reporta que como mucho el agua crecerá algunos centímetros más respecto de la altura actual, que es de 14 metros. “Es una buena noticia, pero no significa que el río baje. Este es un tema que relata un poco la situación e ilustra el drama. Porque una cosa es que el río no crezca, pero otra cosa es que baje. Puede estar estacionado en esta altura durante semanas, que fue lo que pasó a fin del año pasado. El agua estuvo durante dos meses en esta altura impidiendo el regreso a casa de las familias evacuadas”, dijo Terenzano.
Una vez que baje el agua, empieza un nuevo proceso de reconstrucción: “La etapa de vuelta incluye la cuestión de higiene y asistencia para limpiar toda esta zona porque lo que trae el agua queda en la ciudad y se activa un ecosistema propio post inundación con animales y fauna que no suele vivir acá”.
“Lo más dramático de esto es que recién nos estábamos terminando de recuperar de la inundación del año pasado. Toda la zona afectada es principalmente la costanera de Concordia, que es la zona más linda y turística. Ahora está totalmente bajo agua. La reconstrucción de toda esa zona implica mucho trabajo porque es limpiar y volver a pintar y todo eso recién se había logrado hace un mes. Ni hablar de las casas de las familias, que además de cubrir daños estructurales tiene que adquirir todos los productos de limpieza para quitar las marcas en las paredes, sacar la humedad y después el traslado de sus cosas o las mudanzas. Muchas familias se llevan consigo todas las cosas que pueden para que el agua obviamente no se las lleve. Entonces es todo un costo que la Municipalidad afronta. Siempre hay críticas, por supuesto, porque nunca es suficiente ante un drama de estas características”, explicó Terenzano.
Hay preocupación sobre como el Municipio afrontará estos gastos de reconstrucción, y por ello el Gobernador Rogelio Frigerio se hizo presente en la localidad, en la que se comprometió a garantizar la provisión continua de medicamentos, alimentos y agua potable para asegurar el bienestar de estas familias durante esta difícil situación, y además, expresó su determinación de permanecer al lado de estas comunidades en la tarea de reconstruir sus hogares y recomponer sus vidas una vez que las aguas retrocedan.
Frigerio reconoció que la respuesta inmediata es solo el primer paso en un proceso largo y complejo. En este sentido, resaltó la importancia de implementar medidas preventivas a largo plazo, como la construcción de defensas costeras y la realización de dragados, con el objetivo de reducir el impacto de futuras inundaciones y proteger a las comunidades vulnerables.
“Hay dudas sobre qué recursos va a disponer la provincia para asistir a las familias afectadas por esta inundación, en el contexto del no hay plata porque Entre Ríos se ve afectada igual que varias de las provincias por el recorte que del Gobierno Nacional en la coparticipación y las transferencias. No estamos exentos de lo que le pasa a la mayoría de las provincias y acá el gobernador constantemente plantea un diagnóstico de falta de recursos entonces ante una eventualidad está ese condimento adicional que lo hace un poquito más complejo”, explicó la periodista.
Hoy en día existe una estrategia para evitar estos casos, llamada Defensa Sur, que es un paredón que frena el avance del agua por fuera de los 14 metros. Sin embargo, no es suficiente y hace años se viene planteado la necesidad de agregar una defensa central. “Sería como un paredón rebatible que se extendería a lo largo de toda la costanera. Es una obra que obviamente no se pudo hacer nunca por los miles de millones de dólares que significan y que no consiguió ni siquiera financiamiento internacional. Hubo un proyecto y de hecho hay un render presentado y demás pero no lo consiguieron en gestiones anteriores y ahora, en este contexto de suspensión absoluta de la obra pública parece una fantasía absoluta pensar que eso puede llegar a hacer realidad”, lamentó Terenzano.
En ese sentido, el Gobernador se comprometió a encontrar una solución: “No es algo que se pueda resolver a corto plazo, pero, así como en el 2015 decidimos encarar la obra de la Defensa Sur que le dio solución a cientos de vecinos de Concordia, en este momento estamos evaluando cuál es la mejor solución para estas familias que todavía están debajo de la cota 14 y que necesitan también una ayuda del Estado para que este hecho no vuelva a repetirse con frecuencia en sus hogares”.
Terenzano remarcó que toda la zona que está inundada ahora está declarada zona inundable y es un lugar donde no deberían vivir personas. “Las personas que todavía viven allí es porque no han querido irse en algunos casos o en otros no han podido. A lo largo de todos los años hubo programas de la municipalidad y de las diferentes gestiones para relocalizar a esas familias. Se les han ofrecido casas con facilidades para que se trasladen, pero estaban ubicadas muy lejos de donde viven y de donde se han criado toda su vida. Algunas familias prefieren quedarse y cada tanto sufrir las inundaciones, y no irse de sus barrios, lejos de sus trabajos y las escuelas de sus hijos. En una ciudad como la nuestra es muy difícil que te muden a kilómetros de tu barrio”.
“Es una situación que está naturalizada y la realidad es que nunca nadie ha logrado instalar una agenda política de la inundación fuera de la coyuntura de la inundación. No se ha logrado y es un reclamo histórico de la ciudad. Porque la construcción de la represa de Salto Grande llegó con la promesa de que iba a traer beneficios para el desarrollo de la región y la verdad es que hasta ahora lo único que trajo es inundación. No hubo grandes obras de infraestructura, no pagamos la tarifa eléctrica más barata y nos inundamos”, concluyó Terenzano.